La historia de Jeffrey Epstein no es la que deberíamos estar contando. Las voces que se deben escuchar son las de sus víctimas, y eso me gustó mucho del documental Asquerosamente rico, que narra la historia de este pedófilo serial, quien logró hacer lo que muchos consideran una especie de negocio de pirámide con el tráfico de menores.
Ellas hablan. Las que se sentían con la necesidad de hacerlo, pero el hecho de que este multimillonaria haya podido, por tantos años, abusar sexualmente de tantas niñas y muy jóvenes adolescentes, es una que debe hacernos levantar la guardia. Ese es el valor del documental de Netflix, que apenas hace algunos días subieron a la plataforma y que ha generado conciencia en quien no había seguido el caso.
Muchos sabían de Harvey Weinstein, porque era totalmente Hollywood. Pero el sistema de Epstein era tan sofisticado, (“por cada amiga que traigas a que me haga un masaje te doy doscientos dólares”), y sus amigos tan poderosos que se salió con la suya por muchos años.
Que su fin haya sido en una prisión, a modo de suicidio (algunos no creen que realmente murió por su propia mano), parecería proporcional al daño que hizo. Sin embargo, su condena, cuando por fin llegó, lo hubiera mantenido en la cárcel por el resto de su vida, y muchas de sus víctimas sintieron y expresaron una terrible frustración de no poder nunca decirle directamente lo que pensaban de él.
El documental explica perfectamente cómo un hombre que lo tenía todo fue haciendo un ejercito, tristemente de mujeres, que le ayudaban a enlistar a otras. ¿Suena familiar? Pero a diferencia de Sergio Andrade, quien sí tenía algo de poder y sin duda personas cercanas en el mundo político, Epstein coincidió y era amigo de varios de los hombres más poderosos del mundo.
Ya se había apuntado antes su relación con Trump. Historias como la de chica que fue reclutada en la propiedad del ahora presidente de Estados Unidos, en Maralago, Palm Beach. Pero precisamente estos días, desde que Netflix liberó el documental Asquerosamente rico, cuatro capítulos que narran esta historia, Anonymous dio a conocer documentos donde se hace más estrecha la complicidad entre Trump y Epstein. No son los únicos nombres ahí, la modelo Naomi Campbell también es señalada y tendremos que esperar su respuesta. Pero el que pasó injustamente un mal rato fue Chris Evans (el Capitán América), porque su nombre apareció también, pero se trataba de otro Chris Evans. Igual que era otro Michael Jackson quien fue señalado. Un abogado. Uno que aún vive.
Hay mucho que se puede decir sobre las amenazas a los reporteros e investigadores que trataron este caso por años. De la manera en la que fueron descifrando la cadena de víctimas como si fuese una gráfica epidemiológica. Pero lo importante aquí es darnos cuenta de que pasa en todos lados a todos los niveles. La impunidad y el tráfico sexual son muy impactantes cuando hasta se le acusa al Andrés de York, miembro de la Casa Real de la Gran Bretaña.
Pero si de algo sirve este documental, que por cierto está muy bien realizado, que sea para que aprendamos a ver las señales, porque este no es un mal sólo de los muy ricos. Sucede en todos lados.
ehh