La mayoría de sus obras anteriores han sido espectáculos en solitario, como Mambo Mouth y Spic-O-Rama; John Leguizamo escribió esta nueva obra para un grupo. Explicó que era necesario un reparto completo para darles cuerpo a las tensiones del hogar de los Castro, además de que quería escribir un drama familiar latino que pudiera compararse con los grandes para demostrar que los escritores latinos pueden producir obras tan buenas como las de Tennessee Williams, Eugene O’Neill y David Mamet.
Leguizamo ha llamado a que haya más representación latina en el mundo del espectáculo, incluso este año a través de un anuncio de página entera en The New York Times en junio y un discurso en la 76 edición de los premios Primetime Emmy en septiembre.
“Resulta que no quejarse no cambió nada —dijo durante ese discurso—. Así que en los últimos años me he estado quejando”.
Aunque elogió a la industria de la televisión por algunos progresos, sostuvo ante el Times que sentía que la representación latina en el mundo del teatro era “pésima”; esa fue una de las razones por las que quiso escribir The Other Americans.
En una entrevista telefónica reciente, el actor de 64 años habló de la nueva obra, que se estrenó el viernes en el Arena Stage de Washington, de su discurso en los premios Emmy y de los retos a los que se enfrentan los latinos en el teatro. A continuación, fragmentos editados de la conversación
—¿Qué querías conseguir con esta obra?—
"Una de las razones es tener un canon de clásicos latinos, y empezar mostrando la cultura latina como es realmente. Creo que nunca nos hemos visto reflejados de verdad en los medios de comunicación".
“Vivimos en Nueva York y somos iguales a la población blanca y, sin embargo, somos prácticamente invisibles. ¿Por qué no estamos en la portada cuando miras The New York Times o New York Magazine o The New Yorker? ¿Por qué no somos los escritores?
“Broadway me resulta impactante. ¿Cuántas historias hay sobre algún latino? Ninguna. La única que hay es Hamilton —creada por Lin-Manuel Miranda, que es latino, y cuenta con un reparto multicultural, pero el musical no es una historia de latinos—".
“Me he topado con las cuotas, la participación simbólica y los techos de plexiglás. Por mucho talento que tengas —podrías escribir como William Goldman, Arthur Miller o William Shakespeare—, no van a producir tu contenido si es latino. Llevo cuatro décadas haciendo propuestas en Hollywood, pensando que mi escritura era mediocre, pero no sabía que nunca iban a darle luz verde a un proyecto de contenido latino.
“Lo increíble es cuando la gente piensa: ‘Dios mío, se parece a mi tía’. ‘Suena como mi hermano’. Es un momento increíblemente catártico para la gente verse reflejada, porque lo que estás diciendo es esto: tu vida tiene valor. Tu existencia tiene valor”.
—¿Por qué decidiste hacer de esta historia una obra de conjunto?—
"No creo que los latinos recibamos el crédito que merecemos por transformar la cultura en Estados Unidos, especialmente la literatura. Creo que mis espectáculos unipersonales fueron decisivos para cambiar la comedia en Estados Unidos. Cuando hice Mambo Mouth, traje de vuelta a los hombres que se vestían de mujer. Luego lo hicieron Martin Lawrence, Jamie Foxx y Tyler Perry. Cuando hice Spic-O-Rama, interpreté a toda mi familia. Y luego llegó El profesor chiflado (de Eddie Murphy)".
"Con Freak introduje en la comedia estadunidense el dolor y la verdadera disfunción de las familias. Cuando hice Ghetto Klown, nadie hacía obras sobre jóvenes artistas contemporáneos hablando de su crecimiento artístico; ahora todas tratan de eso. Fue muy difícil ser pionero porque la gente pensaba que era un proyecto de vanidad egoísta, pero no lo era. Se trataba de demostrarles a los latinos que, si yo puedo hacerlo, ellos también pueden".
—¿Qué opinas del estado actual de la representación latina en los escenarios?—
"Es pésima. ¿Qué historia latina hay en Broadway en este momento? Y somos iguales a la población de blancos en Nueva York. Me parece que eso es un apartheid cultural. Así es como me siento cuando estoy en Nueva York, veo latinos por todas partes, en todos los aspectos de la vida, pero no en las marquesinas. No entre los redactores de todas las revistas y periódicos. Se convierte en ese mensaje de que no somos lo bastante buenos".
—¿Cuáles son las diferencias entre la representación latina en Hollywood y en el teatro?—
"Hollywood está mejor, lo creas o no. Estamos en alrededor de 6 por ciento de los papeles protagónicos en Hollywood; somos 20 por ciento de la población estadunidense, añadimos 3.6 billones de dólares al PIB como latinos. Si fuéramos nuestro propio país, sería la quinta economía del mundo, mayor que Brasil, India, Francia, Inglaterra. ¿Y qué recibimos a cambio?"
“A eso se debe mi rabia interior, a la evidente falta de igualdad y oportunidades. He visto cómo a muchos latinos con talento se les secaban los sueños. He visto cómo se pudrían esos talentos.
“Mira a Rita Moreno: ella ganó un Emmy, un Grammy, un Oscar y un Tony. Si hubiera sido blanca, habría estado en todas las películas, en todas las obras. Pero no. Porque eres latino, hay cierto lugar para ti”.
—¿Qué cambios estructurales debe hacer la industria teatral para representar a los latinos?—
"Los semilleros que forman a los futuros dramaturgos necesitan trabajar más en la divulgación, necesitan darle luz verde a más talento latino. Hay que llevar más talento latino a las oficinas ejecutivas que buscan talento, talento latino que sepa dónde está el talento latino".
“No es posible que Lin-Manuel Miranda, Matthew López y yo seamos los tres únicos latinos con talento en Nueva York. Sé que no lo somos”.
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