Emoción, llanto y nostalgia, fue lo que vivieron los laguneros que se dieron cita la noche del viernes al Coliseo Centenario de Torreón, para disfrutar el último concierto que ofreció José María Napoleón, "El poeta de la canción", dentro de su gira de despedida "Hasta siempre", quien ante una excelente asistencia realizó un recorrido por sus más grandes éxitos, los cuales fueron coreados por los asistentes.
Personas de todas las edades, pero en su mayoría adultos mayores, comenzaron a llegar al recinto, ya que anhelaban demostrarle a Napoleón su cariño y admiración, fruto de esa misión que ha asumido por más de cinco décadas.
El tiempo avanzaba y sus admiradores sólo esperaban la hora en que José María apareciera en el escenario.
Cuando el reloj marcó las 21:30 horas, los músicos comenzaron a ocupar sus lugares respectivos en el enorme escenario con dos pantallas a su costado, y diez minutos después, el cantautor apareció luciendo atuendo en color negro, quien fue recibido con un prolongado aplauso, inmediatamente arrancó el concierto con "De vez en vez" y "Corazón bandido".
"¡Gracias, muchas gracias! Estar ante ustedes es maravilloso. Espero que todos estemos bien, gracias por estar aquí a pesar del frío, me siento honrado de venir a Torreón y despedirme de todos ustedes, son personas maravillosas en mi vida, gracias", la ovación no se hizo esperar y continuó con "Quisiera".
"Hay canciones que nacen de una manera, unas se escriben con el lápiz y otras con el dedo, salen del alma, ellas son lo más hermoso de la existencia,- se refería al sexo femenino-, ojalá que la recuerden", se trataba de "Celos", melodía dedicada a las mujeres por la fidelidad a su música.
"Yo no fumo, pero esta noche sí, Torreón, Coahuila, voy a cantar mañana, espero estar bien, primero Dios, gracias, saludos a mis amigos Ganem y Arturo Gilio".
"Amor de habitación", "Leña verde", fueron los siguientes temas.
"Esta canción me encanta, es de un gran compositor amigo de todos en común, Alberto Aguilera, y no la he podido grabar, ésta se la dedico con todo respeto a las mujeres divinas, ese ser maravilloso", se trataba de "Después de tanto".
"Ahora con su permiso, voy a tomar poquito en este vaso, les voy a cantar esta canción de hace años, gracias a Dios estamos aquí, se la dedico a los que han pasado por esta edad y a los que pasarán por ella", los deleitó con "30 años".
Enseguida recordó a otro amigo fallecido, al que considera de los más hermosos que ha tenido, al deleitarlos con unos de los más grandes éxitos que le grabó "El principe de la canción", "Lo que un día fue no será", "Mientras llueve", "Y para qué".
De pronto alguien del público le lanzó un Dr. Simi, y muy tierno, a comparación de otros cantantes dijo, "que bonito, muchas gracias, mañana juega México, esperemos que gane", dicho esto puso melancólicos a sus fans al cantarles "Cuando se pierde a un amigo" y enseguida con "Sin tu amor", dedicada a su madre.
El buen ambiente y más rítmico continuó, una vez que presentó a su hijo José María Ru, quien deleitó a los asistentes con tres melodías, una de estas se la compuso a su padre, "Tú me enseñaste a volar".
El final se avecinaba, mientras tanto Napoleón regresó al escenario con "Pajarillo" y posteriormente invitó a su hijo para cantar a dueto uno de sus máximos éxitos "Hombre".
Siguió con "Eres" y al escucharse las primeras notas del mayor de sus himnos, "Vive", la gente retumbó con gritos el lugar, de pie y con sus celulares encendidos, la cantaron a coro con el artista.
Así terminó en punto de las 23:15 horas, una noche que quedará inmortalizada en una producción audiovisual como testimonio de la despedida de los escenarios de un grande de la música, tras más de medio siglo de carrera y que sin duda alguna permanecerá en el corazón de cada uno de sus fieles admiradores. ¡Hasta siempre Napoleón!
EGO