Celebrando 50 años de trayectoria artística, derrochando elegancia y buen gusto musical, así fue como llegó Julio Iglesias a la Arena Monterrey, en donde se presentó ante poco más de seis mil asistentes que disfrutaron de cada uno de los temas que el español interpretó en el escenario.
El cantante, de 75 años de edad, inició muy puntual su presentación, pues fue justo a las 21:00 cuando las luces del escenario se encendieron. Comenzó el opening y fue dos minutos después que apareció el español vestido totalmente de negro e interpretando el tema “Amor, amor”, aquel que hiciera famoso Luis Miguel.
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Desde el inicio, el cantante se paró en la parte central trasera del escenario, es decir, a un lado de la batería, en donde permaneció durante todo su show. En ocasiones de pie y otras veces sentado sobre un banco.
El repertorio musical continuó con un éxito noventero de Carlos Vives, “La Gota Fría”. Al término de ésta dirigió unas palabras a sus fans.
“Buenas noches, México, Monterrey ¿Cuántas veces he estado yo en Monterrey en mi vida?”, señaló el cantante, e hizo referencia al público que continuaba llegando al recinto. “No sabían que el show empezaba a las 21:00 horas, hoy era a las 21:00 horas”.
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Calla a fan
“Mammy Blue” y “Galicia” fueron las canciones que continuaron con la presentación del cantante, pero justo al terminar la que dedicó a su tierra natal se vio un poco desesperado con los piropos de las fanáticas.
“Cállate ya, por favor”, dijo, para elogiar a José Alfredo Jiménez. Interpretó durante la noche algunos temas de él, como “Échame a mí la culpa” y “Ella”. “Conozco México como ustedes, es una gran historia la que tengo aquí, por eso cuando vengo a México vuelvo con la alegría de que aún ustedes me siguen queriendo”, manifestó.
Tangos, temas bohemios y hasta para bailar fue lo que el español interpretó durante poco más de dos horas de espectáculo que ofreció ante los regios, en el que resaltaron canciones como “Caruso”, “Abrázame”, “Manuela”, “Me va, me va” y “Hey”.
Seis músicos, tres coristas y una pantalla acompañaron a Julio Iglesias en su paso por la ciudad. Lo que más resaltó fue que el micrófono alámbrico del cantante tuvo un efecto de “eco” en casi todo el concierto, además de que éste nunca se movió de lugar.