Tras haber pospuesto su presentación original por problemas de logística, Julio Preciado y El Coyote y su Banda Tierra Santa finalmente cumplieron la promesa hecha a su público y se reencontraron con él en el Domo Care, casi tres meses después de la fecha inicialmente pactada.
El concierto, que arrancó minutos antes de las 23:00 horas del viernes, se convirtió en una noche cargada de nostalgia, y sobre todo una conexión auténtica entre los íconos del regional mexicano y sus seguidores.
Ambos artistas, figuras fundamentales de la música sinaloense, se mantuvieron la mayor parte del tiempo sentados en el centro del redondel, desde donde convivieron de cerca con sus músicos y ofrecieron interpretaciones sinceras y emotivas.
La velada se convirtió en una bohemia entre amigos, donde las canciones y las anécdotas que fluyeron a lo largo de la velada.
El Coyote encendió al público con temas como “Árboles de la barranca”, “Corrido de Laurita Garza” y “El sinaloense”, reafirmando su potencia vocal y su arraigo con el público norteño.
Por su parte, Julio Preciado ofreció momentos emotivos con clásicos como “Mi eterno amor secreto”, “Mi gusto es” y “Que te ruegue quien te quiera”, además de recordar su paso por la Banda El Recodo, lo que provocó ovaciones constantes.
El tema “Suspiros” fue uno de los momentos cumbre de la noche, cuando ambos intérpretes dejaron que el público coreara a una sola voz.
Con este concierto, Julio Preciado y El Coyote no solo saldaron una cuenta pendiente con su audiencia, sino que dejaron claro que su legado sigue vivo como las grandes figuras de la música que son.