La vida de Kanye West no es fácil. O al menos así lo hace saber el intérprete a lo largo de las siete canciones que conforman su nuevo y esperado álbum, Ye, publicado este viernes.
En su octavo disco de estudio, cuya portada es una montaña nevada con la frase: "Odio ser bipolar, es increíble", el rapero retoma temas como #MeToo, el supuesto romance de Stormy Daniels con Donald Trump, sus polémicas declaraciones sobre la esclavitud en EU y el desgaste que ello ocasionó en su relación con la empresaria y estrella de televisión Kim Kardashian.
En el cuarto tema, "Wouldn't Leave", Kanye rapea:
La esclavitud es una elección, dicen: "¿Cómo, Ye? "Imagínate si me atraparan en un día salvaje
Ahora estoy en cincuenta blogs, recibiendo cincuenta llamadas
Mi esposa llamando, gritando, dice: "¡Vamos a perderlo todo!"
Tuve que calmarla porque no podía respirar
Parece que el material sirvió para que West desahogara todo lo que atravesaba en su vida, pues también habla del escándalo de infidelidad de Tristan Thompson a Khloé Kardashian, además de aludir al supuesto romance entre Donald Trump y la actriz porno Stormy Daniels.
Asimismo, en el tema "Yikes", West habla del magnate de la música Russell Simmons, quien enfrenta varias acusaciones de violación y agresión sexual. "Russell Simmons quiere orar por mí también (me too). Yo rezo por él porque fue alcanzado por el movimiento #MeToo".
Por si fuera poco, el rapero también canta de sus pensamientos sobre el suicidio y agradece a su hija mayor, North West, de cuatro años, por haberlo ayudado a "cambiar la forma de ver a las mujeres":
"Ahora veo a las mujeres como algo a lo que nutrir, no algo a lo que conquistar", dice, además de expresar su deseo de que la pequeña desarrolle un cuerpo más parecido al suyo que al de su madre.
ehh