Una casa antigua que también fue funeraria y ahora es el Museo Guillermo Ceniceros en la ciudad de Durango, puede ser la alquimia para un director de cine de horror como Henry Bedwell. Así sucedió para su más reciente cinta 'Karem La posesión', basada en hechos reales y recién lanzada en cines.
El cine de terror en México pasa un momento complicado porque existe poca audiencia y las empresas no se encuentran tan interesadas en patrocinar, debido a que a los directores les gustar jugar con demonios y fantasmas, además de asesinatos, lo que no es muy bien visto en la industria.
Para Bedwell, la experiencia infantil es primordial, la materia prima para trasmitir a los espectadores. En el terror se busca ligar a la audiencia con las sensaciones pasadas.
“Con las historias pasa algo muy particular. Todos los que hacemos horror en México, particularmente como que le pasamos tus propios miedos de niño, tus traumas, las historias familiares, todo ese bagaje que tramemos alrededor, las pones en las historias por lo que sentías cuando eras niños".
Lo más difícil para los directores, conseguir la inversión
Expuso que uno de los problemas por los que pasan los creadores de cine de terror es el contar con el capital para echar a andar la cinta, porque al final, los empresarios no se arriesgan a asociar su marca con hechos "macabros".
“En el terror jugamos a matar gente, jugamos con demonios, jugamos con fantasmas, jugamos con sangre, jugamos con otros elementos de narrativa que no a todas las empresas les encanta”.
aarp