Kiefer Sutherland escribió:
“Con el corazón apesadumbrado les digo que mi padre, Donald Sutherland, ha fallecido. Personalmente me parece uno de los actores más importantes de la historia del cine. No, nunca lo intimidó un rol, bueno, malo o feo. Amaba lo que hacía e hizo lo que amaba, y nunca se puede pedir más que eso. Una vida bien vivida”.
La descripción de Donald Sutherland hecha por Kiefer, su hijo, es la más certera, emotiva (claro) y autorizada por su calidad de actor para un padre que durante décadas trabajó en teatro, televisión y, sobre todo, cine, con roles diversos enmarcados en un rostro y una voz impactantes.
Del patíbulo al estrellato
Donald Sutherland nació el 17 de julio de 1934 en Nueva Brunswick, Canadá, donde estudió Ingeniería y Arte Dramático, carrera que perfeccionó cuando se trasladó a Londres en 1958 para ingresar en la London Academy of Music and Dramatic Art.
En Reino Unido comenzó a actuar profesionalmente en series como The Avengers y The Saint hasta que, de acuerdo con Variety, Roger Moore lo recomendó con los productores de The Dirty Dozen (1967), que reunió a grandes actores de la época y que fue un éxito, por lo que se mudó a Hollywood, donde vino la parte prolífica de una carrera que incluye más de 150 películas.
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En 1970 actuó en M.A.S.H., de Robert Altman, en el rol de un médico militar en Corea y que le valió su primera nominación a los Golden Globes. Solo un año después hizo una de sus actuaciones más recordadas en el thriller Klute, de Alan J. Pakula, en el que interpretó a un detective privado que se enamora de una prostituta que hizo Jane Fonda. Ella ganó el Oscar por ese rol y años más tarde reconoció que su actuación se debió a “todos los sentimientos intensos que estaba experimentando” al lado de él pues eran pareja en ese momento.
En esa década destacan tres filmes más. El primero es Don´t Look Now (1973) y su memorable escena sexual con Julie Christie. Luego de años de especulaciones sobre si realmente habían tenido relaciones en esa secuencia, Sutherland aclaró que no había sido así.
Las otras dos son la segunda versión de Invasion of the Body Snatchers (1978) y Animal House, del mismo año, comedia en la que interpretó a un profesor inolvidable.
Su versatilidad lo llevó de ser un desquiciado fascista en Novecento (1976, Bernardo Bertolucci) a un tierno padre en Orgullo y prejuicio (2005) al lado de Keira Knightley.
Las nuevas generaciones no lo olvidarán como el temible presidente Snow de una de las sagas más exitosas de este siglo, Los juegos del hambre.
Sutherland ganó un Emmy y un Golden Globe por Citizen X, película de HBO de 1995. En 2003 obtuvo otro Golden por la miniserie Path to War. A pesar de sus actuaciones, no fue nominado al Oscar, pero en 2017 lo recibió honorario.
Escribió un libro de memorias sobre su trayectoria artística, Made Up, But Still True, que se publicará en noviembre, como estaba planeado.
“Sutherland ofrece un relato sin filtros de su vida que es profundamente revelador, emotivo y, a menudo, muy divertido... Con una franqueza sorprendente y una prosa lírica poderosa, estas reminiscencias inolvidables ofrecen una mirada sin precedentes a la extraordinaria vida de un ícono legendario (y legendariamente privado) de Hollywood”, se lee en el adelanto de la editorial Penguin Random House.
El actor falleció en Miami luego de una larga enfermedad que su agente no especificó al confirmar la noticia. La familia anunció que su funeral será privado.
YVI