La Bande-son Imaginaire desata el darkwave teatral en el corazón del Circo Volador

La gira de la banda culminó en un memorable concierto en la Ciudad de México, el cierre perfecto de un tour que los llevó de Costa Rica hasta las costas de Europa.

La Bande-son Imaginaire deslumbró el Circo Volador | Foto: Omar Bustamante
Claudia Islas
Ciudad de México /

A las afueras del Metro La Viga, la noche del 9 de noviembre, el ambiente ya prometía la intensidad de lo que estaba por vivirse. Desde las cinco de la tarde, los seguidores de La Bande-son Imaginaire comenzaron a llegar, formando largas filas en el acceso al Circo VoladorEl meet and greet fue el preludio perfecto, permitiendo a los fans más dedicados un momento de cercanía con sus ídolos, anticipando la energía que se desataría cuando el reloj marcara la hora del concierto.

La Bande-son Imaginaire realizó una presentación teatral | Foto. Omar Bustamante

A las 19:00 horas se abrieron las puertas al público general, y la atmósfera se llenó de emoción. Los teloneros hicieron su aparición, encendiendo los primeros aplausos. Píldora Letal (Colombia) y Malcriada (CdMx) brindaron actuaciones llenas de actitud, seguidos por un set de Lalo 3 Diablos, un DJ con un estilo propio que conectó rápidamente con la audiencia al compás de una selección de post-punk. Aunque su mezcla atrapó a muchos, la expectativa se hacía notar: los presentes ya estaban ansiosos, esperando el momento culminante.

Cuando el reloj marcó las 21:30 horas, las luces se apagaron y el escenario se iluminó. La Bande-son Imaginaire, un proyecto de darkwave electrónico originario de Oaxaca, apareció con una entrada teatral, marcando el inicio de una experiencia que fusiona música, performance y una estética oscura y cautivadora. 

Desde el primer beat de Maladive, el recinto se transformó en un mundo de sintetizadores envolventes, versos en francés y ritmos profundos. La potente voz del vocalista Óscar Tanat resonaba en cada rincón y el público se entregó por completo a la intensidad de cada tema.

Óscar Tanat cautivaba con su presencia vocal. | Foto: Omar Bustamante

Un ritual escénico: Más allá del concierto

El setlist avanzó con canciones como Los Bastardos, Synthesizer Magazine, nombre de su cuarto álbum de estudio, y Laisse-Moi Faire, manteniendo a todos atrapados en un vaivén de emociones. Fue entonces cuando llegó Macabre, un track que transportó a los presentes al escenario inquietante y fascinante del cine mexicano de los años 60. La música evocó la misma sensación de suspenso que en Macario, la película de Roberto Gavaldón, donde un campesino se enfrenta a las fuerzas sobrenaturales de la muerte, el Diablo y Dios. La letra de esta canción también toma inspiración del poema La danse macabre de Charles Baudelaire, creando un vínculo entre lo literario, lo sonoro y lo cinematográfico.

Macabre evocó la poesía de Baudelaire | Foto: Omar Bustamante

A medida que la noche avanzaba, el ambiente se fue intensificando con la llegada de Chez Toi. La banda, ataviada con túnicas blancas y máscaras que evocaban la figura de fantasmas, se movía con gracia ritualística mientras Bram Hernández, el violinista, daba una interpretación que dejó a todos hechizados. Cada miembro danzaba como parte de un rito, y la combinación de su música y movimiento transportó a los entusiastas a una dimensión mágica.

A mitad del set, el darkwave alcanzó una intensidad inusitada que avivó aún más el ambiente. Óscar, con un sombrero de bejuco, símbolo tradicional de la cultura mazateca usado por los huehuentones, durante las celebraciones del Día de Muertos, evocó la identidad y el orgullo de una mexicanidad alternativa, fusionada con las vibraciones oscuras del underground. 

Mientras tanto, el hermano Heri Ángelo, al ritmo de EBM, se movía con una energía hipnótica que no dejó a nadie indiferente. Pero fue su teclado lo que realmente capturó la atención, imbuyendo cada nota con un magnetismo que envolvía a los oídos atentos. 

Por su parte, Bram, el violinista, acompañó cada pieza con una maestría casi mística, como si estuviera tocando con el alma misma del "Violinista del Diablo", añadiendo capas de misterio, pasión y tensión a cada composición. Con cada melodía, cada integrante brilló en su momento, marcando la noche con la energía de una banda representativa que fusiona lo ancestral y lo vanguardista.

El arte del ritual y el violín con Bram Hernández. | Foto: Omar Bustamante

Nadie quedó atrás en esta entrega artística, y juntos, La Bande-son Imaginaire logró poner el nombre de México en alto, resaltando el talento nacional con un matiz exclusivo. Entre la concurrencia se percibía una amalgama de jóvenes mexicanos y extranjeros, evidencia del alcance que este proyecto oaxaqueño ha logrado al cruzar fronteras y atraer multitudes de múltiples rincones, reafirmando la relevancia de su propuesta innovadora en la vibrante escena gótica.

La coreografía en sus éxitos, interpretada con precisión y estilo, no solo capturó la atención de todos, sino que también invitó a perderse en cada pulso. Magnétique y Mexican Wave, fueron particularmente poderosas, mientras que su más reciente sencillo, Marca Registrada, con sus letras en español, hizo vibrar a los asistentes que coreaban cada letra con fervor, como si fuera la primera vez.

El Circo Volador estaba repleto, y la conexión entre la banda y su audiencia era más que evidente. La Bande-son Imaginaire demostró por qué se ha ganado un lugar especial en la escena musical. Su capacidad para fusionar sonido, cultura, arte visual y una poética oscura les ha permitido crear una propuesta inigualable que dejó un sello distintivo en los presentes.

El público fue testigo de una experiencia sin igual | Foto: Omar Bustamante

A lo largo de la noche, las piezas fueron más que viaje entre lo onírico y lo visceral, un balance entre la oscuridad y la euforia que solo una banda con el estilo y presencia de La Bande-son Imaginaire puede ofrecer. Al final, cuando los últimos acordes se desvanecieron y las luces se encendieron, quedó claro que el público no solo había asistido a un concierto: había sido testigo de una experiencia intensa y auténtica, una noche que dejó huella en los corazones de quienes abarrotaron el Circo Volador.

Cada integrante brilló en el escenario | Foto: Omar Bustamante

Para quienes no pudieron estar aquí o para los que quieren repetir la experiencia, La Bande So Imaginarie anunció las últimas paradas de su tour 2024, prometiendo una despedida épica.

El viernes 20 de diciembre, Texcoco será testigo del penúltimo espectáculo, programado para las 20 horas. Y finalmente, el sábado 21 de diciembre, a las 20 horas, Toluca vibrará al ritmo de sus éxitos para cerrar el año. 

Con edición de Edgardo Velázquez López

La Bande-son Imaginaire, orgullo nacional desde Oaxaca de Juárez. | Foto: Omar Bustamante


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