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La 'desastrosa' incursión de Daniel Bisogno en el mundo de los negocios: la pandemia y un incendio se lo llevaron todo

El polémico conductor abrió junto con un grupo de socios un antro en el corazón de la Ciudad de México que se convirtió en punto de encuentro de ‘influencers’ y famosos.

Ciudad de México /

Daniel Bisogno, fallecido el jueves a los 51 años de edad, forjó su legado en la farándula mexicana como uno de los conductores de noticias de espectáculos más polémicos y disruptivos de la televisión, una profesión que a lo largo de su carrera lo llevó a diversificarse, no siempre con éxito, a otras actividades como actor de teatro y empresario.

Con un lugar permanente en el roster del programa Ventaneando de TV Azteca, dirigido por su colega Pati Chapoy, Bisogno se convirtió en uno de los presentadores mejor pagados de la industria, amasando el suficiente capital para incursionar en el sector restaurantero y de bares.

Fue mucho antes de sus problemas de salud que el polémico conductor abrió junto con un grupo de socios un antro en el corazón de la Ciudad de México. Pegado a la Zona Rosa, en la colonia Juárez, nació Furia en febrero del 2020 con un concepto enfocado en la comunidad LGBTQ+ y la escena del drag.

Furia: el primer intento

Ubicado en la calle C. Versalles número 64, en la alcaldía Cuauhtémoc, el centro nocturno poco a poco se convirtió en un punto de encuentro de influencers y famosos, siendo escenario de escándalos captados por los lentes de los paparazzis, donde hasta el propio Bisogno se vio inmiscuido cuando se filtró una foto de él besándose con un joven.

“De verdad qué hay gente estúpida y sin oficio en este medio, el problema es que cualquier gata ya se siente reportera o YouTuber, ¡Si van a decir mamadas, díganlas bien! Yo soy uno de los dueños del bar del que hablan ( ¡Pendejos!). ¡Primera y última vez que lo digo!”, tuiteó el presentador a raíz del escándalo.

Lejos de malas decisiones administrativas o el desconocimiento de cómo funciona este sector, el antro de Daniel Bisogno cerró sus puertas al poco tiempo debido a un virus descubierto en China que se propagó por todo el planeta en aquel lamentable año: el covid-19.

Cayena: la otra desgracia

Siguiendo el camino del resto de bares y antros de la capital del país que tuvieron que adaptarse a la llamada “nueva normalidad” para sobrevivir, en marzo del 2020 Furia pasó a convertirse en el restaurante Cayena.

Atado a un contrato por un año de 35 mil pesos, a Bisogno y sus socios no les quedó de otra que sustituir las mesas altas y luces estroboscópicas por manteles y comida a la carta. El negocio de Bisogno daba un giro de 180 grados.

Pero como si aquel refrán que dice que “lo que mal inicia, mal acaba” fuera le de vida, el 27 de agosto de ese mismo Cayena quedó reducido a cenizas. Un incendió surgido probablemente de la cocina acabó con el lugar.

Horas antes Bisogno había estado en el establecimiento y por azares del destino cuando se desató el incidente él ya no se encontraba ahí. Tras enterarse de lo ocurrido no quiso volver y llamó a uno de los gerentes para recibir un recuento de los daños: refrigeradores y mobiliario con un valor estimado de 300 mil pesos habían quedado completamente destruidos.

Sin seguro un seguro que los respaldara ante las pérdidas, el local fue traspasado y hoy es sede del antro Salón Perrero enfocado a un público más joven y al reggaetón.

AMP

  • Áxel Martínez
  • axel.martinez@milenio.com
  • Editor web de la sección de Negocios de Milenio. Egresado de la carrera de Comunicación y Periodismo de la FES Aragón.

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