“Cuando Dios te da la gracia, yo creo que arrebatas la atención de cualquier niño, en cualquier momento y en cualquier época”. De ahí proviene la gracia de Lagrimita, uno de los payasos más representativos de la infancia mexicana, en especial de Jalisco de donde es originario.
Sus apariciones en programas de televisión y presentaciones en circo le permitieron ver crecer a miles de niñas y niños desde la generación de los noventa. Su personaje nació por la ilusión de un niño de apenas seis años de edad, llamado Guillermo Cienfuegos, quien deseaba convertirse en alguien memorable para los más pequeños del hogar.
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“A los seis años de edad, saliendo de un circo mexicano, muy famoso, yo le dije a mi mamá ‘quiero ser payaso’, y ella me respondió ‘estudia’; y yo en mi mente dije ‘por eso’, creí que el ser payaso y sigo creyendo, que es un estudio, es más, que te recibes como payaso”, compartió.
Sin embargo, Lagrimita siente que el talento y la gracia para dar vida a su personaje “viene de arriba, de Dios, entonces yo estudié música, canto, jazz, tap y hasta pantomima, qué no estudié, volteo y en aquel entonces habría que complementar la labor del payaso”.
La preparación para ser un payaso aparenta ser sencilla, sin embargo, se requiere de aptitudes que no cualquiera tiene: la improvisación y la chispa, con una conexión que hace de Lagrimita todavía más especial, “mi personaje es tierno y también es irreverente”.
Con su creatividad y talento pudo darle un toque único a Lagrimita: “creo que le llama mucho la atención a la gente la voz, ‘chiquito, bonito, pechocho’; las palabras repetitivas, yo soy muy crítico conmigo, y a veces cuando yo me veo, me autocritico mucho, al grado de qué no me gusta, pero trato también de decir qué es lo que sí me gusta de Lagrimita y corregir todas las partes que no”.
Con el paso del tiempo, el personaje ha tenido que evolucionar con sus rutinas de chistes, pero algo que sigue emocionándolo, es el momento del maquillarse, “esa faceta es fascinante, cada que toma un maquillaje y utilizo mis manos para hacer una transformación en mi cara, siempre debes estar agradecido, pero también no es muy fácil hablar de payaso cuando estás desmaquillador, entonces es una faceta diferente, por lo tanto, lo considero que son dos personalidades diferentes”.
Y aunque no tiene una fórmula, Lagrimita revela el secreto para llegar al corazón del público: “la sensibilidad siempre tiene que existir en un payaso, creo que más cuando hay personas que te platican que por medio de una canción, personas que tienen alguna situación en su ser, alguna enfermedad y que ayudó la música de nosotros a que ellos superaran cierta enfermedad, eso es motivo de estar sensible siempre, ahora un abrazo de un niño te tiene que sensibilizar o unas palabras de una mujer adulta, te tienen que sensibilizar más” .
Lagrimita cuenta con una inmensa colección de vestuarios diseñados especialmente para sus espectáculos, desde los característicos zapatos hasta otros bordados lentejuela por lentejuela. A sus 62 años de edad, el personaje infantil continúa cautivando la atención de los niños y divirtiéndoles sanamente, despegados de las nuevas tecnologías.
¿Quién es Lagrimita?
Su verdadero nombre es Guillermo Cienfuegos. Desde los seis años quiso convertirse en payaso, cuando acudió a un circo con su madre. Además de su talento para la improvisación y su chispa, ha estudiado música, canto, jazz, tap y pantomima. A lo largo de su trayectoria ha participado en programas de televisión y se ha presentado en espectáculos circenses.
MC