Lifetime revela pasiones de una mujer casada

La actriz de la serie Charmed estelariza la película Tentando al destino, que hoy estrena y en la que interpreta a una fémina cuyo mundo se desmorona al relacionarse con un hombre menor; la cinta es codirigida por Kim Raver y Manu Boyer

Hay un mensaje de empoderamiento porque mi personaje toma responsabilidad sobre sus decisiones, dice la actriz. Especial
Ernesto Sánchez
enviado, Pasadena /

En Tentando al destino, Alyssa Milano interpreta a una mujer que no se siente feliz con su vida. Está casada, tiene hijos, pero eso no llena los sueños que tenía de joven. Eso la orilla a enredarse emocionalmente con un joven mucho menor y a cambiar su manera de vivir drásticamente.

“¿Pero es un error lo que comete?”, se pregunta la actriz mejor conocida por su participación en la serie Charmed.

“No necesariamente, la película es sobre lo que ella aprende después de eso, cuáles son las consecuencias y cómo lidia con ellas, con sus hijos y su esposo”.

La película de Lifetime, que estrena hoy, es codirigida por Kim Raver y Manu Boyer, una mujer y un hombre, en un intento de no caer en un exceso de puntos de vistas feministas.

“Hay muchos giros y vueltas a lo largo de la historia y, sobre todo, una gran luz llegando a la oscuridad por la que atraviesa. Sí hay un mensaje de empoderamiento en el sentido de que mi personaje toma resposabilidad absoluta sobre sus decisiones y se está iluminando sobre quién es ella en realidad. Nuestras vidas son complicadas, así que evitamos a toda costa caer en una película típica de televisión de Hollywood de color rosa y mostrar las consecuencias de los actos de esta mujer", relata la actriz de 46 años.

Raver, la codirectora, asegura que es la actuación de Milano lo que aterrizó el filme y que hizo que no cayera en lugares comunes.

“Uno de nuestros temores principales es que no queríamos romantizar la infidelidad, sino reflejar lo que pasa cuando una pareja ha estado casada por mucho tiempo y, en un tono muy realista, presentar cómo cuando los hijos se van, los papás se dan cuenta que no hay nada más que los una y la mujer entrando a la menopausia, cambia también”, relata Raver.

Para Milano, a quien pronto veremos en pantalla grande en el filme Moving Day, junto a Scott Haze, lo que le sorprende de la historia es que si fuera sobre un hombre nadie juzgaría al personaje, pero al tratarse de una ama de casa, es casi, casi pecado, lo cual fue su mayor reto para interpretar a Gabby.

“Mi temor es que el personaje fuera repulsivo, que a la gente le cayera gorda por decirlo de una forma más coloquial, si fuera hombre por supuesto que eso no pasaría. Entonces ahí entro como actriz a darle más facetas y mostrar todos sus lados. Para mí la clave está en la sutileza, en sus gestos, sus miradas. Un buen personaje debe tener capas, como una cebolla, y empezar a pelarla y, por supuesto, transmitir eso al público para que se puedan identificar con ella. No creo que una persona pulida y que brille desde todos los ángulos sea identificable para nadie”.

La plática se vuelve más seria cuando nos vamos hacia el tema de la igualdad de género en Hollywood tanto en términos de oportunidades como en ingresos y trato educado.

“Hay una diferencia a raíz del movimiento #MeToo en el sentido de que la gente finalmente está hablando y los abusadores de poder ya no se pueden salir con la suya tan fácil. Y sin duda a raíz de eso se desarrolló una verdadera hermandad entre mujeres. Algo inédito. Antes las mujeres competían entre ellas y no solo en esta industria, creo que en cualquier oficina.

“Nos enseñaron desde niñas que solo hay lugar para una mujer en cualquier trabajo y solo una puede ocupar una oficina. Eso hizo que peleáramos históricamente y honestamente creo que fue el sistema el que hizo que las mujeres no nos habláramos. ¿Por qué si nos acompañamos al baño no podemos acompañarnos a Recursos Humanos a demandar a alguien? Eso es justo lo que cambió en Hollywood. Ya tenemos la confianza de denunciar”.



LAS MÁS VISTAS