Marco Antonio Solís inició su carrera en la música en la década de los 70 al lado de su primo Joel Solís, con el dueto Los Solís; a partir de entonces, quizá sin saberlo del todo, inició la conexión con el público, a través de la música que lo ha llevado a conocer la fama, la gloria y el éxito en sus diversas facetas (dueto, grupo y solista); pero sobre todo “a trascender”, como él mismo lo sostiene.
Este año esa conexión se ha materializado en muchos de los momentos que ha experimentado el cantautor michoacano, como haberse reencontrado con sus compañeros de Los Bukis en escenarios mexicanos desde el pasado septiembre, haber sido distinguido como Persona del Año por la Academia Latina de la Grabación; haber constatado que sus hijas (Alison y Marla) han heredado su pasión por la música; y este sábado se producirá uno de los momentos que más le emocionan porque vivirá el reencuentro con sus compañeros de Los Bukis en el Estadio Azteca, como cierre de la gira Una historia cantada, que los ha llevado por Tijuana, Guadalajara, Monterrey, Puebla y Michoacán.
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Feliz ante el compromiso que le espera esta noche; el también compositor, siempre acompañado de Cristy, su esposa; adelantó en entrevista con MILENIO tras ser homenajeado en Las Vegas: “El Estadio Azteca se va a vestir de nostalgia, de buenos recuerdos, de la familia, porque Los Bukis tiene como tres generaciones; y va a ser una noche de fiesta. Yo así lo veo. De reunión familiar, de reencuentros con nosotros mismos, a través de la música, y con amigos, con la gente que pueda compartir ese momento.
¿Cuál es el sentir del grupo con el cierre de la gira en Ciudad de México?
La verdad, nosotros, todos, estamos súper emocionados y contentísimos, más reunidos que nunca. Creo que esto que estamos viviendo, no lo habíamos vivido en los últimos cinco años de Bukis; hemos fraternizado mucho, hay una madurez interior muy plena, entonces eso nos ayuda a fluir fantástico.
¿La madurez ayuda a reflexionar y a tener una perspectiva diferente?
Por supuesto, los años y las cosas que pasan en nuestro mundo, como por ejemplo, ahora todo lo que hemos vivido con la pandemia; todo eso nos lleva más hacía nuestro interior y a ver la vida de otra manera. Así estamos todos, ahora nos abrazamos como chiquillos y jugamos. Es fantástico, nadie lo imaginaba así.
Después de todo lo vivido, ¿qué sientes cuando ves a toda a esa gente que acude a verlos?
Es una sensación muy bonita, pero una responsabilidad también; yo que tengo esa facultad, esa gracia que Dios me ha dado de tener un micrófono, pues siento una responsabilidad de enviar un mensaje bonito, de hacer sentir bien a la gente, de sentirla cobijada musicalmente; las canciones mías tienen muchas frases de curación, de comprensión, también de alegría. Eso es lo que trato de llevar con la máxima honestidad que hay en ese presente y contagiarlos, compartir eso. Es una responsabilidad tener tanta gente ahí, que te escuchen y te vean bien y que se sientan bien porque eso es lo que uno transmite también.
El Estadio Azteca impone, es un foro de más de 100 mil personas, ¿estás preparado para armar el baile entre tanta gente?
Sí, sí, ¿cómo no? (risas). Claro que impone, pero vas a ver que va a ser una noche muy linda; yo así la estoy viendo como un momento histórico: por el Estadio Azteca, por ser en nuestro país y porque son Los Bukis los que van a estar en el escenario.
Era un reencuentro que la gente esperaba ¿no?
Sí, es una sorpresa que Dios nos dio a todos, una muy grata sorpresa, en la voluntad de todos estuvo hacerlo, disfrutarlo y compartirlo.
Escribir es algo mágico
A la par de la carrera del cantante, el compositor siempre ha estado ahí; de hecho, ha sido el motor que impulsa al intérprete porque lo ha provisto de su herramienta para existir, las canciones.
¿Hay equilibrio entre el cantante y el compositor?
El mayor premio que me ha permitido mi carrera es ser quién soy, desarrollar a lo que vine a este mundo, cantar y escribir; escribir es una pasión más grande que cantar, cantar lo disfruto mucho, pero escribir es algo mágico.Lo siento como el regalo de la vida que me tiene aquí con salud, con una familia sólida, gracias a Dios; la música es mi refugio, mi alimento, es todo, mi oxígeno, es la cercanía más grata que tengo con el amadísimo creador.
¿Has cambiado el proceso creativo, los temas que abordas, tus letras?
Mi forma de escribir es la misma, y esa es mi responsabilidad: no abandonar la esencia de lo que hago, porque es lo que me ha conectado con el público.
No soy tanto de buscar, ni de revolucionar, sino desarrollarla con más gracia, con más plenitud, con más honestidad: llevar nuestro mensaje tal cual. He reflexionado acerca de lo que escribo, que a veces es doloroso, y me hizo pensar si estoy haciendo un bien o un mal. La respuesta llegó casi de inmediato: creo que lo que escribo es algo que alivia y ayuda a aflorar sentimientos y a tener la catarsis que a veces necesitamos. De modo que me siento complacido con eso, escribir, esa es mi misión y que alguna frase llegue al corazón del oyente, del público, a manera de hacerlo sentir bien, que encuentren algo de comprensión o una respuesta a lo que busca. A veces una frase de una canción es lo que nos conecta; mi responsabilidad es hacerlo con honestidad, no pensar las canciones, sino plasmarlas con el sentimiento que lleguen.
Hereda su pasión
Sus hijas han heredado la pasión por la música, Marla participó en el homenaje que le hicieron a Marco Antonio en los Latin Grammy, en Las Vegas, y Alison también está siguiendo sus pasos.
¿Qué consejos les das a tus hijas?
Lo que más les he recalcado es que deben tener disciplina, porque este medio es muy difícil; aunque en realidad la disciplina funciona en todo lo que hagas, es fundamental. Les he comentado que a mí eso me ha funcionado, para mí ha sido muy importante: levantarse temprano, ser respetuosas con ellas mismas, primero, y después con el público, con quien se encuentren en el camino.
La verdad les aplaudo que no hayan desistido de hacerlo, a pesar de que tanto su mamá (Cristy) como yo les advertimos mucho que la carrera de la música es más difícil en una mujer que en un hombre. Pero ellas tienen claridad en lo que quieren hacer, en casa las oímos cantar a todas horas, experimentar con la guitarra, con el piano; oyen mucha música de todo el mundo, lo que me sorprende, y están involucradas en lo que se escucha musicalmente; además escriben sus propias canciones y eso se los aplaudo, porque es bien importante para cada artista poder expresar, interpretar lo que sienten, no tanto así lo que les dan para interpretar. De esa forma llevan más honestidad en lo que hacen. E independientemente del éxito que puedan tener, creo que están haciendo lo que aman y eso se los aplaudimos, tanto su mamá como yo.
Frases
Ante el desafío“Todo el recorrido es hermoso, sin fracaso no hay éxito”.“El fracaso es quien nos presenta el éxito; porque sin errores no hay evolución”.“Todo lo difícil lo he utilizado para construir las cosas que valen la pena”.
25 años sin ellos
La agrupación que esta noche se reencontrará en el Estadio Azteca surgió en la década de los 70, cuando Marco Antonio y Joel Solís, luego de haber iniciado como dueto, fueron formando su grupo. El último concierto que ofreció la agrupación originaria de Ario de Rosales, Michoacán y que hizo historia en los bailes en las décadas de los 80 y 90, fue el 18 de mayo de 1996, tras casi 20 años de éxitos musicales. Temas como “Mi mayor necesidad”, “Cómo fui a enamorarme de ti”, “Tú cárcel”, “A donde vayas”, “Navidad sin ti”, “Acepto mi derrota”, y “Quiéreme” son los que dieron éxito al grupo. Tras 25 años de su separación, Marco Antonio Solís, Joel Solís, Pedro Sánchez, José Guadarrama, Eusebio “Chivo” Cortés, José Javier Solís y Roberto Guadarrama volvieron a reunirse en los escenarios, en la gira “Una historia cantada, primero en Estados Unidos y después en foros de México.
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