‘Los dos Papas’: Cinta no es sobre religión, sino poder

El director brasileño Fernando Meirelles explica que su filme, que estrena el viernes 20 de diciembre en Netflix, no es una película católica, a pesar de tener un lado espiritual.

Interpretan la realidad de dos personajes de la Iglesia. especial
Buenos Aires, enviada /

La cinta Los dos papas del brasileño Fernando Meirelles, es, sin la menor duda, un ejercicio de retórica y debate con muy pocos precedentes en el cine, mucho menos en esta nueva era de plataformas digitales. Pero encabezada por los extraordinarios actores Anthony Hopkins (Ratzinger) y Jonathan Pryce (Bergoglio) esta es una de las cintas con más alimento para las ideas que se han realizado en mucho tiempo.

Basada en hechos reales, la historia gira alrededor de los dos hombres que encabezarían la Iglesia católica desde perspectivas muy distintas. Y como, el autor Anthony McCarten, imagino que pudo haber sido esa conversación e incluso amistad que permitió que Benedicto abdicara, sabiendo que lo más probable era que en su lugar quedaría un jesuita liberal. Antes que nada, tanto el autor como el director quisieron dejar algo claro, había que hablar de la razón de esta inaudita renuncia, pero no querían que de eso se tratara la cinta. Meirelles lo explicó así.

“El padre Maciel empezó gran parte de esto. ¿Sabes que teníamos más diálogo sobre el padre Maciel y lo filmamos y nos quedamos con muchas de esas líneas? Pero luego, este tema es tan, tan enorme que esto se hubiese convertido en una cinta sobre la iglesia y la pedofilia, así que decidimos cortarlo. Lo mencionamos y sabemos de qué están hablando, pero prefiero no ir por completo ahí porque si no la cinta no se trataría de dos hombres tratando de encontrar un punto de partida en común, sino en una película de los problemas de la Iglesia, fue una decisión. Mi decisión. El no entrar tanto al tema en la cinta”.

Una vez que tenemos claro que no se trata específicamente de ese escabroso tema, podemos concentrarnos en la historia de los hombres que, partiendo desde posturas absolutamente opuestas, pudieron encontrar lugares en común en conversaciones como la amistad, el futbol y hasta cómo se debe bailar, no es broma, el tango.

“Hay fe en contar historias, no una fe religiosa. Es una cinta sobre dos papas, pero yo no la veo como una cinta sobre religión. Es un cinta sobre poder, del perdón y muchas cosas más. Por supuesto que tiene su lado espiritual, habla de algo sobre nosotros, pero no de una forma católica. No es una cinta católica”.

El caso del gran Jonathan Pryce es uno increíble, porque además de ser uno de los actores más reconocidos del teatro, cine y televisión, tiene también la interesante distinción de haber interpretado a otro muy conocido, aunque a veces infame personaje de la historia Argentina: Juan Domingo Perón. Interpretó a este hombre que tantos consideran dictador en retrospectiva en la película del musical Evita, al lado de Madonna en los 90.

“Creo que es una enorme coincidencia que yo esté interpretando a estos dos grandes personajes de Argentina y solo estoy muy agradecido que me han aceptado al interpretar estos personajes, que no me hayan reclamado nada. Especialmente el papa Francisco, es un gran honor interpretarlo, y no de manera iconográfica, sino una imagen completa del hombre, del que fue y del que se ha convertido”.

Más allá de sus dotes como actor, el parecido de Pryce es impactante en la cinta. Sin embargo, para él lo más importante de este proyecto fue siempre el mensaje que una historia de diálogo, perdón, arrepentimiento y comprensión puede tener en tiempos como los nuestros.

“Estoy muy gratificado con la respuesta que la cinta ha tenido, tanto entre los católicos como los no católicos. La mayoría de mis amigos no son católicos o dejaron de serlo y la gente sale de las proyecciones muy conmovidos y pensando que tal vez algunos de ellos sí deberían volver a la Iglesia. Pero la reacción más grande que yo obtuve es que la gente la encuentra muy conmovedora porque se trata de dos personas, buenas personas, interactuando de una manera llena de compasión y comprensión, y entendiendo que pueden discutir y debatir por ellos mismos. Los líderes de nuestro mundo hoy en día, todo tiene una connotación negativa o se trata de ellos mismos, sus egos”.

 Aunque, igual que con otras películas de Netflix, esta se estrenó tres semanas antes en salas de arte e independientes, el viernes 20 de diciembre ya se podrá ver en la plataforma y sin la menor duda ha aparecido y seguirá apareciendo entre lo mejor que se ha hecho este año en lo que a largometrajes se refiere. 

  • Susana Moscatel
  • 25 años de periodista y conductora de entretenimiento. Ha publicado tres libros, traducido 18 obras y transmitido el Oscar y el Tony, entre muchos otros. Escribe de lunes a viernes su columna Estado fallido.

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