Mägo de Oz arrasa con su metal sinfónico en CdMx

La banda hizo un recorrido por sus éxitos, acompañada de la Orquesta Sinfónica de México, en el marco del espectáculo Diabulus in Ópera

Los integrantes del grupo agradecieron el apoyo de sus miles de fans.
Editorial Milenio
México /

A paso presuroso jóvenes salieron del metro Ferrería, porque sabían que el trecho entre su transporte y la Arena Ciudad de México era largo, aún había tiempo, pero prefirieron ser precavidos; a su llegada, algunos detuvieron la carrera para apreciar a un joven, vestido como la Bruja Mala del Oeste, que ofrecía su mejor interpretación al violín, algunas monedas fueron la recompensa del esfuerzo.

De pronto, uno miró el reloj y decidió entrar al recinto, al lado de sus amigos entregaron sus boletos y caminaron hasta el área de cancha, ahí se unieron a los miles que ya estaban en la zona o que ocuparon las butacas, todos listos para aplaudir a Mägo de Oz que regresó a la Ciudad de México para presentar el espectáculo Diabulus in Ópera.

Javier Domínguez "Zeta", Txus di Fellatio, Mohamed, Frank, Carlitos, Patricia Tapia, Javi Díez y Fernando Mainer aparecieron en el entarimado hasta las 22:13 horas, pero con solo verlos sus fanáticos olvidaron la larga espera. La Orquesta Sinfónica de México logró fusionarse con la propuesta heavy metal del grupo en "Dies Irae", parte de su álbum Gaia III: Atlantia.

Cobijados por una estructura teñida de rojo, que cambió luego a verde y después a amarillo, con la figura de un diablo como protagonista, entre rostros, ángeles caídos y esqueletos, Mägo de Oz arrasó, provocó euforia con cada canción, como "Diabulus in música" o "Alma", durante la que cinco catrinas bailaron y provocaron como reacción orgánica el gesto maloik entre los presentes.

"Buenas noches México, esta noche Mägo de Oz no somos los que estamos aquí arriba, sois vosotros y por eso estáis obligados a cantar bailar y gritar... Gracias México por darnos vuestra alma", expresó lleno de energía Zeta; con el puño al aire los mexicanos se comprometieron a que así sería y lo cumplieron a cabalidad.

"México estoy seguro que está noche será inolvidable", prometió Domínguez antes de dar paso a "Sueños dormidos", en la que otra mujer que emuló a la muerte bailó flamenco. "¿Cuánto quiere México a Mägo de Oz?, y ya sabéis cuánto os queremos", dijo Javier para entonar "Siempre", mientras "nevaba" en el escenario y para darle calor a su banda el público encendió sus celulares.

Luego, Patricia se encargó de enchinar la piel con su interpretación de "O mio babbino caro", aria de la ópera Gianni Schicch. "Muchísimas gracias México, es un gran placer estar compartiendo con ustedes esta noche", mencionó la intérprete. "A costa de morte" fue la siguiente explosión de energía, con uno de los integrantes de Débler en la batería.

Una tonada sonó más que familiar, con la ayuda del teclado Javi regaló "Recuérdame", parte del soundtrack del filme Coco, con lo que puso un ambiente que combinó la nostalgia con el júbilo y el público en un coro monumental le puso voz a la melodía. La emoción no disminuyó cuando tocó el turno de "Gaia", en la que al finalizar, Zeta tuvo que recuperar fuerzas en un silla al centro del entarimado.

Para celebrar 30 años en la escena del metal, la banda proyectó un video a especie de tributo de la magia que ofrece todavía a sus seguidores. La gran pantalla suspendida sobre la cabeza de los músicos mostró imágenes densas como preámbulo de "Ilussia", tras la que el vocalista se dio tiempo para presentar "uno a uno" a los integrantes de Mägo de Oz.

"Viváis todos, cabrones", exclamó Javi, para que entonces Txus, Zeta y Patricia unieran su talento y a una sola voz ofrecieran "La rosa de los vientos". "Hechizos, pócimas y brujería" provocó una vez más que la energía se desbordara y los presentes en la Arena Ciudad de México refrendaran el pacto de cantar, bailar y gritar.

Una cruz invertida robó la atención, mientras sonaba, con gaitas incluídas, "La cantata del diablo (Missit me Dominus)", en la que el invitado a presenciar la lucha entre dos ángeles negros y dos blancos, así como para alzar su voz, fue el líder de Débler. El estruendo sonoro parecía que ponía el punto final de la noche.

Sin embargo, la banda escuchó el ruego de sus fans y tras un encore regresó para que Tapia deleitara con "Revolución", parte del repertorio de su proyecto solista Khy. Pasada la media noche, con la gratitud a flor de piel, Mägo de Oz dio por terminada la velada con "La costa del silencio" y la favorita "Fiesta pagana".

CLAVES

Teloneros

La encargada de calentar los ánimos en la Arena Ciudad de México fue la banda de metal sinfónico Débler.

"Llevamos dos días aquí y de verdad sois maravillosos", expresó Rubén, vocalista de la agrupación madrileña.

La alineación que surgió en 2013 ofreci, entre otras canciones, "El ritual de las llamas" y su más reciente single "Sentencia final".

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