“No son mis palabras, me lo dijo Manolo —dijo la actriz Teresa Ruiz cuando le preguntamos a ella y a su director, como describirían esta cinta basada en el libro de Juan Pablo Villalobos—: Es un cuento de inocencia, resiliencia, sombreros e hipopótamos”.
“Para mí era muy importante tocar el tema de la paternidad, de cómo la vida te sorprende y te das cuenta de que tu padre es un ser humano y comete errores —añadió Manolo Caro—. En este caso, llevado al extremo porque está en el marco de algo terrorífico que estamos viviendo en nuestro país que es el narcotráfico. Es importante que, a pesar de que la película toca esa atmósfera, podemos empatizar porque todos tenemos ese momento en la vida que nos damos cuenta de que nuestra mamá no es esa superhéroe y nuestro papá se equivoca. Eso duele porque ahí es donde sabes que tienes que salir a ser el hombre o la mujer que se va a enfrentar al mundo. Retratar al mundo del narcotráfico a través de los ojos de un niño era clave para darle distintas aristas”.
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Para diferenciar esta cinta de tantas otras producciones que se han hecho con esta temática, Manolo recalcó: “A mí me parece alarmante que todo se haga a través de la apología. En el mundo del narco nadie gana. Hay una generación huérfana de niños que pareciera que no tienen otras opciones en la vida más que armarse y salir a delinquir, como si no hubiera otro oficio. De eso va la película, la paternidad enmarcado en esta atmósfera”.
Destacando las cualidades redimibles de los personajes adultos, como el que interpreta Manuel García-Rulfo (El abogado de Lincoln), Yolacaut, Manolo comparte: “De eso va la película, de la paternidad enmarcada en esta atmósfera, lo cual lo hace siniestro, pero amoroso; es importante remarcar las dos cosas en esta historia. Lo mejor que podemos hacer es tratar de educar a las nuevas generaciones desde el amor mientras logramos alejarlos de lo siniestro”.
“En la película pareciera que es solo una familia viviendo en una casa, y luego te das cuenta de las capas que hay. Mi personaje tiene un imperio afuera y cuando aparece nos damos cuenta de que sabe que todo se tiene que empezar a derrumbar —destacó Teresa—. Creo que mi personaje se encarga de introducir un poco la tragedia y el derrumbe de ese sueño”.
Algunos problemas
Respecto a los grandes retos de filmar Fiesta en la madriguera está, sin duda, que salir del set para ir a cumplir los caprichos de un niño.
“Sí fuimos a África, y sí son hipopótamos de verdad. Porque hasta entonces todo sucede en la madriguera que filmamos en Guadalajara. La única vez que salimos de ahí fue hasta África, porque era un berrinche del niño: quería buscar hipopótamos enanos, y el viaje lo hicimos todo el equipo. Imagínate, de estar todos encerrados a darnos cuenta de que es otro universo. Todo nuevo. Manu se reía porque nos decía: ‘Aquí todo nos pica. Nos pica el mosquito, nos pica la planta, pica no sé qué’… eso hizo que la película tomara otra dimensión. Eso viene del libro, por supuesto, y hace que la película tenga mucha más dimensión”.
Teresa nos narró con qué herramienta ofrecida por su director trabajó: “En la madriguera de por sí todo era una selva, todos los actores teníamos asignado un animal. Yo era una guacamaya, entonces Manolo me trajo guacamayas; pasé mucho tiempo con ellas. Ahora que veo la película y puedo ver los guiños que hago a esas aves”.
Manolo Caro declaró en más de una ocasión que él no estaba interesado en trabajar historias de narcotráfico; Fiesta en la madriguera no solo lo motivó, si no que le dio una perspectiva distinta y muy importante para acercarse al tema.
“En estos años que he estado fuera de México, me ha dado por madurar (risas), y me di cuenta de que si no te incomoda lo que estás contando, si no te inquieta, no hay porque contarlo. Y, por supuesto, cuando leí el libro dije: “Uff”. Es justo lo que no quería hacer, pero había algo en la historia de amor del padre y el hijo, que no podía dejar ir”.
Para el también director de No sé si cortarme las venas o dejármelas largas y de La Casa de las flores, “es la mejor película que he hecho”.
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