La invención incesante de conceptos musicales, el conocimiento de diversos géneros, la búsqueda continua de sonidos entre la naturaleza y lo electrónico, aunado a la exploración de la ingeniería en audio forman parte de las premisas de creación de Martín Díaz Vélez, compositor argentino radicado en México, quien finalizará este 2021 con la entrega de “Versos” dentro de Multiversos Rotos, así como una nueva pieza en Juegos Infinitos titulada “Frecuencias Radioactivas”. Estos dos materiales paralelos no se encasillan en un género, por el contrario, detonan las posibilidades de la música y buscan llegar a más públicos.
En entrevista con MILENIO Puebla, el compositor hizo un recorrido de su trayectoria profesional y reveló parte de su poética de trabajo, así como la apreciación de su obra en la volatilidad de la industria musical, ante los nuevos retos que implica ser artista independiente. En ese sentido, comentó los próximos proyectos de composición dentro de los estudios de grabación.
“Llegué a México hace seis años. Soy músico desde hace 26 años y cuando empecé la cosa era muy distinta. En un punto empecé a interesarme por la grabación, quería grabar mis propias cosas, estamos hablando de 1998-99. Tocaba en bandas, pero en 2004 pasó el incidente de Cromañón en Argentina, donde murieron 194 personas y cada vez fue más difícil encontrar dónde tocar”, recordó.
“Estudié en el conservatorio y en un punto estaba con mi banda (Las locuras de Nicodemo) y tratamos de grabar un disco que no salió. Seguí con mis maquetas en casa y en 2011 empecé a subir cosas en SoundCloud, uno de los primeros streaming para creadores. Yendo a un viaje de trabajo en Minnesota, a 28 grados bajo cero, estaba en un estudio donde grabó Prince y Bob Dylan años atrás y pensé: ‘¿y si empiezo a sacar temas, mis sencillos, y cuando complete una cantidad lo convierto en álbum?’. Entonces, inicié con los conceptos”.
De esta forma llegó su primer material: “Cuadros” (2013-2015), considerado por el cantautor como “un disco hogareño”. Sin embargo, el crecimiento siguió y una vez establecido en México un nuevo concepto vio la luz: “Extranjero”, grabado entre 2015 y 2020: “Fue el disco bien hecho, grabado en grandes estudios”, calificó el artista, donde se encuentran temas como “Castillo de Naipes”, “Sin red” y “Condenado”.
No obstante, un tercer disco inició el año pasado “Multiversos Rotos”, un material empezado en casa, pero con mayor nivel de estudio y de calidad sonora. “Es el disco pandémico, donde empecé a tener escarceos con la electrónica y hay una canción de protesta (Tango Loop Eterno)", dijo. Sin embargo, este proyecto aún no cierra, pues este 2021 la audiencia podrá conocer una pieza más titulada “Versos”, próxima a lanzarse el 17 de diciembre.
Por otra parte, “Juegos infinitos” es considerada por su creador como “volúmenes, me gusta llamarla como espacial, es música experimental. Cada juego tiene que ser distinto al otro, son cosas muy experimentales, no es ni de cerca música pop. En Multiversos tienes el tema audible, mientras que Juegos Infinitos es lo experimental, busco divertirme”.
Crear en tierras mexicanas
El cambio entre México y Argentina no solo marcó la rutina del compositor, sino también los dispositivos para crear. Al ser cuestionado sobre cómo han sido los procesos en nuestro país, destacó la accesibilidad de elementos, pues “México tiene mucha música. Hay gente tocando todo el tiempo. Me gusta la música mexicana tradicional, varios ritmos folclóricos, variedad de instrumentación”.
“Estar en la música por las razones correctas”
Dentro de los motivos que lo llevan a la composición, Díaz Vélez resaltó sus influencias musicales, motivos y valoraciones sobre la actual industria musical: “Mis mejores temas son los más complejos y los que menos le gustan a la gente (ríe). Es una cuestión más rara, en ‘Multiversos Rotos’ tengo una bossa nova, instrumentales, piezas académicas, rock, música electrónica, me gusta tener un poco de todo. Me gusta mucha música: Frank Zappa, The Beatles, Beethoven, música de jazz, algo de pop, y estas influencias convergen y hacen otras cosas”.
Asimismo, comentó que entre los retos de los artistas independientes, en estos últimos dos años marcados por la pandemia, se encuentra llegar a más audiencias a través de las plataformas digitales, sin embargo, apostó por lo orgánico, es decir, por un auditorio que se sienta identificado con su música.
“El reto es la gente. Este año realicé presentaciones en redes sociales. El tener a la gente en un solo lugar es imposible, entonces, lo mejor es encontrar y tener un público más orgánico. Me gusta ir creciendo poco. Uno no está en esto por el dinero, sino por la pasión, hay que estar en la música por las razones correctas. El arte está mucho más arriba que nosotros”.
En ese sentido, explicó los desafíos de la actual industria, donde el concepto del disco “está pronto a desaparecer” debido a la creciente demanda de los públicos por consumir. En respuesta, Díaz Vélez apuesta por un proceso artesanal de cada una de las piezas, donde el aprendizaje constante marca el camino y el artista independiente se permite experimentar. El resultado es un trabajo que comparte una experiencia especial con su auditorio.
“No hay mucha ganancia que digamos en la música independiente. Ahí es donde se dice que es un pésimo negocio, como afirmaban Los Prisioneros. Gana más el que hace iTunes que el que hace los discos. Para las nuevas generaciones queda una buena historia, canciones, pero su rol es cambiar esto. Pienso que ‘mientras miro las nuevas olas yo ya soy parte del mar’, como decía Charly García”, finalizó el cantautor.
CHM