De pronto se escucha el ruido ensordecedor de las motores, es momento de presentar uno de los números más extremos del circo Soley: el globo de la muerte. Se observa a dos hombres ejecutar con precisión este espectáculo y de pronto se une un tercero, es apenas un niño; se trata de Mateo quien apenas con sus nueve años y luego de varios minutos de haber demostrado sus habilidades se ha ganado el respeto, el cariño y los aplausos del público.
Su madre es de nacionalidad rusa, es patinadora profesional en pista de hielo y su padre ahora es uno de los gerentes de este circo, pero años atrás participaba en el globo de la muerte. Mateo comenzó a los cinco años a involucrarse en el mundo circense con este espectáculo, desde siempre tuvo una inclinación por lo extremo y fue por eso que al observar que ya no le era suficiente la bicicleta decidieron darle su primera moto eléctrica para que aprendiera primero a conducirla y posteriormente entrar al globo de la muerte.
Erick Douglas, gerente general del circo Soley, platicó que su sobrino es actualmente el motociclista más pequeño en el país en el globo de la muerte. Dijo que es un orgullo que su familia tenga el amor y la pasión por el circo, refirió que es “algo” con lo que ya se nace y que se trae en el alma.
“En nuestro caso como nosotros dos hacíamos el globo de la muerte los dos sabiendo manejar motocicletas desde hace muchos años pues fue más fácil por parte de nosotros enseñarles a ellos. Tengo una niña de 7 años también al igual ya sabe andar en motocicleta obviamente acá abajo en el piso y que tiene ganas de ser motociclista del globo de la muerte, ya nacen ya lo traen. Al final son niños ellos salen cuando quieren”
Reconoció que Mateo es un niño y por ello su participación en el circo jamás será forzada, si un día no se levanta con el ánimo de presentarse ante el público se le respeta su decisión ya que se trata de que disfrute el espectáculo y nunca presionarlo para realizar las acrobacias.
Agregó que como en cualquier centro de trabajo hay un sinnúmero de riesgos, los artistas de un circo siempre están expuestos. Añadió que aunque se tenga especial atención en los protocolos de seguridad en ocasiones los fierros fallan y es cuando de pronto ocurren accidentes.
Erick Douglas informó que Mateo es el más pequeño del circo, él como todos los niños reciben una educación personalizada con maestros que los acompañan en sus presentaciones a lo largo de la república ya que una formación académica siempre será importante para toda persona.
“Es un orgullo, es una emoción darte cuenta que el circo no muere, que el circo sigue adelante con este tipo de cosas de ver a las generaciones nuevas que les llama la atención. Hace rato mis hijas y otras niñas del circo había un tubo en el suelo y ya estaban equilibrando, su forma de jugar ya es imitar lo que se hace en el show, ya traen esas ganas y para nosotros es bonito saber que vamo a seguir con el legado”
Mateo es de pocas palabras, con evidente nerviosismo platicó que siempre le han gustado las motos. Dijo que si fue algo complicado al principio saber cómo guiar la motocicleta, también aprender a conducir en el globo de la muerte pero que afortunadamente ha logrado dominar sus emociones.
Su mamá se llama Natalia y su papá Paul ambos se conocieron al coincidir en una circo que llegó a México con pista de hielo, ahí nació el amor y los une el pequeño Mateo.
El circo Soley tiene 11 años de antigüedad , en el espectáculo que ofrecen en la Feria de Tampico hay más de 50 personas involucradas en los diversos números.