Michael Jackson, diez años sin ‘El Rey del Pop’

El intérprete de “Billy Jean” falleció en 2009, con lo que el medio del espectáculo a escala global se sacudió; dejó un legado musical y cultural que sigue vigente.

Jackson brilló no solo en los escenarios, sino durante toda su vida.
Agencias
Nueva York /

La noticia saltaba a las 17:44 en Ciudad de México. TMZ anunciaba la muerte de Michael Jackson a los 50 años tras sufrir un paro cardíaco, un suceso que aún estremece a sus millones de admiradores en el mundo.

Los medios nos pusimos bajo alerta, pero optamos por no apretar el gatillo antes de tiempo. La fuente, que con el tiempo ha demostrado ser solvente, no era por entonces sinónimo de fiabilidad. Jackson falleció el 25 de junio de 2009 por sobredosis de anestésicos en su mansión alquilada cerca de Bel Air.

Su deceso provocó un terremoto mediático en Los Ángeles, ya fuera en el centro médico de UCLA donde falleció, en el homenaje que se le dedicó en el Staples Center el 7 de julio o en el juicio contra su médico persona.

La autopsia reveló que una dosis excesiva de medicinas con una alta presencia de benzodiazepina, compuesto empleado para tratar el insomnio y la ansiedad, causó el fallecimiento.

Sorpresivo deceso

El médico Conrad Murray, reconoció que, tras inyectar los sedantes al artista aquella mañana, abandonó la habitación donde se encontraba para atender unas llamadas. A su regreso, se encontró a Jackson inerme y sin pulso sobre la cama. Murray fue sentenciado a cuatro años de cárcel en 2011 por homicidio involuntario.

Nada, al menos en la esfera pública, hacía presagiar ese final. Apenas tres meses antes, Jackson había anunciado su regreso a los escenarios para julio con un evento de despedida compuesto por 10 conciertos en el O2 Arena de Londres que llevaba por nombre This Is It (Esto es todo), un título de lo más premonitorio. “Estas serán las funciones con las que se bajará el telón”, dijo el artista, muy delgado y con aspecto frágil durante su breve intervención.

This Is It iba a ser el broche de oro a la carrera de Jackson, su regreso por todo lo alto tras años de ausencia en los escenarios, un declive en el que se vio sumido tras ser acusado de pederastia y llevado a juicio en 2005.

Fue declarado inocente, si bien su imagen pública nunca se recuperó plenamente y sus excentricidades —relacionadas con su apariencia y las actitudes con sus propios hijos— y problemas económicos generaban más titulares que su arte -su último disco de estudio, Invincible, fue lanzado en 2001-.

Jackson quería acariciar a su público una vez más con nostalgia en su carrera, forjada ante la mirada implacable de su padre, Joe, a quien el artista llegó a acusar de abusos físicos y emocionales.

Esa turbia relación fue el origen de su devoción por los niños, principal fuente de críticas para sus mayores detractores. De hecho, el reciente documental Leaving Neverland narra los supuestos abusos sexuales de Jackson a dos menores de edad.

La polémica, 10 años después, le sigue rodeando. Y sus tres hijo (Prince Michael, Paris y Blanket) crecen sabiendo que nunca encontrarán mayor alivio y acomodo que ese luminoso e inigualable legado musical que aún emociona a millones de personas.

Aunque ya contaba con éxitos, Jackson conquistó la fama en 1982 con el lanzamiento de Thriller que, según el libro Guinness de los Récords, continúa siendo el disco más vendido de la historia y el primero que logró rebasar las más de 100 millones de copias en todo el mundo. Jackson se convirtió en uno de los mejores bailarines del mundo y hoy su legado queda intacto.

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