Miguel Ángel Silvestre interpreta a Paco nuevamente, en la segunda tenporada de la serie 30 monedas, que se estrenó hace dos años en HBO, y que acaba de lanzar su segunda temporada.
Bajo la premisa de que al obtener las piezas por las cuales Judas traicionó a Jesucristo se podría revertir todo lo que el cristianismo ha marcado en la historia, Paco tiene que conciliar batallas con demonios y gente de supuesta fe para evitar que esto suceda.
M2 platicó en exclusiva con el actor de Velvet y Sense8 para entender el fenómeno de culto que ya está presente en las pantallas en su segunda entrega.
¿Tienen la misma importancia el bien y el mal para el tejido existencial?
A mí me gusta observar siempre a la naturaleza. Al hombre a la mujer, el fuego el agua, el sol y la luna, la noche y el día. Así están los polos, y así como creo que para que exista el día debe existir la noche, pienso que para que exista el bien, quizás tenga que existir el mal. Es algo que a Alex de la Iglesia, que sí es teólogo, siempre le ha interesado mucho. La parte obscura. Y curiosamente hablando con sacerdotes, no precisamente por este proyecto, nos dijeron que si crees en Dios también tienes que creer en el demonio. Es algo que muchas veces no nos hemos ni preguntado. Una vez dicho eso, esta serie tiene también fantasía y puntos cómicos. No sé si el miedo parte del mismísimo que hay en la serie, pero se disfruta mucho.
¿Es como ir de lo profano a lo sublime?
Exacto. De hecho HBO le dio carta blanca a Alex de la Iglesia para esta temporada. Como a la primera le fue tan bien le dieron hasta más dinero. Así que se pudo a escribir y diseñó por completo a todo el infierno para la segunda temporada. El infierno diseñado por Alex de la Iglesia es algo muy gracioso.
¿Fue difícil regresar al personaje después de dos años?
Sí, pero es una serie que tiene mucha postproducción, así que yo peleo con almohadones verdes y ellos hacen los monstruos de tres metros ahí. Y por eso se demoran tanto, pero vale la pena. El resultado es verdaderamente sorprendente.
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La vida y el infierno se les mete por la ventana a tu personaje y al de Elena, ¿verdad?
Por completo, pero en la primera temporada ellos están en shock porque pasan cosas muy locas, como una vaca que da a luz a un bebé humano, uno que a los 15 años es medio gigante. En la segunda temporada ya no les sorprende nada de lo que han vivido y lo que buscan es salvar su vida. Y en mi caso la de Elena.
¿También piensan los personajes en la vida después de esta vida?
Eso es. A mí por cierto es una de las cosas que más me inquieta. Si tu buscas en mi Google lo primero que ves son ovnis, Más allá, realidades paralelas, muchas de esas cosas no nos podemos explicar.
Se incorpora el gran actor Paul Giamatti, ¿cómo fue esa colaboración?
Es malo, malo y muy gracioso. A mí me encanta porque en mi primera escena él me ofrece un plato de chorizo y yo lo llevo observando desde que voy a la escuela. Si alguien me hubiera dicho que voy a trabajar con Alex de la Iglesia y con Paul Giamatti, que en la escena me va a ofrecer un plato de chorizo, no te la creo jamás
¿Entonces aún no te la has creído? ¿Con todo el éxito?
Es muy curioso porque el otro día platicaba con una persona sobre el momento más dulce en la vida de un actor antes del primer trabajo y es porque vives en la esperanza de tener una profesión, de vivir de trabajar como actor. Por ahí tenía un profesor que decía algo bonito y sueñas. Pero cuando llega tu primer trabajo, comienzas con el miedo. El miedo de que sea el último. Y es un miedo que nunca te va a abandonar.
MGR