Molotov hizo cimbrar al Teatro Metropólitan, ante más de 3 mil fanáticos que celebraron con ellos sus primeros 24 años en la música, con un concierto acústico donde sus controvertidas letras se han convertido en himnos populares, además de mucha fiesta.
Desde muy temprano, decenas de personas esquivaban los incontables puestos ambulantes con camisetas, tazas, fotografías y memorabilia del grupo, intentando ocupar un lugar en la fila de acceso, que llegó a extenderse más de una calle y en la que se podía ver gente de todas las edades y estratos sociales.
Hombres, mujeres, adolescentes, algunos niños y hasta adultos mayores, se dieron cita en el lugar para disfrutar del poderoso rock que ha colocado a Molotov como una de las bandas más exitosas de las últimas tres décadas.
Minutos después de las 21 horas, gritos, chiflidos y aplausos, llamaban al escenario a los músicos, quienes aparecieron entre una tremenda ovación, que surgió espontánea luego de que se anunciara la tercera llamada.
Grandes clásicos
Los primeros éxitos que interpretaron fueron “Here We Kum“ y “Amateur”, con los que inmediatamente pusieron a cantar a cada uno de los asistentes, mientras algunos levantaban sus cervezas emocionados.
“Noko”, “Gimme Tha Power” (con un nuevo arreglo musical), “Rasta-mandita”, “Frijolero” y “Voto latino”, fueron otras de las canciones más coreadas de la noche, así como “Chinga tu madre”, que puso a todos de pie y a gritar a todo pulmón.
Con la energía que los caracteriza, Micky Huidobro, Paco Ayala, Randy Ebright e Ismael “Tito” Fuentes, siguieron interpretando varias de sus composiciones más icónicas, como “Marciano”, “Dance And Dense Denso”, “Blame Me”, “Mátate Teté” y “Puto”, así como algunos temas de sus más recientes producciones, entre ellos “Dreamers”, compuesta por Randy, batería y voz de la banda.
La presentación se prolongó por casi dos horas entre bromas y brindis con el público, apariciones de algunos músicos invitados, un percusionista y, sobre todo, muy buena vibra, demostrando que la agrupación está mejor que nunca y hay Molotov para rato.
Un condón inflado como globo rebotaba entre las butacas mientras los fans, con los celulares en la mano, registraban cada movimiento de los polémicos músicos.
El ambiente estaba tan festivo que tres hombres aceptaron subir al escenario a bailar e hicieron bromas acerca de su sobrepeso, mientras Molotov les cantaba “Cerdo” y trataba de calcular los kilos de cada uno.
De pronto, el grupo se despidió, las luces se apagaron ante la incertidumbre de los presentes, y una enorme rechifla no se hizo esperar.
Insultos, gritos y silbidos hicieron volver a los músicos, con el escenario a todo lo que daba, las luces volvieron a encenderse para que la agrupación interpretara la canción más esperada de la velada: “Puto”, cerrando la convivencia entre saltos y gritos histéricos de sus miles de fans, quienes una vez más acompañaron a sus ídolos en una fecha tan importante para la agrupación.