Pianista, compositor, arreglista, director de orquesta y docente, Arturo O’Farrill nunca quiso crecer a la sombra de su padre, el maestro del jazz latino Chico O’Farrill (1921-2001). Sin embargo, en los últimos años de su vida, formó parte de su orquesta, lo que le permitió contribuir en tres álbumes que cerraron el ciclo de una leyenda. Después de su muerte dirigió la agrupación durante algunos años.
“Nunca había querido estar en la orquesta de mi padre —dice entrevista desde Nueva York—. Traté de no confundir mi carrera con la suya, lo que sucedió es que tuve la oportunidad de traerlo de regreso. Ya era viejo en esos años y ya no tenía la habilidad para formar una orquesta, así que quise ayudarlo. Cuando tuvo la oportunidad de volver a grabar, después de 30 años, me sentí contento de ayudarlo y de mantener junta esta orquesta durante todos estos años”.
Al tiempo que grababa con la orquesta de su padre los discos Pure Emotion (Milestone, 1995), Heart of a Legend (Milestone, 1999) y Carambola (Milestone, 2000), iniciaba su carrera discográfica como líder con Blood Lines (Milestone, 1999) y A Night in Tunisia (32 Jazz, 2000). Su camino se desmarcaba de la sombra de su padre, aunque nunca dejó de lado su influjo ni ha negado el peso de su ejemplo.
La discografía de O’Farrill se enriquece con …dreaming in lions… (Blue Note Records, 2021), álbum grabado con The Afro Latin Jazz Ensamble, que incluye las suites: “Despedida” y “Dreaming in Lions”, inspirada en El viejo y el mar, de Ernest Hemingway.
Experimentar y crecer
El pianista recuerda a su padre “como una persona humilde, callada, que no gritaba mucho. Yo aprendí mucho de él. Lo que más aprendí es que el artista debe tener curiosidad e integridad. Tienes que experimentar y crecer, tratar de hacer lo que no has hecho antes, y contar con la integridad para ello. Yo tengo hambre por hacer siempre algo nuevo”.
O’Farrill dice que el público está sorprendido con su nueva aventura discográfica. “Me dicen que nunca habían escuchado algo así. Yo la califico de música de danza, porque la compuse para Malpaso Dance Company. Es un poco experimental, un poco trance, un poco jazz, un poco jazz latino, un poco de todo. Este disco refleja mi curiosidad e integridad, nunca hago el mismo disco, cada uno es diferente”.
Arturo O’Farrill dice que leyó El viejo y el mar a los 12 años. “Era uno de los libros que teníamos que leer en la escuela y me impactó mucho. Estaba en Estados Unidos y me sentía extranjero; encontré mucho de eso en el libro, porque el pescador ya está viejo y nadie quiere pescar con él: básicamente está solo. Me identifiqué mucho con esa alienación, yo era un solitario. Hablé inglés casi al segundo año de llegar, pero sentía que era de otro país. En esa época, en Nueva York no había muchos mexicanos y me sentía como el hombre de la novela: observando, esperando… A veces siento que todavía no pertenezco a este país”.
Y aunque todavía tenga esa sensación, si de algo se enorgullece es de formar parte del elenco de Blue Note Records a partir de este disco. “¡Imagínate, es una de las disqueras icónicas de la historia de la música! Llegar como músico, como compositor a la disquera fundada por Alfred Lion es un sueño realizado. ¡Todavía estoy esperando que me despierten! La gente de Blue Note es increíble, no trata de imponer su punto de vista. El diseño, el marketing, todo está de nivel mundial; trabajan muy duro para el artista. Eso permite que el músico haga su trabajo”.
Voz de compositor
Arturo se considera un buen pianista, pero tardó tiempo en sentir confianza como compositor, le pesaba la sombra de su padre. “Tenía miedo de ser comparado con él. Un día toqué con Chico en Lincoln Center y cuando llegué a mi casa había un mensaje en la contestadora de una persona que usaba un falso acento británico, y decía que no tenía ni 40 por ciento del talento de mi padre y que me veía en la calle comiendo de la basura”.
El insulto fue un disparador positivo, refiere Arturo O’Farrill. “Ese fue un momento de liberación, por primera vez en la vida pasé por lo que más había tenido miedo”.
Y además...Nominado al Grammy
Arturo O’Farrill recibió dos nominaciones a los premios Grammy 2022. Su disco Virtual Birdland (Zoho Music, 2021) con The Afro Latin Jazz Orchestra en la categoría de Mejor Álbum de Jazz Latino; la suite Dreaming in Lions compite como Mejor Composición Instrumental. “Me siento muy honrado... Estoy asombrado de todos los nominados en estas categorías. Felicidades a mis estimados colegas”, escribió en sus redes.
bgpa