Una noche norteña y llena de puro éxito fue la que se vivió durante este fin de semana en el Coliseo Centenario de Torreón, con la presencia de auténticas leyendas vivientes de la música mexicana como lo son Rosendo Cantú, Lalo Mora y Lorenzo de Monteclaro, con un cierre espectacular del grupo Pesado.
En lo que fue un aforo reducido por la contingencia, se requirió doble fecha para que los laguneros no se quedaran sin cantar cada uno de los temas que han marcado toda una época en el Regional mexicano.
A calentar motores
Los primeros en salir al escenario para calar las gargantas de los asistentes, los Cadetes de Linares de Rosendo Cantú, agrupación que no dejó nada guardado y sacó a relucir todo el repertorio que no puede faltar en las buenas borracheras.
Así, sonaron "Prenda Querida", "Una página más", "Los dos amigos", "Las tres tumbas", "El Palomito" sin faltar, por supuesto, de las más creadas "No hay novedad".
Siguió el turno del oriundo de la comunidad de Velardeña en Cuencamé, Durango, Lorenzo de Monteclaro, el cual, "por andar en el Coliseo perdió un amor que tenía", tal como lo interpretó al sonar "El Ausente" en su arribo al escenario tipo 360.
Lorenzo interpretó de una manera alegre cada uno de sus éxitos de 60 años de trayectoria, donde no perdía la oportunidad de acercarse lo más posible para interactuar con sus seguidores, incluso se le veía correr de un lado a otro para ponerles el micrófono para cantar "El Chubasco".
Con su sombrero tipo texana en color negro, cubrebocas y un saco que brillaba a su paso, interpretó "La carga ladeada" y sacó gritos de charro de varios entonados, seguido por "De mi lado te alejas" y sin faltar, "Abrazado de un poste", de las más esperadas de la noche.
Por su parte, Lalo Mora hizo su aparición sacando la algarabía de los presentes al sonar su característico tono grave en su voz, con temas para enamorados como "Bonita", "Aviéntame" y "Eslabón con eslabón".
Para cerrar su presentación, Lalo Mora y su mostacho no se podían despedir de su público sin cantar la canción que representa todo un himno del nacido en Los Ramones, Nuevo León, como lo es "El Rey de mil coronas".
El concierto se extendió hasta la madrugada y el público esperó hasta el final para la presentación del grupo regiomontano Pesado, el cual arribó a la Laguna con todos sus éxitos junto con los temas del disco "Desde la Cantina".
Los ánimos jamás bajaron ya que los presentes corearon cada canción al ritmo del acordeón y voz de Beto Zapata, quien en su oportunidad agradeció el recibimiento de los laguneros, fieles seguidores a su música.
Como parte de su repertorio, el grupo que vale lo que pesa ofreció un concierto con temas que hicieron vibrar a más de uno, al interpretar "Pequeño amor", "Mitad y mitad", "Humíllate", "Mi cómplice", "Te quiero, te amo", "Gracias por tu amor" y "Loco", con lo que cerraron una noche inolvidable para los amantes del norteño.
RCM