Por primera vez en más de una década, Beyoncé se encaramó al número uno de las listas musicales en Estados Unidos con su esperado álbum Renaissance.
Su sencillo Break My Soul es el primero de la estrella de 40 años que llega al número uno del Hot 100 de Billboard desde 2008, cuando lo hizo con Single Ladies.
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Su séptimo álbum de estudio también se alzó al número uno de la lista Billboard, anunció la empresa de entretenimiento. Es el mejor segundo debut del año, tras el de Harry's House de Harry Styles.
Renaissance también desbancó a la sensación mundial del trap latino, Bad Bunny, de la cima de la lista de álbumes del Billboard 200, donde Un Verano Sin Ti había ocupado el primer puesto durante cinco semanas consecutivas, que sumado al periodo en que fue publicado en mayo, duró siete semanas en total como número uno.
Muy bailable y repleto de guiños a la historia de la música disco y electrónica, el último álbum de Beyoncé irrumpió en la escena veraniega con fuerza.
Su voz tiene un lugar en Renaissance, pero lo que destaca es el llamado rítmico y urgente a la pista de baile, con un abanico de influencias que rinden homenaje a los pioneros del funk, el soul, el rap, el house y la música disco.
En las semanas previas al lanzamiento del álbum, Beyoncé lo anunció con un flujo constante de retratos brillantes de sí misma que en la última década se han convertido en su firma.
Pese a sus logrados vídeos musicales vanguardistas, el último disco de Beyoncé salió de momento sin imágenes.
A pesar de su influencia cultural y su indiscutible trono en el panteón de la música, las canciones de Beyoncé no han tenido históricamente el mismo dominio comercial que otras estrellas mundiales contemporáneas.
Pero Renaissance puede haber empezado a cambiarlo. El lunes, la Reina Bey publicó una serie de retratos en Instagram que incluyen un clip en el que aparece vestida como una bola de discoteca, sonriendo a la cámara mientras agita el dedo para señalar su condición de número uno.
hc