Bresh: "Hacemos nuestro esfuerzo para que se entienda que la fiesta es parte de la cultura"

La popular celebración, que comenzó en Argentina en 2016, llega a México con el afán de quedarse; "Uno no sabe qué es pasarla bien hasta que va a la Bresh", dice uno de sus organizadores.

La popular fiesta realizará su primera edición en México | Foto: Yair Hernández
Ciudad de México /

La conocí en un Bresh, perreando un reguetón de Tego”, cantan Ozuna y Tiago PZK en la canción Nos comemos; una frase que hace referencia a fiesta que nació y creció en Argentina, luego viajó con éxito por varios países del mundo, y este 2023 por fin visita México con el afán de quedarse.

“La Bresh tiene vida propia y en vez de ser nuestro hijo es la madre. No creamos la Bresh sino que la descubrimos, tiene esta cosa que va para los lugares que ella quiere”, dice Alejandro Saporiti Bröder, fundador y director artístico de la celebración, en entrevista con MILENIO.

La primera edición mexicana de Bresh, que en esencia es como esas reuniones “que armabas en tu casa con unos amigos, que era una diversión espectacular porque podías divertirte sin que el entorno fuera hostil, podías poner las canciones que más te gustaban”, dice Bröder, ocurrirá el viernes 27 de enero en el Frontón Bucareli, recinto enclavado en el corazón de la Ciudad de México.

En la charla también están Juan Ernesto Jua.n.e, fundador y productor general, y Maize, DJ que se integró hace más de un año al proyecto.

Para hablar del génesis de Bresh en 2016, Bröder aborda el contexto que se vivía en Argentina en ese entonces: “Éramos chicos de veintitantos años viviendo en la ciudad de Buenos Aires, que tiene una tremenda oferta cultural pero a nivel nocturno estaba teniendo algunas situaciones muy hostiles. No lográbamos encontrar en esa oferta un lugar o espacio donde nos sintiéramos nosotros mismos”.

Foto: Yair Hernández

A falta de un lugar ideal, había que crear uno. Ese pensamiento detonó el surgimiento de Bresh.

“Fue muy fuerte la sensación de encontrarnos, de ‘Es la fiesta con la que estábamos soñando’. Y al poco tiempo se nos fue de las manos, empezó a venir gente que no conocíamos, de otras ciudades, aunque el sentimiento siguió siendo el mismo”, relata Bröder. “Es loco que al día de hoy la Bresh está casi en 14 países, es muy loco que a donde sea que vaya el público se siente de la misma manera”, añade.

Y Juan sentencia: "Uno no sabe qué es pasarla bien hasta que va a la Bresh".

La fiesta, parte de la cultura 

Desde el principio, Bresh tuvo como foco el generar comunidad: que gente de distintas edades, localidades y estratos sociales fuera parte de una experiencia colectiva: "Me han contado personas que están en la fiesta sin conocerse, de pronto suena un tema que les transmite nostalgia y ya están saltando juntas. Ese proceso a través de la música", apunta Juan.

Maize conoció el encanto de esta sensación comunal en 2017, aunque en ese entonces estaba inmersa en el mundo laboral y estudiantil, “pero pasaron los años y tenía muchas ganas de conectarme con una parte más artística, decidí comprarme un controlador y empezar a tocar a mi casa”.

Pronto Bröder, buscando talento, dio con las creaciones de la DJ y la contactò: “Tuve una llamada con él y coincidimos en que el DJ no es DJ porque pasa la música que a él le gusta, sino que en realidad tiene que ser curador, entender qué es lo la gente quiere escuchar; no es para ti, es para los demás”, rememora la artista.

“Dejé todo: al principio el trabajo, después la facultad. Me acuerdo que cuando le conté a mi familia, mi hermano me dijo ‘¿Estás segura?’, y para mí esto es lo que tiene que ser”.

Conectar a los jóvenes, generar un espacio inclusivo y seguro, y seguir expandiéndose por el mundo son algunos objetivos de la fiesta. Otro es: “Hacemos nuestro esfuerzo para que se entienda que la fiesta es parte de la cultura, que tiene un montón de valores y cosas importantes”, señala el productor general.

“Hasta las fiestas tienen un lugar inferior en la categoría de eventos, como decir: lo mejor que hay es una ópera, después un concierto de rock, luego una fiesta electrónica… Las fiestas tienen un potencial transformador enorme porque la gente, cuando la está pasándola bien, tiene el corazón abierto; en ese momento estamos ahí, todos sonriendo con una canción de Daddy Yankee y no hay nada que nos separe”, explica Bröder.
“Genera un sentido de pertenencia de gente que no se encuentra en otros lados, pero se puede encontrar ahí mismo”, suma Maize.

Por último, el director artístico resalta que Bresh, “como está hecha con mucho corazón y coraje”, suele inspirar a sus asistentes: “Casi sin darte cuenta sales como ‘A la chica le voy a decir que me gusta’, te da power para afrontar los problemas de la vida diaria. Me parece que ese es el poder transformador que puede tener la fiesta”.

Anuncio de la fiesta | Especial

hc

  • Yair Hernández
  • juan.hernandez@milenio.com
  • Es periodista especializado en temas de cultura y entretenimiento. Actualmente trabaja como reportero para Milenio.

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.