Ante las adversidades económicas o cambios políticos, los conocimientos, experiencias y atributos acumulados por los trabajadores de la Camerata de Coahuila se maximizan para la producción de bienes, en este caso la misma música, a la que se agrega la producción de cantatas y óperas de gran calidad.
En entrevista para MILENIO, su director artístico, Ramón Shade, indicó que a poco tiempo de cumplir 29 años, la orquesta se consolida, además, gracias a la colaboración de los gobiernos estatal y municipal de Torreón, así como de la iniciativa privada puesto que a través de Efiartes, estímulo que se otorga para la producción de artes visuales, danza, música y teatro, entre otros, el empresariado respalda las creaciones de mayor aliento.
Del concierto que ofrecerán el próximo viernes a las 20:30 horas en el Teatro Isauro Martínez, Shade comentó que tendrá varias sorpresas. La principal es la Suite No. 2 de Stravinsky, escrita en el año de 1921.
Sin duda, ésta corresponde al personaje, mismo que Juan Gelman, al hacer la voz de Robert Craft, describió en “Miradas” como “precavido, supersticioso, lleno de un egotismo a toda prueba, caprichoso, buen bebedor, gastronómico exigente, buscador de la “utopía mamaria” del sexo opuesto, en suma, un hombre mucho más rico que la imagen intelectual, severa y casi teológica que se le supo fabricar”.
“La primera es Igor Stravinsky porque me dirán ¿qué anda haciendo con Haydn y con Chaikovsky? Sabemos que la Suite de El lago de los cisnes es de ballet, y en la Suite No. 2 de Stravinsky utiliza una marcha, un vals, una polka y un a galope; en esta obra Stravinsky se burla un poco a su manera, cáustica, con disonancias terribles en cada uno de éstos, de esas formas. Hay que pensar que también escribió tango pero si los pone uno en Argentina se van a horrorizar", dijo.
“La siguiente obra es el Concierto en Re Mayor de Haydn para Chelo con Fernando Morales, músico de la Camerata de Coahuila. Es importante decir que desde la pandemia (hay) una iniciativa, que ya traíamos desde antes, de aprovechar a los solistas de la misma orquesta. Ahora la actividad económica es difícil, ya se está enderezando todo después de la pandemia pero estamos utilizando a muchos de nuestros solistas que son miembros de la orquesta”.
En contexto, dijo que Haydn escribió dos conciertos para violonchelo que, junto con el concierto de Dvorak, forman el repertorio de los solistas con sinfónica; cualquier especialista en el instrumento deberá pues tenerlos en la punta de sus dedos, por lo cual sentenció Shade, se eligió a Fernando Morales pues los interpreta excelentemente bien.
“La enfermedad nos dijo qué hacer: poca gente, conciertos cortos, con separación y sin público. Poco a poco se fue integrando el público, poco a poco se fue aumentando el número de la orquesta. Muchos de ellos grabaron desde sus casas audios donde hacían algunas sonatas… yo sin músicos no soy nadie entonces me dediqué a platicar sobre algunas obras”.
Si bien la pandemia alejó al público de los conciertos, al utilizar las redes sociales, la orquesta logró captar a sus fieles seguidores, pero también a nuevos públicos, incluso de otros estados del país, así como de España y Venezuela. La gerencia en Mercadotecnia reportó un alcance de 800 mil seguidores, conexiones que pudieron ser de una o más personas para seguir a la Camerata de Coahuila.
Luego los músicos debieron volver a encontrarse con su público: “Fue muy cálido, la primera vez que en el teatro tuvimos público, fue muy emotivo por muchísimos motivos; mucha gente no regresó a los conciertos, cuántos muertos hubo en la pandemia, cuánta gente que no volvió. Estar con nosotros, gracias a dios, mucha gente de la sociedad, el volver a estar unidos poco a poco, era muy emocionante”.
No obstante, el director reconoce que junto a los músicos ha pasado otros momentos difíciles y uno de ellos fue la ola violenta que se vivió a partir del 2007 en la Comarca Lagunera.
Sin duda a éste periodo se le puede observar a la distancia como una pandemia social tras la declaración de guerra contra el crimen organizado que se estableció desde el gobierno de la República y que dejó miles de muertos y desaparecidos en la región.
“Cuando la inseguridad no suspendimos conciertos y curiosamente el público creció porque necesitaba ese cariño, es decir, hacer música es un acto de amor y matar gente es totalmente lo contrario… yo tuve que esperar algunas veces en la oficina después de algún ensayo porque había afuera una balacera, me tocó a mí, alguna vez recogiendo una partituras en la tarde en el teatro, estar en medio de una balacera".
“Afortunadamente eso pasó, lo hemos superado, la ciudad tiene tranquilidad; la pandemia ha pasado, vamos adelante... Lo que estamos haciendo ahora no es hacer crecer la orquesta sino cubrir plazas vacantes; yo creo que ahora no es el momento de crecer la orquesta”, dijo el maestro quien acotó, se busca a músicos principales de algunos instrumentos a través de las audiciones para mantener las plazas ya existentes.
“Existe un Comité Musical para cuando se va a tomar a una persona. No puede ser una decisión unilateral, única, que diga éste entra. No puede ser, y este comité está formado por los principales músicos de Camerata, hay una votación abierta y siempre hemos coincidido”, refirió el entrevistado quien refirió la llegada del maestro Ethan Eager como un activo valioso pues coincide en que es un gran músico pero también una excelente persona.
“Se conjugan dos cosas muy importantes. Hacer música es un acto de amor, uno no hace música por adquirir un poder social, económico o político y el que lo hace está mal, realmente es hacer música por el amor de hacer música. En el caso de Ethan es un excelente músico y muy buena persona, buen administrador también”.
EGO