"Escándalo", es la palabra que, según Catalina Plaza, define la esencia del proyecto del que es vocalista, Catalina y las Bordonas de Oro; ensamble chileno que renueva el bolero, pues "mezcla lo antiguo con lo moderno", como ritmos de montuno cubano contemporáneos.
En la antesala de su segunda presentación en Ciudad de México, el sábado 9 de noviembre en el Foro del Tejedor, la cantante expresa a MILENIO su emoción por, ante su fans capitalinos, ensalzar ese movimiento musical que desde diciembre del año pasado es Patrimonio Cultural Inmaterial, según la Unesco.
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"El bolero dio la vuelta al mundo, se toca en muchos lados, cada país de Latinoamérica tiene compositores muy importantes. Es la música más pasional y sencilla; es una mezcla se sencillez, virtuosismo y poesía", exalta la cantante.
El enfoque de Catalina y las Bordonas de Oro por esta corriente sonora comenzó a partir de las 'Noche de boleros' que hacían en recintos chilenos: "Llevábamos el repertorio clásico a los espacios, pero todavía no teníamos el concepto de modernidad, hasta que nos dimos cuenta que empezó a asistir gente joven".
Al notar su impacto en las nuevas generaciones, la banda, que tiene un EP en su haber (Escándalo, 2023) y donde figura Martín Silva, guitarrista al que se le ha visto con Mon Laferte, buscó un sonido propio, "que se fue dando de a poco y pronto se convirtió en una necesidad para no quedarnos atrás".
"La misma vida te obliga a estar al tanto", reflexiona Catalina sobre este momento canónico que orientó a la banda hacia la música que aquí tiene como héroes a Armando Manzanero, Agustín Lara y Javier Solís.
Al mencionar a México, una de las cunas del bolero, la artista resalta que es un país donde "la gente es súper fan, valoran mucho a los cantautores, la composiciones. ¡Aquí la gente tiene el concepto de lo pasional!".
"Queremos que en Chile y en todo el mundo se vuelva a escuchar esta música. Sacar a la gente joven de lo que está siento más mainstream y llevarla a esto para que se den cuenta dónde están nuestras raíces", confiesa sobre el objetivo de la banda.
Al momento, la agrupación mantiene buen paso en su país natal, prueba de esto es que ya figuran en la televisión local y en los premios Pulsar, dedicados a lo mejor de la creación musical chilena. Pero sus metas son mayores: "Llegar a festivales en cualquier lugar de Latinoamérica y a los Grammy, en algún momento".
"Es un proyecto con mucho futuro y todavía estamos buscando el sonido que queremos", agrega.
La formación de una cantante
A los 5 años, a Catalina la grabaron sus padres cantando en la casa. Pero el día que descubrió que realmente quería expresar sentimientos con su voz fue "cuando tuve mi primer trabajo en Punta Arenas, al sur de Chile, donde se canta mucho chamamé, chacarera".
"Fui a mi primer festival de música y dije 'Esto lo necesito por siempre'. A partir de ahí me dediqué a la música, tomé la decisión de irme a Santiago, la capital, donde se abrió el mundo del bolero, del tango, del vals peruano", rememora.
Desde entonces no ha parado. Y ahora entiende la música como un "todo" en su vida, porque "me ha dado las amistades más lindas, las experiencias más bonitas, he podido conocer lugares".
"Siento que todos deberíamos reflexionar qué tan bien nos hace la música para el cuerpo, el alma, el cerebro", expresa.
Al cierre de la charla con MILENIO, la cantante, que no deja de aprender y, sobre todo, disfrutar lo vivido, dice que en la actualidad "se ha perdido un poco" la colaboración con otros músicos, "pero estamos dispuestos a seguir creando; sabemos que es un proceso largo, pero creatividad no nos falta".
hc