A veces con sus compas, a veces va solito, o como le decía su abuela: 'tranqui, traquilito'. Así ha sido la carrera de Charles Ans, el rapero de Sonora que ha conquistado por primera vez el Pepsi Center de la Ciudad de México, tirando rimas que siempre puedes corear al ritmo de una cerveza.
Fue hace poco menos de un año cuando colgó su nombre en la marquesina del Teatro Metropolitan en dos ocasiones, un recinto que superó sin problemas y que le dejó un orgullo que se desbordaba en cada aplauso recibido.
Minutos antes de subirse a la tarima del Pepsi Center, MILENIO pudo platicar con Charles y sentir en carne propia esa emoción previa. Casi como si viera el futuro y el éxito que tendría esa noche, amenazó con escalar hasta el mismísimo Auditorio Nacional.
"Simplemente el ver tu nombre en la marquesina es algo muy bonito, el Metropolitan tiene un status, es algo que debes hacer. Acá en México tenemos la mayor cantidad de fans y estoy muy agradecido y sueño con el próximo año hacer un Auditorio Nacional",
Sueños cumplidos y por cumplir
Con 14 años, Charles comenzaba a acercarse a la música y a profundizar en sus emociones y pensamientos. Hoy, casi 20 años después, aunque reveló que no suele escuchar sus rolas, jamás negaría a aquel morro que soñaba a lo grande.
"No escucho ni las que hago ahorita; siempre he sido muy juzgón conmigo mismo. Una de las cosas que más disfruto es la creación, entonces una vez que grabo las rolas, sin mentir, solo las escucho si las toco en el show. Pero sí escucharía a ese Charles de antes porque no juzgaría a alguien que me hizo llegar hasta acá", dijo.
A menos de una hora del concierto, Carlos recapitula lo vivido en los últimos meses, como por ejemplo colaborar con la banda finlandesa The Rasmus.
"Por ahí llego la invitación. Estaban intentando seguir conectado con el publico latino y me tocó a mí ser ese primer artista de este lado con el que colaboran. Se los mandé, les gustó y qué loco porque de verlos en MTV a tenerlos enfrente es algo que no imaginaba", continuó.
Siempre con una gran sonrisa en el rostro y la emoción a tope, Charles a veces no suele dimensionar lo que está viviendo: ver conciertos llenos, ser detenido para dar una foto o un autógrafo, escuchar gente coreando su nombre, por solo mencionar algunas cosas.
"Nunca crecí queriendo ser músico por eso hay cosas que no dimensiono y conforme pasa el tiempo me detengo y digo 'estamos haciendo algo muy cabrón'. He estado en cinco Vive Latino, me han tocado cosas bien random; estoy viviendo el sueño, pero intento ser agradecido".
El amor vital de su madre
"Mamá me dijo cuidado con lo que hablas", "mamá me dijo que siempre sonriera", estos son apenas dos pedacitos de canciones en las que Charles nombra a su madre. ¿Qué tan importante es tu mamá en tu música?, le preguntamos, lo que le provocó un orgullo y un amor que era palpable en toda la habitación con la respuesta que nos dio.
"El que mi jefa ande acá es un pilar más. Me tocó una mamá muy espectacular, una mamá con la que nunca nos faltó amor. Es como si mencionara a mi superhéroe, por eso siempre sale en mis canciones y letras", finalizó.
Así, Charles se subió al escenario y en dos horas logró hacer reír, cantar, llorar, bailar a todos los que se dieron cita en el Pepsi Center. Al ritmo de rolas como Aquí Todo Está Bien, Andrómeda, Si Nunca Va a Amanecer y más, el rapero agradeció constantemente a sus fans y a la vida tocar tantas fibras.
Ahora, el próximo escalón sin duda tiene nombre y es Auditorio, también tiene apellido y es Nacional.
DAG