Poco menos de un año bastó para volver a tener en nuestro país a Arctic Monkeys, una de las bandas más importantes dentro de la escena de rock internacional.
Un día soleado no dejaba duda de que sería una noche inigualable. Bastaba con ver las redes sociales en donde se mostraban a centenares de fans acampando para ser los primeros en ingresar al Foro Sol.
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En calles aledañas y en las estaciones de la línea café del Metro las personas iban portando su playera con el rostro de su más grande ídolo: Alex Turner.
“Ese hombre es muy guapo y yo nunca voy a faltar a alguno de sus conciertos aunque digan que siempre tocan igual”, dijo Miriam, una seguidora que viajó desde Ecatepec.
The Backseat Lovers y Fontaines Dc se encargaron de hacer entrar en calor a las 60 mil personas ansiosas y deseosas de música.
Cayó la noche y apenas unos minutos pasadas de las 21 horas, Turner y compañía pisaron el escenario dejando escapar un grito ensordecedor en sus seguidores de un Foro Sol abarrotado.
Los asistentes, en su mayoría de playera y jeans negros, se movían al compás de la música en las primeras notas de Sculptures of Anything Goes, la primera rola de la noche.
La gente no paraba de ingresar aún iniciado el concierto debido al tráfico dentro de esa zona de la Ciudad de México mientras éxitos de la banda no dejaban de sonar.
Luego de cinco temas vino la primera interacción de Alex Turner con los fans en un español medio más que fluido: “Muchas gracias, México” lo que ocasionó una entrega total.
Temas como Arabella, Teddy Picker, Four Out Of Five, Knee Socks, formaron parte de la primera mitad del concierto.
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