Cualidad exploradora... Música del periodo entre el barroco y el clasicismo

Edición de Fin de Semana

Desde principios del barroco, la fantasía es una forma libre que tiene su origen en la improvisación.

Retrato de Telemman | Especial
México /

Las fantasías de Telemann, dice Israel Castillo, “son muy interesantes. Desde principios del barroco, la fantasía es una forma libre que tiene su origen en la improvisación. En la fantasía, el compositor explora la forma que busca y las cualidades del instrumento. Estas fantasías tienen esa cualidad exploradora y, de alguna manera, al salirse de la forma, Telemann encuentra una manera de expresarse más libre y de llegar directamente a la gente”.

Para el violagambista, “esta música que pertenece a un periodo de transición entre el barroco y el clasicismo es muy sencilla de escucharse. Es muy fácil contemplar las ideas del compositor de una forma bastante profunda. Hay ciertas convenciones de la época que también ayudan al compositor a darnos una idea de lo que él quería, porque cada tonalidad tiene una personalidad. Por ejemplo, el Do Mayor se usaba para obras fúnebres, el Re Mayor para cuestiones de la guerra o el Sol Mayor para cosas pastorales”.

El músico asegura que “Telemann quería comunicarse directamente con el público, ya que también quería vender sus libros, por lo que la música se vuelve una cosa fácil de negociar, digamos, tanto con el intérprete como con el público. Y sí, es música que le llega fácilmente a la gente. Yo he tocado estas obras para ancianos con demencia en Holanda y también en Guatemala en varias comunidades indígenas, y para mi sorpresa —y no — le llega muy fácil a la gente”.

Israel Castillo refiere que “tocar a Mozart es una de las cosas más difíciles del mundo, aunque su música suena con ligereza y dulzura, si bien Telemann tiene una complejidad distinta. La exploración que hace en las fantasías es muy propia, yo no recuerdo ningún otro repertorio que tenga este tipo de técnica en la viola de gamba. Tengo 28 años tocando y todavía no encuentro algo que se le asemeje. Hay otra música de Telemann para viola de gamba, pero estas fantasías son únicas, y han sido muy difíciles de abordar: por el estilo, la técnica y la forma en la que explora el instrumento”.

Esto se debe, abunda, a que “Telemann tocaba la viola de gamba. Se enseñó él mismo y esto crea una forma distinta de abordar el instrumento. Igual que cualquier otro compositor de viola de gamba lo hacía, él la exploró a su manera, pero no dentro de las convenciones de la época. También se enseñó a tocar el violín, la flauta y otros instrumentos —todo eso lo cuenta en sus autobiografías—, lo que se ve muy palpablemente cuando uno aborda el repertorio”.

Y además...

Sonido polifónico

Israel Castillo explica que “la viola de gamba es como un híbrido entre la guitarra y la familia del violín. Como la guitarra, tiene trastes, lo que hace que el sonido sea el de una cuerda al aire. Entonces, cuando uno toca un acorde de Sol todas las cuerdas están resonando, por lo que parece que uno está dentro de una iglesia. El sonido del violín es más definido, mientras que la viola de gamba tiene estos tintes polifónicos”.

bgpa

  • Xavier Quirarte
  • xavierquirartenuevo@gmail.com
  • Es autor de Ensayos de jazz y literatura (Editorial Doble A), es coautor de Por amor al sax y John Coltrane. Periodista especializado en jazz, rock y música contemporánea, sus textos han aparecido en los periódicos El Nacional, La Crónica y Milenio, y en revistas como Casa del Tiempo, Rock y Pop, Sólo Jazz & Blues, Círculo Mixup, La Mosca en la Pared, Cine Premier, Dos Filos, Sacbé y otras

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