"El éxito es poder materializar mis canciones", dice Daniel Quién, músico originario de Mazatlán que desde hace un lustro, cuando irrumpió con el disco Sin soltarte dejarte ir (2018), bulle en el ecosistema musical nacional.
Este 2024, Daniel está listo para una transición sonora que "no siento extraña porque se rige sobre lo mismo: hacer mejores canciones"; dejará atrás una etapa psicodélica, plasmada en su disco Magic Experience Band (2023), para dar paso a "un rumbo más energético, que exija mucho a nivel instrumental, vocal, escénico".
En plataformas de streaming como Spotify y Apple Music, ya se pueden escuchar dos temas que reflejan este 'cambio de aires', que lleva tintes de música regional: Fortuna y maldición y Mujer, eres letal.
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En entrevista con MILENIO, el cantautor define a Mujer, eres letal, lanzada el pasado 4 de julio, como "una canción que no existe dentro de otro panorama por los estilos que maneja, los cambios de ritmo. Todo se me hace divertido en ella".
Reconoce que en los últimos años se ha tomado "en serio" su posición como un proyecto que rebasó el limbo de 'ser promesa' para materializar una 'realidad'. Esto lo cimenta en ser "riguroso, pero tampoco a nivel violento". E innovar.
"Creo que soy capaz de las cosas y creo que hay un camino para lograr lo que te propongas, y me gusta estar en esa lucha. La música, al ser algo muy emocional y que te pone vulnerable, hay que saber aprovecharla para sacar lo mejor de ti", reflexiona.
El sinaloense voltea al pasado, donde tomaba la composición "como algo sencillo, que era parte de mí", y parte de ahí para explayar su evolución: "Nunca de manera retadora, pero es escribir más chido, grabar más chido".
Esto con el fin de captar "la atención del oyente" y así remover emociones... la mejor forma de afianzarse. "Mis canciones gustan a muchas personas, pero sobre todo a mí; me gusta crearlas, producirlas, darles ese análisis objetivo donde me doy cuenta de cosas que potencialmente pueden conectar".
"Me agrada el nivel de conexión profunda que las personas tienen con mis canciones", resume.
Su bioma creativo, Daniel lo nutre principalmente de la filosofía, gran pasión de vida; al ahondar en esta disciplina académica, primeramente reconoce que "vulnerabiliza más tus sentidos, te vuelve más sensible".
"Combinada con la música, me ha ayudado a transmitir, no solo yo sentir; saber que tienes un mundo y lo puedes exponer es una gran oportunidad, pero es complicado llegar al entendimiento de cómo sacarlo, que no solo se quede en la mente", suma al artista, que ostenta más de 364 mil oyentes mensuales en Spotify.
Profundizando en lo filosófico, cae en lo religioso, que le vale una confesión contextual de sus canciones: "Toda mi vida tuve apegos a los escritos bíblicos, te inician en muchas cosas: historia, poesía, filosofía, lenguaje profético. Creo que la Biblia es un libro que está valorado por cosas incorrectas, creo que la mejor forma de verla es como un gran trabajo de la escritura universal".
No para de exhibir intimidades, ahora manifiesta lo que la música le significa: "Un fenómeno bello. Es equivalente a ver un paisaje bello, como si vieras unas montañas con unos pinos que se ve bien chidos".
"Estimular los sentidos es un camino a la felicidad, porque si en el sentido auditivo está introduciendo a la mente cosas que son agradables, que son bellas, eso va a afectar directamente al ánimo, a tu cosmovisión de la vida", desentraña.
Y del silencio, que actualmente le resulta difícil evocar por todo lo creativo que tiene que hacer, comparte que es una especie de escape: "Busco esos momentos porque son buenos para la sanidad mental, sin tantos estímulos".
El creativo, con más de 360 mil oyentes mensuales en Spotify, cierra la charla con MILENIO invitando al concierto que marcará su transición sonora, el 21 de septiembre en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, en la Ciudad de México.
Y rememorando ese primer momento en que le agarró gusto al sonido de la guitarra eléctrica, su eterna compañera: "Estaba pasando la película de La Bamba, esa escena cuando Ritchie Valens está triste; me acuerdo que me cautivó ese sonido, sigue siendo mi instrumento favorito".
hc