Hace poco más de un mes, el pasado 28 de septiembre, Diego Torres supo que estaba nominado al Grammy Latino; hoy empieza a preparar maletas para viajar a Las Vegas y estar el próximo 18 de noviembre en la premiación.
Salir de la fiesta de la Academia Latina de la Grabación con el gramófono le emociona, y también le hace mucha ilusión ser parte de ese “momento histórico, porque será el reencuentro de todos los que nos dedicamos a la música y estamos en la industria, será el escape de ese cúmulo de emociones que hemos tenido contenidas por no poder estar en el escenario”, enfatiza en entrevista con MILENIO, al referirse al efecto que ha provocado el covid-19.
Aunque el cantante comparte que el tiempo de confinamiento, en su caso, “ha sido muy productivo”, pues además de realizar el disco por el que una vez más está en la competencia por el Grammy Latino, también le ha permitido “estar más con mi familia y disfrutar otra de mis pasiones: el ejercicio”; y hasta extrañar sus visitas a México, donde su paso por El Fogoncito, en la Condesa, “ya es una tradición, para disfrutar una gringa y unos tacos al pastor”.
Cuando hablas de tu nominación al Grammy Latino lo haces con mucha ilusión, como si fueras primerizo, pero ya lo has experimentado.
Por más que tenga años en la música se siente una alegría enorme, una gran emoción, porque trabajo duro para hacer un disco... hay mucho esfuerzo, muchos momentos de dudas, de interrogantes, de inseguridades, porque todos las tenemos, más allá de que hace mucho tiempo que me dedico a esto. Yo no soy de esas personas que se sientan cómodas, que se quedan quietas cuando tienen el confort. No, al contrario, hay que buscar y buscar, y me da mucha alegría que este disco (Atlántico a pie) esté nominado, porque es un material diverso que me ha permitido hacer un puente con un montón de colegas diferentes, como Ivete Sangalo, Carlos Vives, Fonseca, Florent Pagny, Buika, Natiruts, Jorge Villamizar, Macaco y Catalina García.
Lo hiciste durante la pandemia. ¿Cómo fue el proceso considerando que lo compartes con tantos amigos?
El estudio fue como un refugio, como un lugar donde hacer catarsis y empezar a escribir lo que sentía y pensaba; y a través de estas canciones, con la imposibilidad de poder viajar, cruzamos el Atlántico a pie, de ahí el título y la letra. Y a través de las canciones pude conectarme con mis colegas, invitarlos a esta aventura. Este disco tiene un sentido muy romántico, y no de amor, sino del romanticismo de hacer las cosas con mucha pasión en un tiempo difícil, como han sido estos meses de pandemia.
En el aislamiento, la música se convirtió en un acompañante; sin saberlo, seguramente estuviste al lado de mucha gente, ¿no?
Sí, esa es una de las partes más lindas que tiene hacer música, saber que esas canciones que empiezan acompañando a uno mismo van a acompañar la vida de mucha gente en momentos buenos o malos.
El covid se ha ido controlando poco a poco con la ayuda de las vacunas. ¿Tienes planes para regresar a los escenarios o aún es prematuro?
Eso vendrá hasta el año entrante, ahora estoy metido en el estudio, haciendo y grabando más música nueva, y realizando colaboraciones y proyectos que pronto irán saliendo. Todavía queda ser responsable, seguir cuidándonos, seguir manteniendo esos ritos de higiene y cuidado; aunque las vacunas, que tienen una buena intención –más allá de la rapidez con la que se hicieron y por eso las ponemos en duda–, están haciendo la labor de darnos inmunidad para ser más fuertes que este virus que nos ha hecho tanto daño.
¿Qué más te permitió hacer la pandemia?
Al no estar viajando he podido estar más en casa, cerca de mi familia, de mi hija, que es lo que más he disfrutado. El deporte para mí siempre ha sido algo tan importante como la música, soy deportista de toda la vida. Y en este tiempo también lo busqué como un refugio. Empecé a nadar, era una cuenta pendiente en mi vida; siempre me dijeron que nadar es el mejor deporte para el cuerpo, estar en el agua hace muy bien a las articulaciones; entonces, empecé a nadar y he descubierto una pasión divina y una mejoría en el cuerpo. También empecé a andar en bicicleta, si bien lo hice toda mi vida, ahora lo he hecho más, me compré una de carreras; empecé con 30 kilómetros, después 40, y terminé con 60 o 70. Siempre corrí y troté, eso es buenísimo, pero el golpeteo en las rodillas afecta con el tiempo. El deporte ayuda mucho, yo empecé a ver los cambios en mi cuerpo, de estiramiento, de sentirme mejor.
Después de tantos años de carrera y del reconocimiento del público, ¿tus ilusiones profesionales cambian con el tiempo?
Las ilusiones están intactas, soy una persona que le gusta reinventarse, estar atento a los sonidos nuevos; ahora estoy haciendo sesiones de sentarme a componer y a escribir con gente nueva que me aporta nuevos sonidos. La música va cambiando, la tecnología influye en nuestra música, hay sonidos nuevos, maneras de producir una canción diferente, eso me fascina, así que estoy en esa carrera desde siempre. Crear con gente nueva y salir de la comodidad de mi estudio es un desafío; la comodidad no nos lleva a un buen lugar ni en lo personal ni en lo profesional. Mi disco habla un poco de eso, de que siempre estoy en la reinvención, por eso tantos compañeros, tantos estilos y géneros; bueno, hay hasta un charlestón con un artista francés, pero es que como dicen por ahí: “Los gustos hay que dárselos en vida”.
¿Qué sigue para Diego Torres?
Te adelanto que estoy preparando una de las canciones de este disco con un arreglo mexican style, es un homenaje a México, que era algo que tenía pendiente. Es una canción mía, pero en una musicalidad que tiene que ver con México; estoy fascinado de ver cómo una canción cuando le sacas una ropa y le pones otra se transforma. Seguro la interpretaré a dueto con un artista mexicano, va a ser algo muy especial. Lo que me gusta es que sigo siendo yo, es mi esencia, pero con otra ropa. O sea, soy yo en El Fogoncito, que por cierto extraño, porque mis idas a México son llegar al hotel, dejar las cosas e irme a El Fogoncito, y ahí veo el futbol mientras me como mis taquitos al pastor y mi gringa.
Claves...
Un material hecho con amigosAtlántico a Pie se estrenó en mayo de 2021, cuenta con 13 canciones, entre las que se encuentran los éxitos “Un poquito”, “Amanece” y “Este corazón”; Incluye además una versión acústica de “Amanece” y un remix urbano de “Un poquito”.
Una buena causa
Dentro de los éxitos más recientes de Diego destaca “Color Esperanza 2020”, su colaboración estelar que recauda dinero para la Organización Panamericana de la Salud.
bgpa