El día que 'Micky' llegó a la XEX

CRÓNICA

Luis Miguel tuvo la suerte de presentarse por primera vez en Televisa Radio justo cuando Emilio Azcárraga estaba de visita; lo que miró el empresario lo convenció de llamar a Raúl Velasco y ordenar el debut de 'El Sol' en 'Siempre en Domingo'.

A partir de que Luis Miguel se presentó por primera vez en la XEX, su presencia en los pasillos de Radiópolis era constante. (Especial)
Marisa de León
México /

Aquella tarde de enero de 1982, Jaime Almeida, director general del Sistema Radiópolis, charlaba con Emilio Azcárraga Milmo en Televisa Chapultepec y después de la junta semanal le dijo: 

"Señor, ¿cuándo se da una vuelta por la radio? Porque tenemos un programa que es la locura, La Hora Menuda, y todos los días se saturan las calles del Centro por la gran cantidad de público juvenil que quiere asistir. No nos damos abasto y, por supuesto, la mayoría se queda afuera". El Tigre, que era muy vivo, le dijo, acaso anticipándose a una eventual puesta en escena: "¡Hoy mismo! Nos vamos en mi coche".

Se dirigieron a las instalaciones de Ayuntamiento No. 52 y les costó trabajo llegar hasta la puerta por el congestionamiento causado por cientos de niñas que trataban de abrirse paso como fuera, valiéndose de todo, ya sea caminar y brincar por encima de los coches, y empujar a todo aquel que se les cruzara en la calle. Esa tarde, incluso, destrozaron el vocho de Marialicia Delgado, La Loquella , y lo dejaron como muégano.

En ese tiempo yo conducía varios programas en la XEX y era reportera de Noticieros Televisa. Me asignaron a cubrir el evento en el que Azcárraga iba a presenciar el éxito de La Hora Menuda. Pedí cámara y me fui a la calle de Ayuntamiento donde estaban la XEW, la XEX y la XEQ.

Cuando Luis Miguel entró al escenario del Teatro Estudio Azul y Plata se escuchó un estruendo acompañado de gritos histéricos, aplausos y porras

Luis Miguel y la euforia de las jóvenes

Los rostros de las jovencitas se desfiguraban de alegría ante la presencia de ese chiquillo de 11 años, cuya voz era algo excepcional.

 Y cuando cantó se sintió cómo se cimbraban las paredes del legendario Estudio Azul y Plata, donde Agustín Lara había tocado el piano y en el que se fraguaron figuras como Pedro Vargas, José Alfredo Jiménez y Miguel Aceves Mejía. 

El propio Luis Miguel apenas podía creer el impacto que provocaba frente a la tumultuaria y novel audiencia y, entre emocionado y asustado, se dejó llevar durante esa hora de la batuta del conductor José Manuel Gómez Padilla.

La Hora Menuda era el programa juvenil por excelencia, pues todos los días actuaba un artista, hasta ese momento desconocido, cuya edad fluctuaba entre los 11 y los 14 años.

El programa lo conducía Gómez Padilla, quien se inspiró en el nombre del exitoso grupo Menudo, que triunfaba en Puerto Rico y era la sensación en México.


El día que LuisMi 'deslumbró' a Azcárraga

En la cabina, Azcárraga se comunicó con Raúl Velasco para preguntarle si sabía de la existencia de Luis Miguel, a lo que el conductor respondió que no."Quiero que lo presentes en Siempre en Domingo esta semana", le dijo El Tigre.
Esta conversación ocurrió frente a un atónito y complacido Luis Rey, que veía el comienzo de la gran carrera de su retoño, en quien tenía puestas todas sus esperanzas, pues él jamás había logrado un éxito contundente como cantante. Para entonces sólo se le había escuchado con los temas Frente a una copa de vinoy La verdad.
En ese momento icónico estaban también presentes Juan El Gallo Calderón, director de la XEX, y Manuel Durán, quien fue el productor de esa transmisión y actual director radial de La Sabrosita

Al terminar la presentación de La Hora Menuda , afuera de la cabina de la XEX, hice a Luis Miguel esa primera entrevista que se transmitió en Hoy Mismo, el noticiario matutino de Guillermo Ochoa.

La presión que ejercía la presencia de los jefes le agregó al momento una tensión adicional. Comencé la entrevista hablándole de tú, pero entonces era obligatorio hablarle de usted a los entrevistados. Continué hablándole de usted, lo que confundió aún más al pequeño Sol.

Con un ojo puesto en mi jefe Azcárraga y el otro en Luis Miguel, fui hilando las preguntas, a veces de tú, a veces de usted. el cabello lacio y muy brillante y un nerviosismo contenido, donde se aglutinaban la sorpresa, el gusto, la ilusión y el temor a todo lo que estaba ocurriendo a su alrededor. 

Sus respuestas fueron breves, sus ojos enfocados en unos momentos y erráticos en otros. Trataba de responder, pero el entorno lo agobiaba y no era para menos. 

Ese fue el momento en el que Luis Miguel conoció a Azcárraga, en el que se presentó por primera vez en una estación de radio de Televisa y en el que me tocó hacerle su primera entrevista para un noticiero de Canal 2. También fue cuando se decidió la que sería su presentación estelar en Siempre en Domingo.

Si ese día se hubiese presentado otro artista, quizá habría corrido con la misma suerte que Luis Miguel, pues ese éxito era propio del programa que registraba llenos y largas filas, desde muchas horas antes. Sin embargo, Luis Miguel, además de talento, tenía estrella, pues mire que el día que se presentó coincidió con la asistencia de Azcárraga.


El disfraz en Viña del Mar para 'despistar'

Años después, Luis Miguel y Jaime Almeida coincidieron en el Festival de Viña del Mar, uno cantando y el otro como jurado.

El Sol le dijo que de la ciudad chilena al igual que de las demás sólo conocía los hoteles y los aeropuertos, pues le era imposible salir a caminar sin ser reconocido y rodeado por las multitudes.

Estaba triste y deseoso de abandonar los confines de esa habitación, y el musicólogo lo ayudó a disfrazarse. 

Con abrigo, sombrero, bufanda y lentes oscuros recorrieron las calles y los sitios de la emblemática capital de la música en Sudamérica, sin que nadie lo reconociera. La última vez que se vieron fue en una conferencia de prensa, hace algunos años, en Ciudad de México.

Jaime Almeida, que fue un detonante decisivo de la carrera de semejante figura, siempre dijo: "Yo sólo fui una circunstancia, el talento siempre se abre paso".

A partir de que Luis Miguel se presentó por primera vez en la XEX, su presencia en los pasillos de Radiópolis era constante. Participó en muchos programas, sus canciones se pautaban a diario e hizo varios especiales en los que participé junto a la escritora Rosa Salazar y la conductora Pita Ojeda.

Uno de esos programas fue el Especial de Luis Miguel, de 12 horas, en el que hablamos con él de su vida, sus canciones, sus vivencias y también de su proyección a futuro.

Las técnicas de grabación no eran tan sofisticadas como ahora, se grababa en cinta y las ediciones se hacían con tijeras y cinta adhesiva.

En ese momento Luis Miguel tendría 15 años y lo grabamos durante un mes, en el Estudio Nueve, en varias sesiones. Ese Luis Miguel ya era más abierto y tenía gran confianza en sí mismo, se mostraba seductor, alegre, cálido y siempre sonriente.

En esa ocasión no lo supe, pero esa experiencia se convirtió en una de las más agradables y divertidas de mi vida, y la recuerdo con gran gusto. Sobre todo ahora que Luis Miguel, la serie, producida por Netflix, ha revivido momentos de su vida en los que tuve la afortunada coincidencia de ser testigo de sus primeros pasos como artista.

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