El cantante Carlos Calunga refrenda en todas sus respuestas que la misión de Estrellas de Buena Vista Social Club es defender la música tradicional cubana en todos sus conciertos dentro y fuera de Cuba.
“Desde que comenzó esta historia del Buenavista Social Club hemos estado enfocados a cuidar mucho el estilo musical, que no se vaya a perder; estamos defendiendo el estilo, jamás vamos a tratar de cambiar lo que nos representa en el mundo”, comenta en entrevista el sonero en vísperas de su debut en La Maraka con el espectáculo Estrellas del Buena Vista Social Club el próximo jueves 7 de noviembre.
“El sonido del Buena Vista Social Club es una cosa especial. He podido vivir en carne propia de todo lo que hemos hecho históricamente en el mundo. Gracias a esa orquesta, yo que fui uno de los más jóvenes, logré meterme adentro de su sonido. Lo especial es que cuida siempre el estilo tradicional de los años 50 y 60 y lo hace con el swing que lleva eso. Cada músico en esa orquesta tiene un estilo personal de música, y el fruto, el mensaje que de todo eso sale es una música exquisita”, dice Calunga.
La legendaria orquesta creada a la mitad de la década de los 90 del siglo pasado a instancias del músico cubano Juan de Marco González y del productor y guitarrista estadounidense Ry Cooder se separó definitivamente en 2015, después de grabaciones legendarias como su álbum debut Buena Vista Social Club de 1997 y de incorporar en sus filas a músicos y cantantes de la talla de Rubén González, Ibrahim Ferrer, Eliades Ocha, Omara Portuondo, Compay Segundo, Barbarito Torres o Pío Leyva, entre otros.
Calunga se incorporó al grupo en 2002, en pleno ascenso de la orquesta, con giras por todo el mundo, en especial después de sus primeros álbumes y el documental de Wim Wenders Buena Vista Social Club (1999), relato del cineasta alemán sobre los orígenes de estos músicos desde la década de los 50.
“Siempre hemos tratado de cuidar el estilo musical desde el primer disco que hizo el Buena Vista Social Club; es muy importante hacer el swing, que debe ser de los años 50. Es una música que nos representa en el mundo como cubanos y como artistas. Nunca vamos a cambiar, vamos a cuidar esa historia que nos caracteriza a nosotros ante el mundo, no sólo en Cuba”, agrega el cantante cubano.
El espectáculo en La Maraka, a partir de las 21:30 horas, contará con algunos de los miembros originales de la orquesta cubana, como Calunga y Lázaro Villa; además del percusionista Ángel Terry, el saxofonista Javier Zalva, el contrabajista Pedro Pablo Gutiérrez, dirigidos por Pancho Amat.
A ellos se suman el cantante Yerían Luis, el trompeta Alain Pérez, el pianista Alejandro Falcón, el timbalero Jean Roberto San Cristóbal y el bongocero Rosenio Perdomo, que completarán la orquesta.
En conversación desde La Habana, Carlos Calunga adelanta algunos de los temas clásicos de los diversos géneros que ha interpretado la legendaria orquesta, como son, guaracha y bolero: “El carretero”, “De camino a la vereda”, “Chan chan”, “El cuarto de Tula”, “Candela”, “El manicero”, “Dos gardenias”, “De Alto Cedro voy para Macarné”, una selección que no falta en ningún concierto.
“Todos son temas que hacíamos siempre con la orquesta; nunca los hemos cambiado. Siempre hemos tratado de tocar en todo concierto los clásicos del Buena Vista, eso no se puede perder”, añade Calunga.
Sobre la relación que guarda la agrupación con las leyendas vivas que estuvieron en el Buena Vista Social Club, Carlos Calunga aseguró que están en buenos términos, pero cada quien va por su vereda.
“Estamos muy bien con el maestro Eliades Ochoa, es una bellísima persona y un gran músico. Yo he tenido la oportunidad de cantar con él, de compartir escenarios. De hecho, el último concierto que tuvimos en México, anduve con Eliades y canté temas con él. Ahora mismo, ¿qué pasa? Pues hay una tendencia, como el Buena Vista ha tenido tantas figuras, ya cada cual ha hecho un proyecto, hablo de los mayores, como Omara (Portuondo) y Eliades, que hacen cosas aparte en solitario. Pero, la salud de la relación con ellos está muy bien. Ellos hacen sus presentaciones aparte y nosotros hacemos nuestras presentaciones aparte. Y cuando tenemos que unirnos, nos unimos”, aclaró el cantante Carlos Calunga.
Expresa su felicidad de que la música de la orquesta llegue por primera vez al centro de espectáculos de Eugenia y Mitla (Narvarte), que en sus orígenes estaba enfocado a los ritmos tropicales como la salsa, el merengue y la cumbia, pero que a punto de cumplir 70 años está ya redireccionado al rock y al pop.
“Desde el inicio de la pandemia (2020) no hemos hecho conciertos en México. Ya es momento de regresar. México es una plaza importante para el Buena Vista Social Club, hemos tocado ahí con la orquesta grande en el Auditorio Nacional y en ciudades como San Luis Potosí”, comenta el cantante.
“Acere, debo decir que nunca tocamos en La Maraka, será nuestra primera vez. Pero, realmente, la música del Buena Vista Social Club siempre ha tenido enorme expectativa en México y en el mundo; donde pongas nuestra música la gente va a vacilar, siempre la va a gozar. Son temas que siempre han gustado en el mundo, más en México que siempre ha querido mucho la música de Cuba”, añade.
Reconoce que, ante ritmos urbanos y la diversidad de la música en la isla, se ha perdido un poco entre los jóvenes la tendencia a inclinarse hacia la música tradicional cubana, como la que hace la orquesta.
No obstante, recuerda que este año se presentaron en el Jazz Plaza de La Habana con lleno total, ante un público en su gran mayoría de jóvenes, que aunque escuchen otros géneros, sigue al Buena Vista. De hecho, ese concierto fue grabado en vivo y saldrá este noviembre con la disquera World Circuit.
“Nosotros resistimos, seguimos haciendo música tradicional cubana. Sí, se ha perdido entre los jóvenes esa tendencia, pero no con los conocedores, con los que nos dimos a conocer en el mundo con esa música, porque nosotros vendemos en el mundo la Cuba musical, con la guaracha, con el son, con el bolero, esos ritmos que nos caracterizan. Y siempre vamos a tener el éxito garantizado en el mundo, porque es lo que le gusta a la gente de Europa, de Asia...: escuchar lo original de la música cubana”.
“Mira, papi. En las escuelas no se transmite eso, no se enseña la música tradicional cubana. Continuar con ella depende de cada músico de las nuevas generaciones que nacen. Nosotros tenemos a muchos jóvenes en nuestros conciertos. Sí, hay muchos jóvenes que no entienden que cuando nosotros salimos de Cuba somos bien nacionales, cuando cogemos el avión pa’ afuera, haciendo música tradicional, es lo que le fascina a la gente. Eso lo viví con la orquesta del Buena Vista Social Club. No todos los jóvenes aprecian eso, que nuestra música es de los géneros que más gustan cuando dices: ‘Cuba’”, explicó.
Cabe señalar que el 11 de diciembre próximo, a las 20:30 horas, en el Auditorio Nacional habrá otro espectáculo relacionado también con la música tradicional cubana, llamado Buena Vista All Stars, Una noche en La Habana,, que incluye a 11 músicos, entre ellos Ibrahim Ferrer Jr. (hijo del cantante del Buena Vista Social Club), Barbarito Torres, uno de los fundadores de esa orquesta, y el trombonista Demetrio Muñiz, director musical también del legendario grupo y del show Tropicana en Cuba.
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