Fue en 2014 cuando un festival se alzaba entre las propuestas ya existentes en ese entonces. Un festival que volteaba a ver aquellas personas que gozaban de la música vibrante, electrizante y esa que provoca que no puedas dejar de moverte: la música electrónica.
Un sol a plomo daba la bienvenida a los miles de asistentes que se dieron cita en el Autódromo Hermanos Rodríguez para celebrar los 10 años del festival EDC, uno de los eventos más importantes dentro de la Ciudad de México.
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Esta vez la gente tuvo que caminar un poco más, llegar por vías alternas ya que la línea 9 del Metro no se encuentra dando servicio desde hace ya unas semanas, lo que dificulta notablemente la llegada al inmueble.
Eran las 3 de la tarde, colores y colores inundaban la avenida Añil y la puerta 15 del recinto no dejaba de ver pasar a niños, jóvenes y adultos adornados con tonos brillantes, rostros con maquillaje alocado y unos vestuarios que seguramente llevaban días o tal vez semanas de preparación.
El acceso abrió y los sintetizadores provocaban los primeros brincos y gritos de una jornada que durará tres días.
Escenarios de todo tipo: desde una jungla ora bailar en la oscuridad con luces neón hasta el imponente escenario principal que mostraba un rostro futurista que era resguardado por un sol haciendo una postal de recuerdo.
Las horas pasaban y la adrenalina aumentaba y ¿cómo no? nombres como Alesso, DeadMaus o Zeed figuraban entre las artistas que incendiarían la noche.
Volviendo a los vestuarios, a cada paso podrías encontrar uno mejor que el anterior y así se veía con personajes como Sirenoman y Chico Percebe, de Bob Esponja, o botargas de dinosaurios bailadores.
Pero no solo eran los escenarios imponentes ya que esta celebración ofrecía diferentes atracciones como una rueda de la fortuna gigante, la carpa del silencio en donde con unos audífonos entrabas a la fiesta o bien, el área de descanso. Todo para brindarte una experiencia completa.
El primer día de EDC fue lo que se esperaba: una fiesta de sonidos, baile y el lugar en donde miles y miles de personas conviven de una manera en donde solo ellos pueden entenderse. Por delante queda un sábado y un domingo que seguirán marcando la historia del EDC, un festival que llegó para quedarse.
Caída la noche, cada uno de los escenarios lograron su plenitud al iluminarse con un juego de luces que asombraron a los asistentes que gozaban de artistas como Zeed y Yellow Claw en el Kinetic Field y Wasteland, respectivamente.
Y es que faltando cuatro horas para el final del primer día de actividades, la gente no paraba de ingresar al Autódromo. Así acabó este viernes, esperando un sábado que logre superar esta primera cita, misión que llevará a cabo David Guetta, Dillon Francis, Alan Walker, entre muchos otros.
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