Francisca Valenzuela, conectar con la soledad y el amor

Entrevista

En entrevista con MILENIO, la cantante chilena habla sobre la forma en que se muestra vulnerable con su música y el impacto que ha tenido la iniciativa Ruidosa.

La cantante está muy activa en el cierre del 2024 | Especial
Ciudad de México /

"No hay un estado permanente de las cosas, todo puede ir cambiando", es una creencia que se ha enraizado en Francisca Valenzuela durante los últimos años, que para la cantante han sido como un mar: de pronto enfrenta tsunamis, de pronto navega en mareas bajas.

Tras vivir un agosto de alto oleaje, que comenzó con el emotivo - y sorpresivo - anuncio de su embarazo, y siguió con presentaciones en Nueva York (Ruidosa Fest) y al Ciudad de México (Festival Hera), la cantante no cesa: esta semana presentó el video de su canción Lo nuestro nadie puede borrarlo, donde de nuevo apuntala temáticamente hacia "la reinvención y la transformación; me identifico con esa posibilidad constante, me emociona que existe".

Charlando con MILENIO, reconoce el placer de que sus canciones, nacidas desde "algo tan personal", se conviertan en "algo que identifica a muchas personas"; en una experiencia colectiva.  Por ejemplo, un lanzamiento previo, Juangeneró conversaciones sobre el deseo y los vínculos esporádicos. "Ha dado para temas que a todos nos han pasado".

La soledad y el amor

Al ser su más reciente disco, Adentro (2023), una oda a los procesos emocionales que parten del amor y el desamor, Valenzuela señala que el tiempo le ha permitido entender que "uno tiene que pasar por la crisis, atravesar el pantano y paliar ese sufrimiento con seres queridos, canciones, música, terapia, lo que tiene uno a la mano". 

"Creo que lo entretenido es recorrer esos capítulos y siempre estar explorando cosas nuevas. Lo único importante es cuidarse y tener consciencia de cómo te tratan, cómo te sientes, el consentimiento; entender la naturaleza de una relación".

Parte de lo anterior para cuestionar el 'Para siempre', ese constructo social que hace ver a la pareja como una necesidad: "¡Uno puede elegir estar solo! Entender que algo cumplió su ciclo y seguir adelante no significa que la relación no sea exitosa".

"Además, en las mujeres tiene que ver con una idea de valorización de 'Si no tienes pareja, no vales'. No es para todos igual". 

Acude a lo que aconteció tras última ruptura: ese inminente reencuentro con la soledad que le sirvió para entender "que una tiene que ser su mejor amiga y acompañarse; cuesta mucho tener esa comodidad dentro de sí, sin desesperación de que hay que tener compañía a toda costa, pero si uno aprende a entender su propio vínculo, puede tener mejores vínculos para afuera".

Entonces, surge la duda que el escritor Raymond Carver inmortalizó en uno de sus libros: ¿De qué hablamos cuando hablamos de amor?

"Es como una manera de estar, de ver el mundo, de sentir las cosas, una frecuencia. Y tiene varias formas: por uno mismo, por los amigos, por los animales. Como que uno trata de conectar con las cosas que te entrega el amor: la empatía, la resiliencia, la vulnerabilidad; si uno está dispuesto a conectar con ello, vive una vida más amorosa", responde la artista de 37 años.

Ruidosa

Del crecimiento de Ruidosa, plataforma de conciertos, conversatorio y otras acciones que Valenzuela lanzó en 2016 con el objetivo de "romper normas inconscientes, sesgos explícitos y todas las acciones cotidianas que sustentan y reproducen la desigualdad de género", dice que le parece "increíble".

Tras realizar y publicar un estudio sobre la participación de mujeres en festivales de música en Latinoamérica entre 2016 y 2018, que arrojó un resultado alarmante - "solamente había un máximo de 10 por ciento de participación de mujeres en los festivales" -, muchos eventos y promotores musicales se comprometieron a mejorar la situación.

Argentina atendió el tema con apuro: "A unas compañeros se les ocurrió hacer proyecto, la Ley Mercedes Sosa, que se presentó y se aprobó". Así se garantizó una presencia femenina del 30 por ciento en todo festival musical del país sudamericano. 

"Ahora estamos gestionando en Chile y Uruguay, y sé que también hay una en México (la Ley Amparo Ochoa)".

Aunque contenta por la incidencia de Ruidosa en "forjar redes, identificar la problemática y crear espacios de visibilización" para las artistas, Francisca es consciente de que hay un buen trecho por recorrer en favor de "aumentar la participación de mujeres en festivales latinoamericanos y aumentar la diversidad de talentos". 

"Ojalá que el día de mañana iniciativas así de proactivas no sean necesarias, porque eso significaría que hay un balance integrado. Pero de mientras, ayudan a visibilizar los problemas, aportan en mejorar algunas cosas".

— Otro tema del que me gustaría saber tu opinión: en los últimos años, dentro de los medios y las redes sociales, las artistas son señaladas con más dureza ante polémicas con sus parejas, el ejemplo de Cazzu o Belinda.

— Hay un doble estándar constantemente en los medios, en el espacio público. No solamente en una situación de chisme o escandalo, sino en todas las cosas se mide a las mujeres con otra vara, se les exige trabajar o hacer el doble y ser perfectas, en la disposición que tenemos hacía el mundo. !El escrutinio es mucho mayor¡ Y para una mujer que ha sufrido algún tipo de escrutinio social o público, recuperarse de eso es 10 veces más difícil si es que hay una contraparte masculina. Los Chris Browns del mundo han tenido conflictos muy serios y siguen ahí.

Panoramas

En tiempos de dominio de las redes sociales, la cantante reconoce que "es difícil ponerse un límite, pero es bueno aprender a hacerlo".

Resalta lo importante que es tomar consciencia de esa barrera entre el espacio público digital y lo privado: "A uno le cuesta ver esa diferencia porque estamos todo el día ahí, buscando esos ojos sobre uno, esa aprobación, ese like. Hay que construir una comunidad con códigos de los que uno quiere ser parte".

Dice que a veces, ante tantas situaciones negativas que ocurren a nivel mundial, le es inevitable pensar que "todo se cae a pedazos", pero intenta mantenerse optimista porque también "pasan cosas increíbles; es tratar de tener la conexión con las dos cosas sin dejar que te eche para abajo".

"Hago lo que me apasiona, estoy sana, tengo energía. La vida de qué se trata si no en hacer las cosas", reflexiona.

Para renovar su pila energética y creativa, a Francisca le gusta caminar en la naturaleza, estar con sus seres queridos, tener cercanía con los animales, dibujar, escribir y leer. "Las cosas sensoriales que te traen de vuelta al cuerpo, al momento". 

De sus lecturas, tiene muy arraigadas a Ada Limón, Alejandra Pizarnik y Sylvia Plath. Escritoras a las que une cierta fijación por el dolor: "Es una fuente de inspiración porque la desesperación te lleva a ese diálogo interno. Es un catalizador de creatividad".

También le gusta escuchar podcast donde premia la conversación, pues eso "nutre mucho".

— ¿Y de qué hablas cuando hablas contigo, mentalmente?

Creo que hay mucha autocompañía y autocontención en momentos difíciles. Es como un rezo interno, me calmo, me recuerdo que algo no vale la pena, enfrío la situación. Hace unas semanas estaba angustiada y fue de 'Descansemos, a la cama'. También hay momentos de una cosa muy emocional, como una vez que estaba enojada y me puse a escribir.

La cantante chilena / Facebook: Francisca Valenzuela

— ¿Crees que hay, digamos, ramificaciones de vida donde la decisión que tomas o no te abre otro camino?

— Claro, la decisión o no decisión se tomó. Es una pregunta interesante porque no sé cómo me siento con eso. En la medida que uno crece, uno se da cuenta que ya vivió un ciclo de adultez y he sentido 'Creo que no tomé la decisión correcta'. Ahora, no estaría donde estoy sin esa decisión, pero estoy tratando de entender cómo integrar esas decisiones que no me gustaron y aceptarlas en mi historial. Hay un duelo ahí también.

Francisca Valenzuela, a la que se le aceleran las palabras cuando habla de cosas que la apasionan, cierra la conversación con MILENIO revelando su entender de un posible "más allá".

"En mi visión personal, no creo en un Dios mayor, pero sí creo en la conexión y la espiritualidad humana; creo que estamos conectados con la tierra, con la naturaleza, con los animales. Uno va identificando que hay algo que nos hacer vivir más conscientemente; una dimensión más profunda, removedora, que le da sentido a las cosas. Creo que existe y hay que alimentarla. Soy fan del misterio de la vida, pero no se lo adjudico a un ser superior. Tengo más creencia que hay una interconectividad como fungi".

hc

  • Yair Hernández
  • juan.hernandez@milenio.com
  • Es periodista especializado en temas de cultura y entretenimiento. Actualmente trabaja como reportero para Milenio.

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