¡Siempre mantuvieron el misterio! Así lucen los integrantes de 'Daft Punk' sin cascos

Antes del proyecto de música electrónica, Thomas Bangalter y Guy-Manuel de Homem-Christo formaron parte de la banda 'Darlin'', en la que también estaba Laurent Brancowitz, a la postre guitarrista de 'Phoenix'.

Guy-Manuel de Homem-Christo y Thomas Bangalter. (Instagram)
Ciudad de México /

Daft Punk, el icónico dúo de música electrónica formado en Francia en 1993, fue noticia este lunes debido a que anunció su separación a través de un video titulado Epílogo, que se publicó en sus redes sociales. 

En la grabación, Thomas Bangalter y Guy-Manuel de Homem-Christo, los integrantes del proyecto, se encuentran caminando en un desierto cuando de repente uno se detiene. El otro regresa con él, se miran frente a frente y el que se había detenido se quita la chamarra, se pone de espaldas y le pide a su compañero que presione un botón, que luego provoca una explosión. Un estallido con el que culminó su trayectoria musical de 28 años. 

Pero, ¿cómo lucen ambos músicos, que por muchos años se escudaron en unos cascos de robot capaces de iluminarse? A continuación te los mostramos, a la par de recordar un poco de su trayectoria.

Daft Punk, una leyenda de la música electrónica 

Resulta curioso que su gusto por lo robótico naciera de las cenizas de una banda de rock llamada Darlin', de la que también formaba parte Laurent Brancowitz (a la postre guitarrista de Phoenix). Un crítico musical tildó sus canciones de "daft punky thrash", algo así como "loca basura punk", y eso les sirvió para empezar a construir su nueva identidad.

Tras su viraje a la música electrónica, en 1995 llegó su primer gran éxito, "Da Funk", que les dio el pasaporte para firmar con una multinacional y el lanzamiento de su primer álbum, Homework (1997), que fusionaba sonidos añejos de baile con techno y acid house, y que amplió enormemente la base de oyentes de estos estilos.

Allí estaba incluido "Around The World", su mayor hit de la época, en el que una voz procesada hasta perder su naturaleza humana repetía incesante las palabras del título en medio de un beat elegante y muy definido que hacía imposible no saltar a la pista de baile, como mostraba su videoclip, dirigido por Michael Gondry y con coreografía de la española Blanca Li.

Fue el primero de un conjunto de producciones audiovisuales llamadas D.A.F.T.: A Story About Dogs, Androids, Firemen and Tomatoes (1999) que, con sus canciones como colchón, mostraban una visión artística que trascendía lo musical y que pocos años después les llevó a articular las imágenes de su siguiente disco como una película de anime, Interstella 5555 - The 5tory of the 5ecret 5tar 5ystem (2003).

Ese álbum era Discovery (2001), en el que su sonido se refinó aún más tras tomar el synth-pop por bandera. Se abría con el emblemático "One More Time", el cual ampliaba considerablemente el número de versos cantados de sus temas anteriores. 

Aquel repertorio, en el que también sobresalía "Harder, Better, Faster, Stronger", apuntaba ya al eurodisco, más concretamente al italodisco de Giorgio Moroder, al que años después volverían como padrino de su último bombazo discográfico, Random Access Memories (2013).

También publicaron su primer directo, Alive 1997 (2001), y su tercer disco de estudio, Human After All (2005), quizás el menos memorable de todos o puede que el menos accesible en una primera escucha por su recurrencia a una paleta voluntariamente más limitada en cuanto a elementos y a su carácter mucho más mecánico.

Sin contar el directo Alive 2007 (2007), pasaron cinco años hasta Tron: Legacy (2010). A nivel sonoro, la banda sonora no era lo que el público podía esperar de la revisión de un clásico de ciencia ficción de principios de los años 80, cuando entre neones y colores flúor triunfaban las músicas en las que tanto se habían recreado Daft Punk en Discovery, por ejemplo.


Random Access Memories

Así llegó el fenómeno Random Access Memories (2013), una fantasía cósmica que volvió a convertir en el estilo de moda el funk y la música disco, que en sus elaboraciones habían sido ingredientes recurrentes, pero casi siempre como fondo.

Destaca que parte de su éxito radicó en incorporar en sus créditos a Nile Rodgers, así como a otro productor y compositor histórico, Giorgio Moroder.

"Get Lucky", con Pharrell Williams en el conjunto, fue el ariete que impulsó el álbum. Alcanzó los puestos de honor en 32 países y se hizo también con el favor de la crítica, que le concedió el Grammy a la grabación del año y a la mejor actuación a cargo de un dúo o grupo de pop.

En pleno apogeo, el dúo se aferró aún más a su gusto por el hermetismo. Solo salieron de su ostracismo de manera muy esporádica para colaborar con artistas como The Weeknd, con el que lanzaron primero "Starboy" (2016), que los llevó de nuevo a lo más alto en Estados Unidos, y unos meses después "I Feel It Coming".

yhc

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