Teniendo como escenario la Glorieta de los Insurgentes, la tarde de este jueves el músico Javier Bátiz ofreció un concierto gratuito, ante la mirada incrédula de usuarios del metro y transeúntes que decidieron hacer una pausa en su rutina diaria para cantar con él algunos de sus temas más conocidos.
A pesar del intenso calor, chicos y grandes comenzaron a rodear el improvisado escenario donde el músico de 74 años, demostró por qué es considerado una leyenda del rock en español.
“Estos son el tipo de conciertos que me gustan, donde no cobran y podemos cantar todos en una feliz democracia”, expresó el intérprete.
Niños, jóvenes, deportistas, ejecutivos de traje, ancianos y hasta un grupo de darketos, se dejaron atraer por el sonido de la guitarra eléctrica de Bátiz, quien interpretó varios de sus clásicos como “La montaña”, “La casa del Sol naciente”, “Caminata con Jesús”, “Hasta morir” y “Si estuvieras aquí”, con la que puso a bailar incluso a un emocionado octagenario de pelo largo y blanco, que iba vestido de soldado y aplaudía emocionado con cada acorde.
Acompañado en la batería por su esposa, Claudia Madrid, así como del bajista Adrián Tranquilino, el cantautor dijo adiós con el tema “A mi me gusta México”, mientras el público aplaudía, chiflaba y registraba todo en sus teléfonos móviles.
Luego del breve concierto, Bátiz estuvo casi una hora tomándose fotos y firmando autógrafos, discos y hasta una guitarra que una seguidora le acercó, mientras otros expresaban orgullosos “Es que éste sí es banda, no como otros”.
LL