Juanes comparte que está en el mejor momento de su vida; sin embargo, destaca que aún le falta mucho por aprender, por hacer y por vivir; pues de otra forma sería como estar “muerto en vida”.
Previo a su presentación en el Auditorio Nacional, donde se enorgullece de lograr sold out; el colombiano habló en exclusiva con MILENIO de sus pasiones, la música que, siendo un niño, conoció y con el tiempo adoptó como su “herramienta de conexión con el mundo”; de su familia, “que sí no estuviera, yo no existiría” y del “equilibrio que debe haber entre la salud mental y la salud física” poder disfrutar la vida; además de su gusto por México, de quien Alejandro Sanz le advirtió “es un país en el que hay que trabajar mucho, hay que picar mucha piedra porque es un país difícil”.
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En un salón del Hotel Presidente Intercontinental, el cantautor llega al filo del mediodía, un par de personas de su staff y de Universal Music (su disquera) lo acompañan.
Tras el saludo inicia la conversación en medio del ambiente del lujo y confort del hotel donde se hospeda. Y de entrada destaca el cambio que hay entre su primera vez en México y ahora que el éxito lo acompaña.
“Sí, cómo no hay un gran cambio, en 96 después de un Festival en Puerto Rico con Ekhymosis, venimos a México, llegamos a un hotel en el centro, también se llamaba Presidente. Era muy loco, llegar a un lugar gigante, íbamos a los conciertos, a los bares y estaba fascinado con lo que era este país. Pero nadie me conocía, no tenía dinero, todo era muy diferente, muy limitado…, y de repente, ahora, tener sol out en el Auditorio Nacional. Vaya que es un cambio”, dice al tiempo que una sonrisa y la nostalgia lo invaden.
Seguro de que no erro el camino al hacer de la música su instrumento de vida y de conexión con la gente; comparte: “Ha sido un viaje increíble, siempre que me pasan cosas como el sol out, recuerdo mucho la infancia, los momentos cuando empecé a tocar sin pensar jamás que estaría viviendo lo que me pasa hoy, yo simplemente lo hacía por gusto, pero la vida me fue llevando a conectar con la gente, y me han pasado cosas que jamás imaginé”, como su éxito en México.
Aunque el originario de Medellín asegura que aún hay mucho por hacer: “Creo que todos en la vida siempre queremos algo más, porque la vida también se trata de eso; dejar de vivir, de luchar, de soñar, es como vivir muerto en vida y no hablo de algo material, sino de algo personal, de algo con lo que pueda sentirme realizado; y esa posibilidad la veo en la música.
“Por ejemplo, hacer un proyecto, algo nuevo para mí, quizá algo de cumbia, o algo de metal, ese género que me haga sentir motivado cuando voy al estudio, cuando voy a la guitarra, quiero aprender, seguir avanzando en ese crecimiento intelectual, espiritual, en general, en eso estoy en tratar de ser mejor persona, sentirme pleno cada vez más, porque al final la felicidad como nos la describen no existe, pero si la capacidad de balancear las cosas, entre la tristeza y la alegría. Entonces es encontrar un lugar en donde te sientas con equilibrio entre las cosas y el mundo cada vez más, porque lo peor que uno puede hacer es dejar de vivir, pensar que ya todo está hecho”.
Y en esa búsqueda del equilibrio su familia toma un lugar protagónico; Fiel a los sonidos de su Tierra, como lo revela en cada producción que, aunque con altas dosis de rock, siempre permiten el sello de los ritmos tropicales; Juanes asegura que su pasión por la música no tiene límites, por lo que no descarta hacer un disco de cumbia.
“En mi siempre está la mezcla de esos dos mundos, el mundo colombiano, el folklor popular y del caribe; pero también los elementos de la música, más moderna, bueno, no sé si modernos, pero el rock, el pop, blues, jazz, esa influencia de todo lo que escucho todos los días que de alguna manera me gusta y me alimenta, y eso se mezcla con la cumbia, el merengue, el reggae. Quien sabe, a lo mejor en una de esas hago un disco de cumbia”, comentó al tiempo que compartió que es buen bailador del género.
Y para lograr el equilibrio al que se refiere, el cantante recurre a sus otras pasiones, las que están más allá del escenario.
“Dedico mi vida a prender, aprender a escribir mejor, a leer cosas que me ayuden a crecer espiritualmente; obviamente siempre estoy viendo por mis hijos y mi familia, porque sí ellos no están, yo no existo. Entonces eso es importante
Y la salud, no solo la mental, sino la física, porque debe haber un balance entre todas las cosas; no puedes estar mentalmente bien, si tu cuerpo es un desastre, si no hay un balance entre lo que comes y el ejercicio que haces; y el estudio y lo que aprendes cada día, todo te nutre y te aporta”.
Justo en el tema de la alimentación, compartió una anécdota de su etapa de vegetariano: “Era, fui por tres años y me encanta, pero en un momento me estaban doliendo mucho las articulaciones, porque me gusta mucho hacer ejercicio, entonces sentí que necesitaba la proteína animal; imagínate, un día soñé con una hamburguesa que me estaba persiguiendo (risas), y bueno ahora ya como de todo un poco. Incluso, en esa época de vegetariano, vine a México y no sabes cómo sufrí, porque no pude comer taquitos al pastor”, dijo justo cuando el tiempo de la entrevista concluyo; pues Juanes tenía que hacer sound check para su presentación en el Auditorio Nacional.
Y además
“Estoy en éxtasis”: Juanes
Juanes cerró su fiesta en el Auditorio Nacional cantando “el Rey” con mariachi.
Poco más de dos horas fueron suficientes para que el cantautor colombiano, constatara que el trabajo “picar piedra fuerte”, como le recomendó Alejandro Sanz, ha rendido frutos.
La escena que se replicó una y otra vez, con los coros constantes de sus fans, a sus clásicas como “A Dios le pido”, “Y es por ti” además de “La camisa negra”; así como a sus nuevos temas como “Cecilia” y si versión del clásico “Rebelión; así lo demostraron.
Y qué decir cuando el cantautor bajo del escenario para cantar entre el público y provocar la euforia de los afortunados que estaban a su paso y pudieron tomarse la foto o saludarlo.
Ambiente que iba en combinación con los ritmos que ejecutaba, pues lo mismo provocaba el baile , como cuando interpretó “La luz”, que los suspiros y encendido de luces de celulares cuando entonó “Es por ti”.
Y el gran cierre de la fiesta se dio cuando salió el mariachi y entonó “Querida”, para seguir con “Si nos dejan”, no sin antes agradecer a los músicos y ofrecer disculpas “por la facha”; para después continuar con la fiesta al ritmo de “El Rey” y cerrar con su versión de “Mujeres divinas”.