Con un repertorio legendario, King Crimson, la banda integrada por el gran Robert Fripp, Jakko Jakszyk, en la guitarra, Tony Levin, en el bajo, Mel Collins, en el saxofón, Gavin Harrison, batería, Jeremy Stacey, batería, Pat Mastelotto batería y Theo Davis en la flauta y el saxofón, sumergió a un Teatro Diana de Guadalajara que lució nutrido en los mares profundos del rock, en una travesía que duró cerca de dos horas.
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Entre oleajes incesantes de melodías sin fin, King Crimson inició la velada con “Pictures of the City” de su disco In the Wake of Poseidon, con su particular maestría y virtuosismo, para continuar con otros temas embriagantes de sus discos Red y Larks Tongues in Aspic.
Una potente dosis que desató la euforia entre el público de manera especial con “lslands” y “Epitaph”.
La gran calidad sonora de la banda, su fuerza sostenida por las percusiones y el contrapunto de las guitarras, los alientos, la voz, el bajo y los teclados, ratificaron su etiqueta de maestros del rock, en una noche en la que el público se entregó de pie con largos aplausos y ovaciones.
El concierto se mantuvo a la altura de la celebración de su 50 aniversario. El colectivo conducía los asistentes por los paisajes abruptos de “Moonchild”, y otros temas con los que hilaron una preciada retrospectiva, poética y caótica que finalizó con las notas de oro de “Rey Carmesí”.
La agrupación tiene una segunda fecha programada con los tapatíos hoy a las 20:30 horas en el mismo recinto.
El Teatro Diana se ubica en la avenida 16 de Septiembre, número 710.
SRN