“La felicidad” y el romanticismo, legado de Gualberto Castro

El cantante murió a los 84 años; perteneció a los Castro, hizo mancuerna con Felipe Gil y ganó el OTI en 1975.

Su capacidad vocal le dio fama internacional. (Especial)
y Adriana Jiménez
Ciudad de México /

Pese a que tenía varias semanas internado debido a una hipercalcemia (exceso de calcio en la sangre) que se complicó con problemas pulmonares y renales, la muerte de Gualberto Castro sorprendió a sus familiares, amigos y compañeros.

“Estoy muy afligido”, dijo Armando Manzanero a M2 apenas unos minutos después de que el cantante falleció a los 84 años de edad.

“La noticia me tiene muy afligido porque es gente contemporánea, porque empezamos en la misma época, no tengo más que agradecimiento para él por lo buen amigo, la buena persona, el gran cantante, el espléndido intérprete que fue, siempre amable, pendiente, interesado en grabar mis canciones, me grabó como 30 temas”, añadió el líder de la Sociedad de Autores y Compositores SACM, quien se encontraba en Aguas Calientes al conocer la noticia, y compartió su deseo de “llegar temprano a México mañana (este viernes) para alcanzar a despedirme de él”.

Castro inició su carrera como bailarín en el teatro Blanquita a los 14 años, aunque a esa edad ya estudiaba ópera porque tenía un vecino, Alfonso Mendoza, que le daba clases; sin embargo, en su momento dijo que se inclinó por el género de la balada romántica “porque era lo que mi padre cantaba y yo empecé a escuchar su música a muy temprana edad”.

Sin embargo, Felicia Garza, quien lamentó la muerte del cantante y en su momento hizo mancuerna musical con Castro, como Felipe Gil, destacó: “Gualberto tenía una voz tan privilegiada que era capaz de interpretar cualquier tipo de música, lo mismo a través del género tropical que de la big band”.

Garza conoció al intérprete “porque era admirador de su talento y lo iba a ver a donde se presentaba con sus primos, Los Castro que, en ese entonces, aún se llamaban Los Panchitos”.

Sin embargo, el destino los llevó a hacer una mancuerna histórica; en más de una ocasión unieron su sensibilidad, Castro como intérprete y Gil como compositor, al presentarse en el Festival OTI.

“Años más tarde, tuve contacto con los hermanos Castro y cuando se separa de sus primos, mi primo Alfredo Marcelo Gil y yo teníamos una productora independiente; entonces, tras lanzar a Manoella Torres, lo lanzamos a él, con un tema mío. “Hasta que vuelvas” fue el tema que marcó esa relación, que luego se reforzó con “La canción del hombre” y “Te amo”, ésta última con la que ganó el OTI y luego lo descalifican”, compartió la autora.

Pero la vida le tenía reservado el éxito en esa plataforma y años después, con la canción “La felicidad” de Gil, conquistó el premio principal del Festival OTI el 15 de noviembre de 1975.

“De hecho ese tema se volvió icónico en la vida de Gualberto, porque era lo que transmitía a través de su canto, a todas las generaciones que les regaló su sensibilidad”, destacó Felicia Garza al referirse al cantante que en los últimos meses ingresó en varias ocasiones al hospital, y ayer tras una lucha intensa, su esposa Gundy Becky, dio la noticia de su muerte.

El talento de Gualberto Antonio Castro Levario, nombre real del también actor, se proyectó en la tv y centros nocturnos a través de su faceta como presentador del programa La carabina de Ambrosio que, en la década de los 80, le dio gran popularidad, al lado de Beto El Boticario, Gina Montes y Moisés Suárez.

“Fue un gran compañero, un amigo muy querido y me cuesta decir fue…”, dijo Suárez con la voz entrecortada, pues apenas se acababa de enterar de la noticia.

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