En la Comarca Lagunera sin cumbia no hay baile. Y aunque puede emerger la sensualidad de la danza con otro género, si se quiere la pista llena de cuerpos sudando y rostros sonrientes, se dejarán escuchar las armonías y los tiempos propios de la cumbia con canciones como 'La hierba se movía' o 'Mi cucu', ésta última eminentemente juguetona y jocosa, en tanto que los enamorados pedirán algún tema romántico como 'Antología de caricias'.
Sin cumbia no hay baile en La Laguna, coinciden los maestros Juan Barrios y Raúl Jáquez, músicos que a su vez colaboran en múltiples proyectos y también conocen el ambiente de los salones de baile, escenarios de cantina o las pistas en discotecas.
La pandemia por covid-19 afectó en particular al gremio, cancelando presentaciones y cerrando los foros, pero como bien apuntó Barrios, la cumbia tiene tradición y también tiene futuro en el imaginario del desierto lagunero.
Su sonido en la década de los sesenta se escuchaba ya con signos de identidad propia a pesar de que en la región el género se suscribió al cover, es decir, canciones versionadas a través de nuevas grabaciones con grupos como Tropicalísimo Apache de Torreón, o La Rebelión de Teo Sánchez, grupo originario de San Juan de Sabinas.
Sin embargo, fue en la década de los ochenta que llegó la cumbia con ritmos colombianos y mucho de ello se explica a través de la presencia y el ejercicio de control que ejercieron grupos criminales en la Comarca Lagunera.
“Bueno, según yo hasta donde he estado checando, la cumbia llegó a Torreón y no de manera fortuita sino junto con los cárteles de la droga y todo eso. La gente mandaba como regalo la actuación de los músicos, como un plus, de los grupos colombianos que andaban en ese momento”.
De acuerdo a los instrumentistas de avanzada edad, la música colombiana llegó una o dos veces en formato de obsequio. Y como patrimonio cultural inmaterial echó raíces en la región como para que Lucho Argaín se quedara a vivir en México, pidiera un permiso a Discos Fuentes para crear a la Sonora Dinamita y escribiera El Lagunero.
“Esa fue la primera porque ahora hay como unas 50 sonoras en México. La cumbia después de eso se hizo parte de la cultura lagunera, llegó hasta colonias populares donde desencadenó todo un movimiento. Poquito después llega la Sonora Tropicana, también de Discos Fuentes, que son como los dos competidores más fuertes de esa época”.
Juan Barrios dice que ahora a la cumbia se le celebra a la distancia y si se vuelve al sonido nostálgico del pasado serán covers, muchos, los que se escuchen con letras ingeniosas sobre la base rítmica incluso de la música disco.
Si bien en la música parece que todo gira, no deja de ser gracioso escuchar en una boda celebrada en Simón Bolívar, Durango, “La 40 de Mozart” o “La cumbia de Beethoven”, mientras los invitados levantan polvaredas al bailar. El playlist de nuestras vidas De Tropicalísimo Apache a Chicos de Barrio, se gestaron al ritmo de la cumbia Mi barrio colombiano y Los Capi.
Juan Barrios apunta que al hablar de cumbia lagunera emerge el talento de Gómez Palacio, Durango, con un montón de grupos entre los cuales destacan Los Tracher, que hicieron época en el tiempo en que se lanzó a los escenarios a Chicos de Barrio.
“Los siete de Torreón y Tropical Pingüino son de los años sesenta y el Orquestón Loco, se puede decir que es más moderno y que salió de la Sonora Everest, como Chicos de Barrio. Los Cuchos Boy también es una gran agrupación. Pero los Chicos de Barrio es una fusión de ritmos entre cumbia, rock y hip hop, tiene un sonido que podemos decir evolucionó. No quiero dejar pasar a un grupo que en su momento hizo historia, La Real Sonora, una variación de Everest, porque la misma persona fue dueño de ambas agrupaciones. Con la Real Sonora la música se hizo más romántica, era una cumbia más delicada y refinada”.
Para Barrios, un grupo que hoy marca una nueva pauta a través de su sonido es Cadereira, del cual forma parte Raúl Jáquez. Este concepto, apunta el maestro, es el de una cumbia más simplificada, pero al no contar con tantos instrumentos es de “alma libre” que suena a cumbia hipster. Con Othón Guerra y TNT Cumbia, Barrios ha colaborado produciendo algunas canciones y popurri de cumbia y apunta, al igual que Chicos de Barrio, fusiona otros géneros:
“Aún están en covers pero la mayor parte de los grupos laguneros así sobreviven y también se piensa que al público hay que darle lo que pida”.
Con la pandemia los espacios para bailar fueron cerrados pero algo que también no permite su permanencia es el comportamiento del lagunero, que busca la novedad un par de veces y luego no vuelve a los sitios, por ello no hay salones que trasciendan como en el pasado con el Continental Torreón o la Terraza Alameda.
Y en el punto de las modas si PLAY LIST se recuerda, hubo un tiempo en que los laguneros intentaron comprender el country y hasta la fecha siguen bailando Payaso de Rodeo. También llegó la novedad del pasito duranguense, pero la región atravesó un largo y oscuro periodo de violencia que dice el entrevistado “acabó con todo eso”.
Si bien en el pasado a la cumbia se le relacionaba con la clase popular y los cholos, esa percepción por fortuna quedó sepultada.
“Los que nos dedicamos a tocar, no nada más en bares o antros sino también en fiestas con grupos versátiles, o incluso cuando vas como invitado a una fiesta, sabemos que sí está padre y bailas reggaetón, algo de música electrónica pero definitivamente el detonante para que la pista esté llena sin importar edad es la cumbia. Quieres tener la pista llena en Torreón, pones cumbia".
El sonido lagunero
Para el músico Raúl Jáquez la cumbia lagunera es más parecida a la cumbia de combo o sonora, es decir, de formación o ensamble musical como las sonoras que se establecieron en Colombia o Venezuela, y el punto de encuentro se ubica en su velocidad y los instrumentos principales.
Si bien para Nuevo León o Tamaulipas el sonido refiere al vallenato con el acordeón, acá el guiró es el que rifa junto con otros instrumentos que marcan el ritmo.
“Al escuchar ‘Ya se va tu lagunero’ la gente la hace parte del imaginario de La Laguna. Si recordamos, a principios de los años ochenta, quien cantaba la canción y la sacó de aquí, era Lucho Argaín, voz principal de la Sonora Dinamita. Esa canción la compuso aquí para La Laguna, por los bailes que se hacían aquí a principios de los ochenta. La compone para Torreón y La Laguna”.
Jáquez precisa que los primeros grupos de cumbia no son tan parecidos a la Sonora Dinamita pues la moda de su tiempo fue el sonido tropical. Es allí cuando refiere a Los Siete de Torreón, conformado por referentes musicales como El Chino Nájera, que es padre de Yiyo Nájera, músico que le dio identidad a Chicos de Barrio.
“Los siete de Torreón tiene un sonido parecido a la cumbia que se hace en el noreste de Nuevo León y Tamaulipas y no tiene sonido de sonora. Son anteriores o a la par de Tropicalísimo Apache, que no tenía el sonido con el que lo conocemos, que es la de La Medallita, La burlona, que estamos hablando de principios de los ochenta aunque Apache ya existía tocando otros géneros como el rock”.
Raúl Jáquez dijo que con discos completos Apache sigue siendo referente y las canciones de La Medallita o La Burlona, o Un brindis para mi pueblo, comienza a componer música original alejándose del cover sobre canciones colombianas o panameñas.
“Yo creo que no hemos mencionado un grupo que le hace justicia a la cumbia lagunera y es de los mejores, dirigido por Mario Núñez, Tropical Pingüino. En resumen se sigue haciendo cover, excepto Apache. La diferencia entre grupos y como Orquestón Loco, es su sello de identidad. En el caso de Orquestón la identidad se la da su manera de tocar la cumbia, por su velocidad. Otras agrupaciones más lentas son Los Capi o la Sonora Everest”.
La nueva cumbia En cuanto a la propuesta de Cadereira, Raúl Jáquez explicó que los músicos sugieren y muchas de las veces el resultado es distinto porque se pretende una cosa pero al final sale otra.
“Yo creo que parte de muchas cosas, generacionales, por lo que escuchamos, la lírica es diferente, el 98 por ciento de lo que componemos no es de desamor, todas son de enamoramiento y como dicen los jóvenes, son básicas, esa terminología que encuadra en muchas cosas, que son básicas y siempre es con un tono divertido, la música es sumamente sencilla, no se busca complejidad porque dejaría de ser esa cumbia. Quien comenzó con el proyecto y lo tenía claro en ese aspecto fue Marcelo (Gamboa)”.
Este músico detalla que desde marzo la gente no va a bailar cumbia y esto es preocupante porque hay agrupaciones que no sobreviven de otra manera, que se dedican por completo a los bailes. Para Jáquez, es Chicos de Barrios la agrupación que con temas originales, algunos de El Chino Nájera, le dio una identidad nueva a la cumbia lagunera, y ello se debe a Yiyo Nájera.
“Podríamos decir que detrás de la nueva cumbia lagunera está Chicos de Barrio y Yiyo Nájera. Llamamos nueva cumbia a la que hacen grupos como Los Capi. El Capi tocaba la batería con Chicos de Barrio. También Los Cuchos Boy salen de ahí, porque este concepto muy claro de la cumbia lo tiene Yiyo Nájera. Como coordinador del área de música dentro de la dirección de Cultura del Ayuntamiento de Torreón, Jáquez programó en noviembre del año anterior en un festival de cumbia a Orquestón Loco y Tropical Pingüino. Pero también está atento a las nuevas propuestas".
CALE