Amador Monterrubio (bajo), Rodolfo Presa (sintetizadores, guitarras y segunda voz), Kevin Armando (batería) y Raúl Álvarez (vocalista) integran Acid Fader, que se definen como una colección ecléctica de synthwave, post-punk y dark wave. Y eso se plasma en su nueva producción 1998, en la que le sacan provecho a los beats envolventes y oscuros, con un sonido dispuesto a explorar los pasajes melódicos con la instrumentación que gira sobre los sintetizadores. Con este material en circulación, la banda alista la presentación de su disco el 16 de agosto en Aparato, lugar cerca de la Purísima, en Padre Mier. Raúl Álvarez platica en entrevista sobre este disco que ya está disponible en plataformas digitales y pronto en cassette con el sello Cintas.
¿Cómo se dio el tocar dentro de este estilo de dark wave?
La música que hacíamos antes era como rock psicodélico, pero cuando se integra Rodolfo ya le dimos un sonido con sintetizadores, pero vimos que en la escena local estaba surgiendo mucho el rock psicodélico, y ahí es cuando nació la idea de darle un sonido diferente y nuestro, ya en otro género. Así que tomamos estructuras del synth-pop, ya con los beats y una estructura pop para darle un estilo más oscuro e introspectivo. Como si aplicáramos Joy Division al revés, primero fue New Order y luego Joy Division. Pero desde antes ya nos gustaba el género dark wave, pues escuchábamos a muchas de esas bandas. Pero de 1990 al 2000 surgió otro género llamado witch house, aunque el problema con este género es que casi siempre era instrumental. Entonces dijimos: vamos a hacer un dark wave, pero con sonidos de Depeche Mode más otras influencias.
¿Qué influencias se encuentran en su nuevo disco?
En las temática de las canciones y el estilo de sonido, Placebo es una influencia muy fuerte, Interpol y Deftones. Al hacer este disco pensamos cómo sonarían esas bandas si hubieran hecho su música con sintetizadores. Esa fue la idea central, son muy marcadas las influencias de esas bandas.
¿Por qué 1998?
Tiene que ver con lo anterior. Cuando estuvimos en el proceso del disco sacamos las influencias que nos marcaron en la vida y todos coincidimos con música, series y bandas que salieron entre 1998 y 1999. Nos llamó la atención lo que se idealizaba en las series o películas como Matrix; que conocimos y que salieron en esos años, y donde se tocaban temas como la ambivalencia de lo que iba a haber en el futuro, que se estaba deshumanizando a la gente. Además las bandas más influyentes estaban entre 1998 y 1999, con Placebo y su disco Without you i’m nothing, por ejemplo.
¿Qué abordan en sus letras?
Lo que nos gusta explorar con las letras son los miedos radicales, la condición humana, el miedo a no dejar una marca en el mundo, entre otros. En “Innocence”, por ejemplo, nos pusimos en el papel de vamos a hacer una canción de alguien que se da cuenta que es malo, que tiene maldad en sí mismo, lo sabe, sin embargo, se convierte en lo que no debería. “Requiem” cuenta en primera persona la perspectiva de alguien muy querido, pero que sabe que algo está mal; tiene metáforas de una vela en la lluvia que está acercándose y te está hablando, es una canción de amor intensa. Tratamos en las letras de meterle ambigüedad a temas sencillos.
¿Qué van a presentar en su concierto el 16 de agosto?
Vamos a tener un show profesional, tendremos un escenario con visuales especiales, que nos generó el animador que está trabajando con nosotros, Erik Hassan, quien fue muy importante para el proyecto. Rodrigo Montalvo, nuestro productor, también hizo una labor importante para poder desarrollar el concepto del disco, gente realmente metida en el arte, nos han aportado mucho. El sello Cintas además, con la distribución de nuestro material y su apoyo desinteresado. Todos han contribuido para lo que representa y se ve de Acid Fader
CHECA: @ACIDFADER