A unos días de celebrar la 25 edición del Grammy Latino —la entrega será el jueves 14, y la fiesta inicia mañana con la entrega de Premios especiales— Manuel Abud, CEO de la Academia Latina de la Grabación, se da tiempo para hablar con MILENIO y compartir algunos detalles de tan especial celebración, y precisar que caminar de la mano con los artistas en la evolución que ha observado la industria musical ha permitido la fortaleza de la institución.
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“Estos 25 años han sido un viaje maravilloso no solo para la Academia, sino para la música latina; hemos podido estar de la mano de los artistas, hemos sido parte de su recorrido, por eso ahora la Academia está más fuerte que nunca, nuestro proceso está más sólido, la credibilidad y la importancia del premio. Se ha convertido en un premio virtuoso y llega el momento de festejarlo, sin perder la vista hacia el futuro, de la necesidad de seguir evolucionando al igual que la música, lo cual se ve en las categorías que han surgido y en la incansable acción de traer artistas nuevos, sin quitar su mérito a los artistas tradicionales”.
La dualidad de la que habla el ejecutivo es la que se proyectará en la gran fiesta que se celebrará en Miami, donde nació el Grammy Latino en el año 2000.
“Vamos a tener una combinación muy linda, que cruza generaciones, vamos a ver a los nuevos artistas, pero también a los que han sido reconocidos porque nos han dejado un legado”.
Llegar al momento de celebración que se vivirá la próxima semana con cada uno de los eventos —Premios especiales, Leading Ladie’s, Mejor nuevo artista, Persona del Año y Grammy Latino— en los que se reconocerá a la música latina, a través de sus diversos intérpretes, no ha sido fácil; alcanzar la credibilidad como institución llevó su curso y acabar con especulaciones, como que el premio surgió por un desplazamiento de la organización del Grammy para sacar a los latinos de su premiación.
“Lo complejo, cuando representas una marca con tal legado, importancia y trascendencia, como es Grammy, es estar a la par de la responsabilidad que representa, tienes que estar consciente de la evolución que hablábamos hace un rato, pero también proteger ciertas tradiciones y ciertas procesos que son los que mantienen la marca ahí".
“Es una mezcla en la que tienes que tener cuidado de dónde te vuelves más progresivo y dónde mantienes esas tradiciones que fundamentan la marca; y sobre todo no dejarte llevar, ni por modas espontáneas, ni por críticas que siempre saldrán. En el caso concreto de la premiación, la crítica es un proceso natural, siempre va a haber disgustados. Recibimos 23 mil productos, de los cuales se premian 58 categorías; son más los decepcionados y tristes y enojados, que los que ganan y celebran. El secreto está en mantener la premiación y su proceso con una integridad impecable, para que el que se enojó, se enojó, pero el año que entra a lo mejor le toca ganar”.
La credibilidad
Gabriel Abaroa, quien fue CEO de la Academia por 20 años, cita un par de ejemplos que materializan el tema de credibilidad que ha logrado la Academia, en entrevista con MILENIO.
“El tiempo logra mucho, y en el Grammy Latino la credibilidad la han dado en buena medida los artistas empoderados que sirven de ejemplo a los que están empezando; cuando un Vicente Fernández, un Julio Iglesias, una Celia Cruz o un Juan Gabriel te toman en cuenta, y les ofreces un tributo y lo aceptan, están mandando la señal hacia abajo que es el camino a seguir.
“Evidentemente si no lo haces así, el siguiente no lo hará, no te recomendará; hay que echar la casa por la ventana cada vez y tumbar muchos mitos, que fue una tarea que sin escribirla me impuse —enfatiza y recuerda que acabó con la idea de que los latinos “siempre llegamos tarde a todo, por eso establecí que todos los eventos de la Academia iniciaran puntuales”.
Abaroa hace una pausa antes de citar el segundo ejemplo que habla de la credibilidad e importancia que ha alcanzado la Academia para los protagonistas de la música.
“Con el avance de la tecnología, lo importante para la institución ha sido enfocarnos en la música y darnos cuenta que si la tecnología cambia, la música cambia a una velocidad más vertiginosa. En la historia de la Academia ha habido dos o tres veces donde la música rebasó a la Academia. Uno muy concreto fue el caso de la música urbana, con una protesta tremenda, porque sentían que no se les estaba considerando y lo único que no comprendieron es que nosotros no podíamos ir a la misma velocidad, porque tenemos reglamentos de cómo incorporar nuevas categorías, tiene que haber un número x de grabaciones, hay todo un proceso; lo bueno de todo eso es que esas situaciones nos acercan con las comunidades musicales; y la otra es que si ellos se estaban quejando ante la Academia, que tiene 5 mil miembros, por no ser reconocidos, quiere decir que el premio vale, que tiene credibilidad”.
Al hablar de los retos que vienen para la Academia, Abud es muy preciso al destacar que la prioridad es seguir siendo la principal plataforma para que los artistas proyecten su música.
“Nosotros apoyamos a los artistas en su expresión cultural y su propuesta, entonces tenemos que ser muy conscientes de lo que están viviendo e influye en su creatividad; y otro reto es el de la creación de la música, con un volumen tan alto, porque hoy en día se genera música en cantidades impresionantes, pero afortunadamente la gente y los propios artistas nos ven como apoyo para hacer una curaduría”.
Del futuro que ve para la institución destaca: “Viene un proceso más grande en el tema internacional, la salida a Sevilla – donde se entregó el Grammy Latino el año pasado– no fue un viaje de moda, sino un intento de establecer una tradición de cambiar sede, no cada año, porque es muy complejo, entonces probablemente cada dos años; también está la idea de seguir al día con los avances tecnológicos, adaptándonos a la forma de crear música y siempre preocupados de darles las plataformas necesarias a los socios. Son otros tiempos, hay más participación de los chicos, el apoyo a jóvenes que tienen el talento, y la sinergía que se logra con ellos es muy importante y se ha convertido en un gran orgullo. Un caso concreto es el de Juanes, que fue el Mejor Nuevo Artista y 20 años después se le reconoció como Persona del Año, entonces es un gran privilegio y responsabilidad estar impulsando todo este crecimiento”.