“¿Qué puede pasar en lo que dura una década?”, pregunta Abraham Boba, vocalista de León Benavente, al principio de Nuestro aniversario. Y para responder a tal duda – relacionada con los 10 años que este 2023 cumple la banda española –, hay que escuchar el resto de la canción.
Este tema remite al pasado, pero el grupo no se considera nostálgico, dice el cantante en entrevista con MILENIO: “Siempre pensamos en el siguiente paso, en no repetir formulas y cambiar los caminos que hemos trazado, pero siguiendo nuestra personalidad”.
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Tras sus aproximadamente 3 mil 650 días con los instrumentos sonando, los músicos querían celebrar “de una manera parecida a los inicios del grupo”, es decir: tocando en salas pequeñas.
Pero también reeditando su disco debut con “algún material inédito, cosas que no habían sido publicadas”, explica ese que con su voz acompaña al bajo de Eduardo Baos, a la guitarra de Luis Rodríguez y a la batería de César Verdú.
“Son cosas especiales que hemos hecho para celebrar, pero a la vez ya estamos trabajando en el siguiente disco”.
El ensamble visitó México este fin de semana para alegrar a sus seguidores de Ciudad de México, Guadalajara, Puebla y Querétaro. Y su siguiente paso es volver a su patria para una gira conmemorativa por su década de vida, que abarcará salas en Valencia, Murcia, Gijón y Tenerife.
De concierto en concierto, Abraham confiesa que en el tiempo de vida del proyecto no todo ha sido ‘color de rosa’, pues son constantes los retos. El primero: “Mantenernos”.
“Es lo más difícil dentro de una carrera larga como la nuestra; no es un capricho, es parte de nuestras vidas, es un oficio para nosotros”, explica.
Otros aspectos que les implican constancia y disciplina son “mantener a nuestro público e ir ganando nuevos adeptos con cada disco, ir transitando distintas generaciones. También intentar que las visitas a México o Latinoamérica sean cada vez más habituales”.
Pero afirma que “madurez”, en un sentido sonoro, ya es un concepto intrínseco para ellos: “Nuestros cuatro discos ya tienen una personalidad reconocible, aunque transitan caminos distintos en el sonido, en el formato de las canciones e incluso en las letras”.
“Nos mantienen vivos las ganas de seguir aprendiendo”, sentencia.
¿Pero qué hace que Abraham Boba, a sus 48 años, varios de ellos entre los músicos de respaldo de Nacho Vegas, siga con la enjundia musical a tope?
“No me lo planteo, creo que es parte de mi vida y también de mis compañeros del grupo. Empecé a hacer música joven y descubrí que era una de las cosas que me mantenía en equilibrio en esto que se llama vida. Suena cliché, pero es una necesidad que conecta con la creación, que me sigue manteniendo vivo y que hace siga con ganas de aprender”, responde al que sus fans tratan de emular vocalmente en éxitos como Ser brigada, Estado provisional y Como la piedra que flota.
Entonces, afirma que León Benavente no solo tiene la capacidad de cumplir 10, sino 20 años: “Mientras siga habiendo ideas nuevas no veré el final de esto; cuando haya un valle creativo en lo que estamos haciendo, una falta de ambición, quizá paremos, pero creo que aún quedan muchos para eso”.
El cantante cierra hablando de la amistad que hay entre el cuarteto, a pesar de ser "personas muy distintas".
"Éramos amigos antes de la banda, nos conocimos trabajando en la música. Es una mezcla entre relación familiar, de pareja y profesional; somos gente que pasa tanto tiempo viajando, haciendo conciertos, pensando, creando… Es algo que hay que valorar, es bonito mantener aunque a veces sea difícil. La gente dice que destilamos buena energía".