¿Milagro de diciembre? El día en que ‘Like a Virgin’ convirtió a Madonna en leyenda navideña

Un himno que mezcló diversión, irreverencia y una estética única: así nació ‘Like a Virgin’, la canción que consolidó a Madonna como leyenda del pop y definió la década de los 80.

'Like a Virgin' está considerada una de las canciones más influyentes de la década de los ochenta | Steven Meisel
Ciudad de México /

Madonna Louise Veronica Ciccone, mejor conocida como Madonna (Detroit, 1958), es la cantante más icónica de la cultura pop. Su música siempre ha marcado tendencia y abordado temas como política, sexo y religión. 

A lo largo de décadas, sus canciones le dieron un lugar codiciado en la industria y la consolidaron como un pilar del pop en inglés.

Conocida como La Reina del Pop, Madonna tuvo que abrirse camino entre comparaciones con Cyndi Lauper. Con apenas un disco homínimo lanzado en 1983, ya demostraba que estaba lista para convertirse en el fenómeno transgresor que todos conocemos.

En diciembre de 1984, un sencillo lo cambió todo. Like a Virgin no solo la lanzó al estrellato, sino que definió una era de música, estilo y actitud irreverente. Lo que parecía un lanzamiento más se convirtió en un “milagro de diciembre”: su primer número uno en Estados Unidos y el impulso que despegaría su carrera como nunca antes.

¿Cómo podía una mujer llamada Madonna —que en italiano alude a la Virgen María— ser tan provocativa? ¿Cómo se atrevió a cantar sobre virginidad y la experiencia de ser tocada por primera vez? ¿Y por qué triunfó justo en diciembre, antes de Navidad? Son preguntas que acompañan a una historia llena de sintetizadores… y hoy nos acercaremos a darles respuesta.

Madonna logró su primer éxito en listas amerricanas 4 días antes de Navidad | Richard Corkery

Touched for the very first time…

La canción que le cambió la suerte a la madre de las popstars actuales —porque sí, hay que decirlo— no nació entre aplausos. Para entenderlo hay que regresar a 1983 y a Madonna, su disco debut: un material que funcionó en Estados Unidos, la puso en el radar, pero todavía no la convertía en fenómeno. 

Ese primer álbum bastó para conseguir presupuesto para un segundo intento. A mediados de 1984, Madonna llegó a Nueva York para reunirse con Nile Rodgers, productor y cerebro detrás de Chic. El recibimiento fue seco: Rodgers escuchó la maqueta de Like a Virgin y fue claro. Así, tal cual, no podía salir. Le faltaba forma y producción real.

El primer disco de Madonna la colocó en el radar del público | Amazon

Rodgers tenía con qué sostener su postura. Venía de trabajar con David Bowie y sabía reconocer una buena idea cuando la veía… incluso si todavía no estaba terminada. Madonna confió, pero los compositores dudaron. 

La letra de Like a Virgin fue obra de Tom Kelly y Billy Steinberg, personajes que nunca tuvieron una relación cercana con la cantante y tampoco hubo contacto directo: todo se manejaba vía managers y silencios incómodos.

En entrevista con SongFacts, Steinberg recordó que Like a Virgin ni siquiera fue escrita pensando en Madonna. Era una letra personal, íntima, sobre volver a sentir algo puro por primera vez. Pero Warner Bros. pensó distinto, el sello intervino y decidió que la canción tenía que ser suya.

“Previo a Like a Virgin, no tuvimos un contacto físico con ella, todo era entre su manager y nosotros. Tom y yo entregamos la canción y fue un éxito rotundo, pero cuando la conocí fue un momento demasiado breve. La vi cinco años después en la fiesta de cumpleaños de su manager; le dije que estaba emocionado de conocerla y ella respondió ‘sí’. Tomó a Warren Beatty —su pareja de ese entonces— y se retiró. Nunca la volví a ver”, relató el compositor.
La letra describe la sensación de encontrar un amor tan puro que te hace sentir ‘como una virgen’ otra vez. Tenía un significado profundamente personal para mí. La maqueta se la presenté a Michael Ostin, de Warner Bros Records, y él se la dio a Seymour Stein porque pensaron que era perfecta para ella. Ni Tom ni yo le habríamos dado una letra tan personal a alguien que luego agregaría coros de voz”, sentenció.
La letra de Like a Virgin fue obra de Tom Kelly y Billy Steinberg | AFP

Mientras ese drama se gestaba del lado literario, Nile Rodgers hacía lo suyo: pulía el sonido, afinaba arreglos y convertía una maqueta prometedora en un sencillo listo para explotar.

El resultado fue todo menos discreto. Aunque la canción y el disco se terminaron a mediados de 1984, su lanzamiento fue caótico, acelerado y, sobre todo, efectivo. Like a Virgin no sólo impulsó la carrera de Madonna: detonó una estética y un estilo que marcarían a los ochenta... algo para lo que nadie estaba listo. 

Nile Rodgers (centro) trabajó de cerca con Madonna | AFP

Para tener en el radar

Nile Rodgers: arquitecto del pop

Guitarrista, productor y fundador de 'Chic', definió el sonido disco y funk que dominó finales de los setenta y ochenta. Su sello es reconocible al instante: guitarras limpias y canciones hechas para durar. Ha trabajado con David Bowie (Let’s Dance), Diana Ross (Diana), Daft Punk (Random Access Memories) y Beyoncé (Cuff It). Más que un productor, Rodgers ha llevando el pop de la pista de baile al canon cultural.

​“Carajo, no puedo bailar así”: su presentación en MTV

Con Like a Virgin recién salida del estudio de Nile Rodgers, del otro lado se gestaba la primera entrega de los MTV Video Music Awards, celebrada el 14 de septiembre de 1984. 

El contexto no era menor: la noche estaba dominada por riffs estridentes y una escena inclinada al rock-pop, con nombres como Van Halen, Scorpions y Def Leppard marcando el pulso. El pop, salvo Michael Jackson, no era precisamente el protagonista. Madonna llegaba, en teoría, al terreno menos favorable.

Aún así, en tres minutos con 50 segundos, Madonna empujó la primera ficha del dominó del pop moderno. Vestida como novia —diseño de la marroquí Maripol—, con collares de perlas, rosarios, guantes de encaje y la ya mítica hebilla de Boy Toy, convirtió el escenario en algo más que un número musical.

La presentación comenzó de forma aparentemente normal, pero pronto se transformó en una cadena de accidentes que estuvieron a punto de costarle la carrera y que detonaron uno de los escándalos más recordados de su trayectoria:

  • Like a Virgin en bruto y con esteróides

Montada sobre un pastel de bodas, Madonna perdió un zapato; para que el error pareciera parte del acto, lanzó el otro al aire y continuó descalza al inicio de la canción.

A mitad del tema —y del pastel— se quitó el velo de novia, se sentó en el escenario y realizó movimientos pélvicos con claras connotaciones sexuales, todo mientras rosarios y cruces colgaban de su cuello. 

Madonna llegó al terreno menos favorable en sus primeros MTV VMA´S | Reuters

La primera vez que se lanzó al suelo fue para calzarse, y hasta el segundo coro nada parecía salirse del guión… hasta que llegó el puente.

Durante el puente de la canción, ya abajo del pastel, Madonna tomó el velo, se arrodilló sobre él y comenzó a moverse de forma sugerente. 

Luego vino el momento que haría historia: se revolcó en el escenario y, de manera accidental, mostró su ropa interior en televisión nacional.

Sobre ese instante, Madonna declaró en 2015 para el podcast de Howard Stern:

“Mi zapato se cayó en el escenario y pensé, ‘Carajo, no puedo bailar así’. Me abalancé sobre el piso, mi vestido se subió y mi trasero quedó descubierto”.

Esa misma noche, su mánager Freddy DeMann le dijo —entre preocupación y estupefacción— que su carrera había terminado. Años después, en 2022, Madonna volvió al tema en entrevista con Jimmy Fallon:

“Solo se me vio media nalga, pero cuando bajé al backstage mi representante me dijo que mi carrera había terminado”.

Lo que nadie sabía entonces es que ese supuesto final era apenas el inicio. La sociedad más tradicional ya se preparaba para su choque frontal con Madonna gracias el lanzamiento de su segundo disco.

Un video para provocar, una letra para amar y un disco para escuchar

Como dicta una de las reglas no escritas del pop —no hay plazo que no se cumpla ni fecha que no llegue—, Madonna lanzó el video de Like a Virgin el 6 de noviembre de 1984. Hoy es una pieza fija de la cultura pop; pero en su momento, fue una imagen incómoda: una novia caminando sola por Venecia, persiguiendo a un enmascarado entre góndolas mientras hablaba de virginidad sin pedir permiso.

Dirigido por Mary Lambert, el clip presenta a una mujer “virgen” por elección, no por ingenuidad. Madonna recorre la Plaza de San Marcos (Venecia) vestida de novia y baila con una sensualidad que desafiaba los cánones de la época. 

Los símbolos religiosos no desaparecen. Los crucifijos y las referencias católicas acompañan la fantasía de Madonna, que aparece montada en una góndola con posturas provocadoras para la rígida moral italiana y juega con una narrativa sexual poco velada junto a un león que camina por la Plaza de San Marcos. 

En los momentos clave, la escena se afina: un hombre con máscara de león y un segundo vestido de novia —más revelador— bastan para dejar claro que la provocación vive en la sugerencia.

Todo mientras la canción se sincroniza con lo siguiente:

“You're so fine, and you're mine.
Make me strong, yeah, you make me bold.
Oh, your love thawed out.
Yeah, your love thawed out.
What was scared and cold”...

Que traducido al español se lee de esta forma:

Eres tan bonito y eres mío.
Me haces más fuerte (...) Sí, me haces valiente.
Oh, tu amor descongeló (...)Sí, tu amor descongeló...
Lo que estaba asustado y frío.
Madonna lanzó el video de Like a Virgin el 6 de noviembre de 1984 | Captura de pantalla

Todo ese universo visual se acomodó cuando el disco llegó el 12 de noviembre, apenas seis días después del video. Like a Virgin tomó fuerza conforme avanzó diciembre y se mantuvo en el top 10 de Billboard. Nile Rodgers afinó los arreglos, Steven Meisel construyó la imagen y Madonna sumó otros dos hits —Material Girl e Into the Groove— que terminaron de fijarla en la cultura popular.

Aún así, la canción siguió siendo la más incómoda. Padres de familia, moralistas y hasta Juan Pablo II llamaron al boicot por “incitar a conductas sexuales inapropiadas”. 

Nada impidió el desenlace: el 21 de diciembre de 1984, Madonna llegó al número uno de Billboard. Cuatro días antes de Navidad. Llámalo timing, llámalo escándalo… o acepta que fue un milagro de diciembre, aunque no aprobado por el Vaticano.

“Querido Quentin: es sobre amor, no sobre penes grandes”. Madonna

Encumbrada en el punto más alto de su carrera y respaldada por un segundo disco que no dejaba dudas, todo empezó a girar en torno a Madonna. Vinieron los millones de fans, los millones de dólares… y, por supuesto, los millones de padres indignados que veían en sus letras una amenaza directa al matrimonio, la moral y los valores familiares.

El impacto fue tal que su estética se replicó a escala industrial: Macy’s habilitó un piso completo para que adolescentes se vistieran como la nueva ídola pop. Con el tiempo llegaron discos aún más grandes —True Blue (1986), Like a Prayer (1989) y Erotica (1992)— y con ellos, algo inesperado: Madonna dejó de ser solo música para convertirse en argumento cultural, tema de debate, referencia cinematográfica y hasta punto de fricción política… incluida la Cámara de Diputados mexicana.

Juan Pablo II, Tarantino y hasta el entonces diptado Lerdo de Tejada Luna vieron el avance de Madonna con malos ojos | Especial

  • Tarantino y Perros de reserva: amantes de Like a Virgin

Para alguien obsesionado con Elvis —pues los cinéfilos sabemos que se ganaba la vida como imitador del astro musical—, Quentin Tarantino encontró en Like a Virgin el mológoo perfecto para su ópera prima, Perros de reserva (1993). Ahí, el director reduce la canción a una interpretación burda sobre sexo y anatomía masculina.

Según el libro Quentin Tarantino: Interviews, ese mismo año Madonna lo encaró en una fiesta y le regaló una copia de Erotica, con una dedicatoria para un cineasta en ascenso: 

“Querido Quentin: es sobre amor, no sobre penes grandes”.

Desde entonces —casualidad o no— Tarantino no volvió a usar una sola canción de Madonna en su filmografía.

  • Juan Pablo II y Pepsi: Dios no perdonó; los refrescos tampoco

La relación entre Madonna y Juan Pablo II pasó de la incomodidad al choque frontal. Like a Virgin encendió las primeras alertas, pero Like a Prayer llevó el conflicto a otro nivel con una narrativa que el Vaticano consideró blasfema. El Papa llamó al boicot de su música y de sus giras, colocando a Madonna —oficialmente— en el centro del pecado pop.

El golpe más visible llegó en 1989, cuando Pepsi canceló su contrato millonario con la cantante tras la presión de grupos conservadores. El comercial se retiró, pero la canción siguió sonando. 

Con el lanzamiento de Erótica, la relación se tensó a un nivel nuevo; a uno donde El Vaticano no permitió que la popstar pisara la Santa Sede hasta en mucho tiempo.

Lo que marcó el final de sus enfrentamientos públicos fue la parada del Confesions Tour (2006) en Roma, con un número donde Live to Tell lo cantó “crucificada” mientras denunció el abuso de menores a nivel mundial.

  • Cuando Madonna pisó México y el escándalo se volvió nacional

Como casi todo lo que Madonna tocó en los ochenta y noventa, el escándalo no se quedó en Europa ni en Estados Unidos. A México le llegó completo, amplificado por la televisión abierta, los noticieros nocturnos y, eventualmente Madonna se convirtió en tema nacional.

En noviembre de 1993, la cantante agotó tres fechas e inauguró el Foro Sol —hoy Estadio GNP—, pero antes de pisar el escenario ya era blanco de polémica. Programas de televisión la tachaban de “pervertidora de menores” y de “incitar conductas homosexuales”. El ruido fue tal que terminó colándose en la Cámara de Diputados.

Durante una sesión legislativa, el entonces diputado priista Francisco Fernando Lerdo de Tejada Luna cuestionó públicamente si Madonna promovía “los valores de la familia”, contrastándola incluso con el patrimonio cultural mexicano exaltado por el gobierno de Carlos Salinas de Gortari. Su postura quedó registrada así:

“Lo anterior nos obliga a reflexionar sobre espectáculos que nos denigran, al brindar forma abierta y peor aún, pagándole, a gente proveniente de subculturas extranjeras que, como Madonna, promueven los antivalores más agudos, tales como el homosexualismo, el lesbianismo, las prácticas sodómicas…”, comentó Lerdo de Tejada Luna.

La respuesta llegó desde otra curul. El diputado del PRD, Cristóbal Arias Solís, desmontó el argumento con una pregunta incómoda que sigue vigente:

“¿Por qué contra Madonna y por qué Michael Jackson sí? ¿Por qué Madonna no y por qué Michael Jackson sí?”.

En una segunda intervención, Arias Solís llevó el debate al terreno del arte, el erotismo y la hipocresía moral:

“¿No será el erotismo una expresión del arte también? ¿No hay erotismo en la Biblia? ¿No hay erotismo en los grandes pintores…?”.

Así, Madonna logró algo convertir un concierto en discusión parlamentaria. En México, el eco de Like a Virgin no solo se escuchó en estadios llenos, sino también entre micrófonos oficiales. 

Contra todo pronóstico y un debate demasiado risorio, los shows llegaron a México (...) Aún cuando Lerdo de Tejada pegó el grito en el Palacio Legislativo por un concierto inofensivo.

El legado pop

Mientras tanto, la Reina del Pop sigue interpretando el tema en sus principales giras, casi siempre a petición de sus seguidores. Aún así, reconoce que, aunque la canción marcó su carrera, mantiene una relación ambigua con ella.

“Representa mucho para mí, pero también es parte de otra etapa de mi vida”, dijo Madonna en una entrevista con Rolling Stone en 2015 sobre una canción que le ha dado tanto como ha condicionado su figura durante cuatro décadas.

Inmortalizada en la música, en la moral, en el cine y hasta en el H. Congreso de la Unión, Madonna demostró que pocas figuras del pop han atravesado tantas capas culturales. De su repertorio se podrían citar decenas de canciones que hoy tararean dos o tres generaciones: auténticos tótems como Holiday, Vogue, Music o Hung Up.

Madonna perdió un patrocinio de Pepsi gracias al boicot de Juan Pablo II | Especial

Like a Virgin es el verdadero punto de quiebre. La prueba llegó en 2014, cuando Cristina Scuccia —una monja italiana— interpretó la canción en La Voz Italia y ganó el concurso. La misma institución que intentó boicotear a Madonna terminaba, décadas después, aplaudiendo su canción más polémica.

Al final, la historia cerró el círculo. Madonna tenía razón desde el principio: Like a Virgin nunca fue sobre virginidad, cosas morales o penes grandes (...) Siempre fue sobre amor.

PD: Este es mi verso favorito de Like a Virgin. Gracias, Bridget Jones Diaries, por tanto; discúlpanos por tan poco. Por siempre enamorados de Mark Darcy.
“You're so fine and you're mine.
I'll be yours 'til the end of time.
'Cause you made me feel.
Yeah, you made me feel I've nothing to hide”...
Que traducido al español:
“Eres tan bonito y eres mío.
Seré tuya hasta el fin de los tiempos.
Porque me hiciste sentir.
Sí, me hiciste sentir que no tengo nada que esconder”...

  • Fernando Rocha
  • Lic. en Ciencias de la Comunicación con especialidad en Mercadotecnia. Me gusta la moda, el helado de vainilla, la Coca-Cola, el Bacardí y el indie pop; escribo de varios temas aquí en Milenio... Por favor léeme.

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