Al pensar en sus inicios musicales, Jorge Rodríguez Grández esboza una sonrisa. Desde el cuarto de su casa en su natal Perú donde atiende entrevistas y otros pendientes a distancia, el fundador de Los Mirlos dice que solo le vienen "recuerdos bonitos" cuando se traslada a 1973, año en que arrancó con la banda que actualmente es referente mundial de la 'cumbia selvática'.
"Yo me siento agradecido", dice el músico originario de Moyobamba, capital de la región de San Martín, en entrevista con MILENIO a propósito del documental La danza de Los Mirlos, una producción dirigida por Álvaro Luque que recopila las andanzas e ideas del ensamble.
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"Tengo mis archivos familiares de Los Mirlos y cuando los vio el director de la película me los pidió para ponerlo. Ahí están mis padres, los músicos de la primera etapa... Toda una historia muy bonita", señala Rodríguez sobre este recuento de memorias que se estrenó en los cines peruanos finales de febrero.
La danza de Los Mirlos abarca el medio siglo en que el grupo ha puesto a bailar al mundo, por ejemplo: desde su participación en la película argentina Las vacaciones del amor (1981), que proyectó sus cumbias por toda Sudamérica, hasta el impacto de la canción que da título al documental, que curiosamente en México fue rebautizada con el nombre de La cumbia de los pajaritos.
"Yo me siento agradecido del gran país que es México, que nos acoge con mucho cariño", acentúa Jorge, y añade lo bello que fue su reciente visita como parte del Festival Bahidorá 2024.
El músico retoma el tema del documental al comentar que, además de un recuento histórico, "también es un homenaje a los que tomaron la delantera, músicos talentosos que aportaron. Han pasado unos 32 o 33 por la banda, algunos han fallecido, pero a todos ellos mi agradecimiento".
Actualmente Rodríguez Grández, además de contar con la guitarra del inquebrantable Danny Fardy Johnston (también fundador de la banda), se acompaña de jóvenes tanto arriba como fuera del escenario, destacando los roles de sus hijos: "Javier, mi hijo menor, es mi mánager. Mónica es la que maneja todo lo que es contabilidad, me apoya en toda la parte artística. Y Jorge Luis es el director musical".
"Ahora que han crecido me dan ese apoyo que es muy importante. Hasta que yo dé un paso al costado, ellos seguirán. Aquí seguimos con esa pasión hasta el fin. Esta historia tiene que continuar con mis hijos y mis nietos, todos tienen el talento", agrega.
Lo anterior lleva a cuestionar al artista peruano sobre la trascendencia generacional de Los Mirlos, pues aquellos con los que la banda creció ahora son padres que muestran a sus hijos canciones como Lamento de la selva y La danza del petróleo.
"Creo que Los Mirlos es un grupo que difunde música y cultura de la amazonia, la representamos. Y como la música se ha difundido en diferentes generaciones, sus papás les cuentan a los que van creciendo sobre Los Mirlos, así va pasando. Muchos se toman alguna foto conmigo porque dicen 'Le quiero decir a mi papá que baile con Los Mirlos', y de ahí se vuelven fans", responde.
Con la mención de la palabra "papá", Jorge rememora al suyo, quien le fomentó el gusto por los sonidos: "Era polifacético: le gustaba la sastrería, la agricultura, pero su pasión era la música. Tenía su trío y nosotros acompañábamos con las maracas. Desde niño lo veíamos y queríamos seguirlo a las fiestas que daba, donde lo contrataban".
"Afortunadamente, mi papá llegó a vernos, nos acompañaba ya de mayorcito. La gente lo saludaba, lo apreciaban mucho. Se fue muy feliz".
Tras esta alusión a la muerte, el fundador de la banda comenta que estará en los escenarios "hasta que tenga fuerza, hasta que pueda bailar".
Entonces, reflexiona unos segundos y sentencia: "Estoy con vida porque tengo la música".
El cuarto desde donde Jorge charla con MILENIO está lleno de reconocimientos y fotos de momentos emblemáticos de la banda, por lo que resulta oportuno saber su definición del éxito: "Es una palabra que toda persona quiere ser. En lo personal, alguien tiene que platicarme si yo he sido exitoso, porque todos tenemos altibajos pero tratamos de hacer lo mejor para nuestra familia, es una lucha en cualquier campo. Entonces, llegar al éxito es poco a poco y se logra con cariño, humildad y pasión".
Tras contar que en julio la agrupación saldrá de gira a Europa y que otro proyecto en puerta es un libro sobre su vida en Los Mirlos, el músico peruano comenta que él es un ejemplo de que "uno tiene sus sueños y a veces se hacen realidad".
Pero para materializar las ilusiones hay que tener pasión, disciplina y, sobre todo, "algo que los mantenga diferente a los otros; todos hacen bonita música, pero hay que buscar un estilo".