Para recibir el año nuevo, Madonna y su hijo David Banda ofrecieron un pequeño concierto en el bar Stonewall In ubicado en el barrio de Greenwich Village en Nueva York.
La Reina del Pop llegó con un atuendo negro, cadenas, un moño plateado en la cabeza y tacones altos; inmediatamente comenzó a bromear con el público.
“Quiero decir que nunca que actuado en un escenario tan pequeño”, indicó entre los aplausos de los presentes.
Durante su presentación, Madonna reafirmó su compromiso con la comunidad LGBT y destacó sus esfuerzos contra la discriminación y la indiferencia.
“Estoy aquí con orgullo en el lugar donde comenzó el orgullo, el legendario Stonewall Inn, en el nacimiento de un nuevo año. Nos reunimos esta noche para celebrar los 50 años de revolución", indicó.
Tras el breve discurso, la cantante interpretó temas como “Like a Prayer” y “Can´t Help Falling in Love”, un cover de Elvis Presley mientras su hijo la acompañó en la guitarra.
DIGL