En el escenario, el cantante dominicano Mediopicky navega energéticamente entre las sombras y tonalidades neón que proyectan las luces y los flashes. Es de noche y frente a él, solo separados por una valla metálica, cientos de escuchas mueven sus cuerpos ante los ritmos cadenciosos y sombríos que emana. Esta velada en el festival Bahidorá 2024 representa un gran paso, pues tras lanzar el tema Si la calle bota fuego en 2018, sembró muchos seguidores en México que ahora se rinden ante él, por eso en su rostro, aunque concentrado, también se nota alegría, triunfo, deleite.
“Se tiende a pensar que el caribeño anda con frutas en la cabeza, que todo es colorido, felicidad, pero yo trato de comunicar el otro lado un tanto distorsionado; soy del Caribe, pero ahí hay otros colores que se pueden comunicar”, comparte Pablo Alcántara, nombre de pila de Mediopicky, en entrevista con MILENIO durante su visita al evento musical que se celebra anualmente en Las Estacas, Morelos.
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El inicio del 2024 ha sido uno de los más gozosos para el artista nacido en Santo Domingo, República Dominicana, pues además de expandir su familia con el nacimiento de su hija -"me puso baterías nuevas" - y su visita a México, lanzó Tu mirá, canción que ha impactado de buena forma entre sus seguidores.
"Empecé a hacer el track y por alguna razón eso fue lo que me llegó a la cabeza, hablar de la mirada. Al momento de crear... no sé si has escuchado que algunos artistas dicen que las ideas son mariposas que andan volando y uno las agarra. A mí me pasa exactamente eso. No ando buscando nada, caer un rayo y tengo que abrir la computadora para producir, sale solo, no hay nada premeditado", confiesa sobre su proceso creativo, reflejado en su nuevo tema.
Pero para entender su presente hay que voltear a su pasado, sobre todo a ese momento que marcó su camino artístico: a los 11 años, un amigo del colegio versado en sonidos distintos a lo que en ese entonces imperaban en la radio le mostró dos bandas le "explotaron" la cabeza; System of a Down y Slipknot.
"Abrieron mi espectro musical de una maneral increíble porque antes solo escuchaba Shakira y Backstreet Boys; cuando conocí esa música aumentó mi deseo de encontrar nuevos sonidos y experiencias", relata.
Dejar de ser solo un escucha para convertirse en un creador ocurrió tiempo después, específicamente con el lanzamiento en 2011 de Party Rock Anthem, éxito que catapultó a dúo estadunidense LMFAO. "Me causó algo bien parecido a cuando tenía 11 años. Fue muy adictiva y yo necesitaba saber cómo podía lograr eso con una computadora, ahí fue que inició mi producción".
Con este objetivo fijado, Mediopicky comenzó una labor creativa que, aunque por momentos taciturna, ha dado muchos frutos. Su primer material en forma, Picky Stuff, salió en 2014, y 10 años después el músico afirma que su madurez "es la búsqueda, eso hace que la música siempre se vaya par aun lado o el otro, que sea un poco diferente a lo anterior. Siempre quiero hacer música que me pare los pelos, que me saque una lágrima o que me emocione".
Y busca que sus escuchas sientan lo mismo con esas piezas cargada de bajos potentes y frases que incitan al movimiento como La Gravedad, Un mensaje o Proyecto Dos. "Me parece que en la música ya es difícil encontrar que te ocasione eso, y creo que siempre tengo en la cabeza buscar esas sensaciones".
— La música, más allá de ser el terreno donde te desenvuelves, ¿qué te da?
— Es mi salvavidas porque es lo que más me gusta hacer. Tenía mi trabajo de 8 a 5 y no me sentía bien, no me llenaba, al contrario, me llenaba de estrés. Y la música siempre ha sido una escapatoria, lo que causa sensaciones. Puedo hacer otras cosas, pero esto es lo principal.
— Partiendo de esto, ¿qué te significa el silencio?
— Trabajo todo el tiempo con música, con audífonos, monitores. Entonces, al estar constantemente con ondas sonoras el silencio para mí es oro, es paz. A través de él puedes conocerte aún más.
— En tu proceso creativo, ¿qué tan vital es la soledad?
— La soledad la conocí bien la primera vez que me mudé de la casa de mis padres. Recomiendo a todos que la experimenten y que a través de ella puedan encontrar más amor propio.
— Ahora que se discute tanto la incidencia de la inteligencia artificial en la música, ¿te da miedo?
— Me parece que es una herramienta y no me da nada de miedo, la estoy utilizando ya, recomendaría que se utilice. Nunca va a reemplazar a un humano porque si toda esta inteligencia artificial llega a reemplazar lo que uno ha hecho, al otro día al humano se le va a ocurrir algo nuevo.
— República Dominicana, ¿cómo la defines?
— Intensa. El dominicano es intenso, y no en mala onda, pero si está triste es intenso y si está feliz también.
Y tras reconocer que esta intensidad también es muy notoria en su quehacer musical, Mediopicky, aún saboreando el triunfo que fue Bahidorá, ya quiere volver a México, donde hay cada vez más feligreses de esa cadencia lúgubre de la que es el único pastor.
hc