Para Paloma Ferrara un valor muy importante de la música recae en su capacidad de transmitir mensajes que pueden detonar cambios, por eso con su proyecto urbano, Mita, busca empoderar a sus escuchas. “No es estar por encima de otra persona, sino sacar lo mejor de ti”, explica.
En entrevista con MILENIO, la creativa, que previamente formó parte de la banda Ferrara's como guitarrista, expone las filias y fobias de esta nueva faceta musical.
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Paloma recuerda que los sonidos cadenciosos llegaron a su vida gracias a un puesto en el tianguis que frecuentaba de niña: ahí el encargado, que “estaba todo el tiempo poniendo lo nuevo”, un día hizo sonar la canción Go Pato, del británico Pato Banton, y ella la escuchó y quedó maravillada.
“¡Fue sorprendente! Por primera vez se escuchaban ritmos diferentes. Recuerdo que luego nos tocó organizar un bailable en la primaria y quisimos poner esa de Go Pato, entonces a partir de ahí fue buscar canciones que permitieran bailar y llegamos a cosas de reguetón como tal. Me acuerdo en esa época de Vico C, que fue de los precursores”, detalla.
Asimilar estos sonidos caribeños le resultó sencillo porque “lo relacioné inmediatamente con el baile, como siempre he amado bailar no tuve conflicto”. Desde entonces en su playlist, a la par de canciones de rock, figuraron temas con la capacidad de invocar movimientos de cadera.
“Me acuerdo que se puso de moda el look de Daddy Yankee y había como un señalamiento, pero creo que al final el género se metió en todos lados por esta potencia que tiene - explica -. No lo vi como algo que se peleara (el rock y lo urbano), sino como algo que el disfrute y la diversidad de la música nos permite".
Canciones para empoderar
Durante la pandemia, Paloma acumuló muchas ideas musicales que por el aislamiento no podía desfogar con su banda, por eso le surgió la inquietud de tener un proyecto solista, lo que materializó tras meterse a estudiar producción musical.
Mita nació bajo el cobijo del género urbano porque “permite generar este tipo de proyectos en los que tú puedes armar todo; es parte de lo que vivimos con la democratización de la tecnología, que solo con tu computadora puedes hacer canciones”.
“El género urbano ha tenido auge porque permite liberarnos a través del baile y ritmos históricos. Es catártico”, agrega.
De su proyecto ya están disponibles dos canciones en diversas plataformas digitales: Rodeo y Fatale. En el primer tema, Paloma canta: “Cuando era chiquilla no conocía las penas / luego la sociedad quiso imponerme sus cadenas / ‘Vigilar y castigar’, me leyeron la condena / un momento caí, pero ya les di la vuelta”. Y en el segundo, dice: “No soy princesa, soy primicia que pesa / si de mi aprecio se precian siéntanse de la realeza”.
“Quiero rescatar la parte de empoderamiento; no estar por encima de otra persona, sino sacar lo mejor de ti”, revela sobre el objetivo de su música.
“Creo que tenemos esta posibilidad de cambiar los mensajes. Obviamente vivimos en sociedades machistas, clasistas, pero creo que a través de las canciones podemos generar otra cultura. Creo que no está peleado el tener una canción que te haga pasarla bien, divertirte, moverte, con generar otro tipo de pensamiento que nos permita ser una mejor sociedad”, agrega.
Asimismo, señala que Mita, a diferencia de otras embarcaciones musicales que también navegan en la ruta del género urbano, es “un concepto 360”.
“Yo quiero estar involucrada en todo: en la parte musical, la producción, la composición, trabajo para tener mejores herramientas vocales, la parte del baile, los videos... Creo que al final eso es lo que un artista busca, la posibilidad de trabajar diferentes áreas, a diferencia de los que solo son cantantes, coreógrafos o productores. Lo que quiero ofrecer es una experiencia donde todo está pensado. Obviamente se logra haciendo equipo, pero sí estoy involucrada en los diferentes aspectos”.
Mente, corazón y espíritu alineados
Ante la voracidad con la que se consume musica en la actualidad, “hablar de perdurar y no ser volátil es casi una utopía”, afirma Paloma. Por eso ella no piensa en si sus canciones van a perdurar o no, solo se fija en que estén hechas “con la mente, corazón y espíritu alineados; tratar de ser fiel a lo que haces, es lo que se puede ofrecer”.
“Como artista ese es el reto: siempre estar buscando, aprendiendo, experimentando y creando. Lo que me gusta de este proyecto es retarme una y otra vez”, comenta.
Esta incesante inquietud creativa, aunada al mensaje de empoderamiento, ha hecho que Mita consolide una comunidad en pos de “compartir ideas, en la que podamos disfrutar de bailar, que sea apapachadora”.
“Cuando saqué las canciones, personas que no esperaba me escribieron y dijeron que conectaban mucho con el mensaje, que no pensaban que una canción urbana las pudiera hacer sentir identificadas. Es ahí cuando creo que estás cumpliendo el objetivo, porque al final somos seres sociales y el poder conectar es donde está la magia”, resalta.
Destaca que este enfoque comunal se nutre del gusto de la artista por el k-pop, donde las bandas se arraigan en el corazón de sus escuchas no solo por los sonidos, también por sus actitudes y los valores que profesan.
La cantante comparte que 2023 será un año de mucho trabajo para Mita, pues además del lanzamiento de un par de sencillos, “tenemos por ahí un disco guardado” y está proyectando lo que serán los shows en vivo, “lo que involucra trabajar más tiempo con las bailarinas, las coreografías”.
Pero mientras todo esto sucede, Paloma es consciente que “no se trata de la meta sino del camino”, y que el éxito en lo musical no tiene que ver con fama o dinero, sino “en hacer lo que amas, en poder materializar eso que está en tu cabeza”.
hc